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"No me preocupa el auge de Podemos. Mi enemigo número uno es el Partido Popular"
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ENTREVISTA A ANTONIO MIGUEL CARMONA

"No me preocupa el auge de Podemos. Mi enemigo número uno es el Partido Popular"

El PSOE quiere recuperar Madrid con el mediático Antonio Miguel Carmona, que cuenta para 'El Confidencial' cómo es la ciudad que quiere gobernar.

Es el hombre con el que los socialistas sueñan recuperar Madrid, la plaza más deseada por todos, un cortijo en manos del PP desde hace más de veinte años. Antonio Miguel Carmona (Madrid, 1963), el diputado y profesor que se mueve “y se moverá” por Madrid en metro y en moto, se ha obsesionado con transmitir a los vecinos cuál es la opinión que tiene sobre la ciudad que él se ha prometido gobernar. Y lo hace en la calle y en las tertulias. Quiere ser alcalde porque, asegura, “mi ciudad está dejada de la mano del PP” y necesita un nuevo impulso para colocarla como la capital del sur de Europa. Si gana, aviso a navegantes: “No pactaré con Podemos ni con la derecha”.

La primera vez que se planteó que él mismo podía ser la pieza que el PSOE necesita para reconquistar Madrid fue hace dos años. “Me crucé con un señor en mi barrio, Malasaña, y me dijo: ¿por qué no te presentas? Después me lo propuso más gente de mi partido”. Le ayudó mucho a decidirse cuando Alfredo Pérez Rubalcaba dio el paso atrás y, tras él, también se apeó de esta batalla el exsecretario de Estado de Deporte, Jaime Lissavetzky, todavía portavoz del PSOE en el Ayuntamiento e íntimo del exsecretario general del partido.

En una reciente visita a la sede de El Confidencial, Carmona encadenó uno a uno, de carrerilla, todos los cambios que protagonizaría Madrid si los vecinos se rinden a sus pies. “Quiero un Madrid que se devuelva a los madrileños, y eso se hace descentralizando el Ayuntamiento, reforzando las Juntas de Distrito, como hacen París y Lisboa. Para hacer mi programa electoral, me estoy reuniendo con asambleas ciudadanas abiertas en cada barrio, para que sean los vecinos los que gobiernen la ciudad conmigo”. En su cabeza, también se gesta un plan de rehabilitación de edificios y de empleo. “¿Cómo es posible que haya 150.000 viviendas vacías en Madrid y se produzcan desahucios?”.

Carmona advierte a la banca que le subirá el Impuesto de Bienes Inmuebles de las 40.000 viviendas que tiene vacías, para poder “dárselas a los que menos tienen. Quiero un Madrid con desahucios cero”. Y piensa en la cultura como el motor para que la capital vuelva a coger impulso. Para acabar con la corrupción y evitar que esa alargada sombra le persiga, se compromete a abrir una oficina antifraude que esté dirigida por “un magistrado en excedencia, neutral, propuesto y elegido entre todos, que investigue todas las decisiones políticas que tome el alcalde y hasta el último concejal”.

Tomás Gómez "suma" al PSM

Cuando se le pregunta por el líder regional del PSM, Tomás Gómez, cercado por la corrupción desde que su sucesor en Parla, José María Fraile, fue uno de los cinco alcaldes detenido por la Operación Púnica, se moja. “Yo haría exactamente lo mismo que ha hecho Tomás”, dijo Carmona, que considera que la marca Tomás no resta al Partido Socialista Madrileño, sino que “suma”, pese a que en las elecciones europeas el partido se dejó por el camino 300.000 votos. “La caída ha sido igual o inferior a lo que cayó en otras comunidades autónomas”.

Carmona es de esa nueva generación de políticos que cree que una parte del electorado se convence desde un plató de televisión. Y cuenta con el “absoluto” respaldo de su secretario general, Pedro Sánchez, quien le da “muchos ánimos y consejos”. Para él, ser tertuliano habitual en programas donde se debate de política “es una ventaja, porque yo no soy un político profesional. Me gusta comunicar y decir lo que pienso. Mala es la época en la que los hombres y mujeres intentan ser importantes antes que útiles”.

En el hipotético caso de que el PSOE gane Madrid con mayoría simple en las elecciones municipales de mayo de 2015, el candidato socialista no siente predilección por ningún otro partido y dice no sentirse preocupado por el fenómeno Podemos. “Yo pondré mi programa encima de la mesa. Y aquellos que quieran, que me apoyen. Me llevo muy bien con UPyD, me llevo muy bien con Ciudadans, y me llevo muy bien con Izquierda Unida y con Equo. No me preocupa Podemos. Mi enemigo es el PP”. En otro escenario posible, el del que el PSOE no gane, Carmona dice que “se moriría”, pero se compromete a quedarse toda la legislatura en la bancada de la oposición.

El despacho del alcalde

Si sus deseos se cumplen y, en seis meses, es el nuevo alcalde de Madrid, dice que abriría el actual despacho de Ana Botella, más grande que el de Barack Obama, a los vecinos. “Se puede jugar un partido de fútbol en él. Me parece obsceno. Mi despacho sería la calle y tendría otros en los barrios”. Sin embargo, no se moja cuando se le pregunta cuál sería el salario justo para el máximo dirigente de Madrid, que actualmente ronda los 100.000 euros. “No tengo ni idea, no estoy aquí por dinero”. Y se muestra respetuoso a la hora de definir la labor de Ana Botella: “No me parece bien que se mofen de ella, porque es mi alcaldesa. Ella no sabe dirigir, pero quien lo hizo realmente mal fue Alberto Ruiz-Gallardón”.

Para cerrar, Carmona habla de qué haría él si fuera alcalde en cuatro casos concretos. ¿Daría luz verde a la operación del estadio Vicente Calderón?Si no beneficia a los madrileños, no se hará”. ¿Y a la ampliación del estadio Santiago Bernabéu? “Si no beneficia a los madrileños, no se hará”. ¿Irá al palco del Bernabéu habitualmente? “Cuando juegue el Atlético de Madrid contra el Real Madrid. No soy muy de palcos, soy más de mi abono del Atlético de Madrid”. ¿Impulsará la candidatura del Madrid olímpico? “No es una prioridad. Es más importante limpiar la ciudad que presentarse a unos Juegos Olímpicos”.

Es el hombre con el que los socialistas sueñan recuperar Madrid, la plaza más deseada por todos, un cortijo en manos del PP desde hace más de veinte años. Antonio Miguel Carmona (Madrid, 1963), el diputado y profesor que se mueve “y se moverá” por Madrid en metro y en moto, se ha obsesionado con transmitir a los vecinos cuál es la opinión que tiene sobre la ciudad que él se ha prometido gobernar. Y lo hace en la calle y en las tertulias. Quiere ser alcalde porque, asegura, “mi ciudad está dejada de la mano del PP” y necesita un nuevo impulso para colocarla como la capital del sur de Europa. Si gana, aviso a navegantes: “No pactaré con Podemos ni con la derecha”.

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