La brecha entre CCAA: Andalucía invertirá 500€ menos por paciente que País Vasco

Dependiendo de la comunidad autónoma en la que vivan, los pacientes tienen acceso a más medicamentos o a menos. Unas diferencias que amenazan con agrandar todavía más la brecha que existe entre las diecisiete autonomías. Para acabar con estas desigualdades, Farmaindustria, la patronal del sector farmacéutico, reclama al Ejecutivo de Mariano Rajoy que garantice una financiación “suficiente” para la sanidad pública y la adquisición de medicamentos innovadores. Para conseguir la tan ansiada igualdad entre todos los españoles, consideran necesario acabar con los retrasos o barreras de algunas regiones que “fragmentan” el mercado e “impiden” a los pacientes tener acceso a los mejores tratamientos posibles.

José Ramón Luis-Yagüe, director del departamento de relaciones con las comunidades autónomas de Farmaindustria, recalcó en un seminario para periodistas en Pontevedra organizado por la patronal las enormes diferencias de inversión que existen entre unas autonomías y otras, lo que inevitablemente genera y seguirá generando “las tensiones y desequilibrios que todos conocemos”. ¿Cuánto dedica cada región a atender las necesidades de salud de su población? Las diferencias alcanzan el 62%, dependiendo del gobierno autonómico que lo dirija. Mientras que en Andalucía, el gasto per capita por habitante fue de 1.091 euros en el año 2012, en Cantabria, la inversión que se realizó a cada vecino ese año alcanzó los 1.762 euros. Una diferencia de casi 700 euros que "inevitablemente tiene repercusiones. La disparidad es alta en muchos aspectos: en los salarios de los profesionales, en el acceso a las prestaciones sanitarias….”

Para 2015, las previsiones no son más alentadoras. Según las previsiones de gasto que maneja Farmaindustria, País Vasco invertirá el año que viene 1.565 euros por cada uno de sus habitantes, mientras que en Andalucía se limitarán a los 1.004 euros por cada andaluz. (Ver cuadro de la inversión autonomía por autonomía). En toda España, las diferencias entre el presupuesto sanitario en 2010 y el que se invertirá el próximo ejercicio superan los 5.000 millones de euros: un 9,44% menos.

Humberto Arnés, director general de la patronal de la industria farmacéutica en España, pidió en el mismo evento un cambio de rumbo en la política del sector, tras unos años de crisis en los que cree que ya se han hecho ajustes importantes. Con el Ministerio de Sanidad sin cabeza visible tras la caída de Ana Mato, Arnés aprovechó para pedir un “relevo tranquilo y de continuidad” que garantice la estabilidad de un sector que en los tres últimos años ya ha sufrido el impacto de “cuatro reales decretos”.

El directivo considera que es el momento de pensar en medida estructurales que permitan el acceso a mejores tratamientos, encaminados siempre a conseguir una mayor eficiencia, una medicina más preventiva o una mejor atención a los enfermos crónicos. A medio plazo, Farmaindutria pide al futuro ministro de Sanidad que garantice un escenario regulatorio estable y predecible que vincule el crecimiento del sector al del PIB, “para crecer al mismo nivel que lo hace la actividad del país”, comentó. También se pide que el acceso a la innovación para los pacientes llegue al mismo ritmo que en el resto de Europa y que se ofrezca una garantía de estabilidad en materia fiscal. El objetivo es evitar que los 45 millones de españoles no se fragmenten en 17 mercados.

El impacto de los recortes en el sector se traduce en que el gasto farmacéutico público se ha reducido un 17% y el mercado en casi un 25%. Una situación que ha hecho mella en la industria, aunque no ha sido lo peor. Lo que más daño les ha provocado han sido las medidas de las comunidades que han dificultado el acceso de la innovación al paciente. "Más que los precios de referencia, la compra centralizada o la desfinanciación de fármacos, lo que más daño nos ha hecho es el retraso o las barreras que determinadas autonomías ponían al acceso a medicamentos innovadores”, afeó Arnés.

Para combatir estas deficiencias, el sector pide a los gobiernos autonómicos que se comprometan a no repetir evaluaciones sobre los nuevos medicamentos que ya han sido realizados por el mercado o imponer barreras que impidan al médico utilizar medicamentos ya aprobados, ya que todo ello retrasa el acceso e innovación al ciudadano.

A la cabeza de la innovación

El presidente de Farmaindustria, Antoni Esteve, que estrenó su cargo hace solo un mes, puso al sector farmacéutico como bandera para que se convierta en la locomotora que saque a España de la situación de crisis en la que está. Para conseguirlo, pidió la implicación de todos los actores del sistema sanitario, incluidos los medios de comunicación, a los que le pidió que ayuden a describir a la industria “como una fábrica de conocimiento, una concentración de neuronas, no una chimenea echando humo”.

Pese a las grandes desigualdades que existen entre las diecisiete autonomías, el presidente de la patronal se mostró confiado: el sector farmacéutico está preparado para “afrontar grandes retos” y “sacar al país” de la situación de crisis que ha vivido en los últimos años. No obstante, las perspectivas de crecimiento del sector son modestas, según añadió Javier Urzay, subdirector general de la patronal, ya que prevén que el gasto farmacéutico público termine el año con un crecimiento del 1,2-1,4%, que se verán sustentado por los productos genéricos, que han crecido un 12% mientras que los innovadores han caído un 4,2%. Además, el gasto en farmacias a final de 2014 cerrará en torno a unos 9.300 millones de euros y, dado que en 2015 va a haber caídas de patentes de productos importantes, se prevé que para el próximo año baje hasta los 9.120 millones de euros.