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La presidenta del PSOE: "No podemos estar pidiendo perdón hasta el final de los días"
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DEFIENDE A CHAVES Y GRIÑÁN

La presidenta del PSOE: "No podemos estar pidiendo perdón hasta el final de los días"

Micaela Navarro no suele ejercer públicamente como presidenta del PSOE, pero cuando le toca, habla claro. Y hoy lo ha hecho acompañada de Susana Díaz

Foto: El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (Efe)
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (Efe)

Micaela Navarro no suele ejercer públicamente como presidenta del PSOE, pero cuando le toca, habla claro. Acompañada de Susana Díaz y reivindicando los nuevos liderazgos del partido, la líder socialista ha advertido a los suyos de que no tienen que seguir "pidiendo perdón hasta el final de sus días". "Hemos cometido errores que ya hemos pagado", "el PSOE no se ha sabido explicar y hemos podido defraudar a muchas personas", ha reconocido hoy en Sevilla, pero ha advertido de que los socialistas no pueden seguir todos los días "con la misma cantinela".

"El PSOE no se puede permitir el lujo de ser un partido débil y desorientado", ha advertido. Autocrítica, pero punto y final al castigo y la culpa que los más veteranos creen que mina el ánimo socialista y que no permite, según diagnostican, cambiar el signo de las encuestas y remontar el liderazgo de Pedro Sánchez. Muchos lo piensan en privado, ella lo verbalizó en público.

La diputada jiennense accedió a la presidencia del PSOE con la Ejecutiva Federal de Sánchez. Es la representante andaluza más importante en la dirección, pero su papel está siendo discreto porque en el caso andaluz Díaz lleva directamente las riendas y la interlocución con el secretario general. Lleva 30 años en política y sabe que el momento es difícil. Su intervención hoy en un desayuno informativo del foro Nueva Economía ha reunido a la plana mayor del partido en Andalucía y a su Gobierno. A su lado Susana Díaz, con quien ha tenido todo el tiempo gestos de complicidad, la mayoría de los secretarios provinciales del PSOE andaluz y ningún miembro de la Ejecutiva Federal.

Hacía mucho que no se le oía hablar en público y lo ha hecho sin eludir además el caso de los ERE ni la posible imputación de los expresidentes y exconsejeros del Gobierno andaluz. Ella forma parte de esa vieja guardia y ha sido miembro de la mayoría de los gobiernos de Manuel Chaves, que la acompañaba hoy en una de sus escasas apariciones públicas desde que llegó el caso al Supremo.Cuando muchos se ponen de perfil, Navarro ha insistido en poner su mano en el fuego por todos los aforados, incluidos otros dos socialistas de Jaén, con ella, Gaspar Zarrías y Mar Moreno. No se ha querido pronunciar sobre si el PSOE debía de asumir o no el coste de la defensa de sus aforados, ha dejado la decisión en manos de las ejecutivas federal y regional. Ha admitido su "dolor en lo personal", ha exigido que se respete la presunción de inocencia y ha narrado el "sufrimiento" de las familias de estos socialistas investigados en el caso ERE. Es complicado en los últimos tiempos oír a alguien que dé la cara así por los ex presidentes.

Navarro también ha advertido a los suyos sobre Podemos, sobre quien ha dicho que "están vendiendo humo". "No van a hacer lo que dicen que tienen que hacer", "están diciendo lo que todo el mundo quiere oír", ha insistido. Pero su mensaje se ha dirigido sobre todo a los socialistas, a quienes ha pedido que no estén todo el día pendientes ni toma dos escisiones en función del partido de Pablo Iglesias. Navarro, pese a las reticencias que despiertan en algunos socialistas más veteranos que se haya movido ficha a favor de la reforma de la Constitución para dar salidas al conflicto de Cataluña, ha cerrado filas con la decisión de su dirección federal y Susana Díaz. "El PSOE no podía permanecer como una estatua de sal esperando hasta que escampe", ha asegurado.

Micaela Navarro no suele ejercer públicamente como presidenta del PSOE, pero cuando le toca, habla claro. Acompañada de Susana Díaz y reivindicando los nuevos liderazgos del partido, la líder socialista ha advertido a los suyos de que no tienen que seguir "pidiendo perdón hasta el final de sus días". "Hemos cometido errores que ya hemos pagado", "el PSOE no se ha sabido explicar y hemos podido defraudar a muchas personas", ha reconocido hoy en Sevilla, pero ha advertido de que los socialistas no pueden seguir todos los días "con la misma cantinela".

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