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García-Page: “Un político debe dimitir cuando consiente y cuando mira a otro lado”
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XIII ENCUENTRO CIUDAD FUTURA de FERROVIAL

García-Page: “Un político debe dimitir cuando consiente y cuando mira a otro lado”

El secretario general de los socialistas de Castilla-la Mancha confía en ganar las elecciones de 2015 "con mayoría", sin necesidad de pactar con Podemos

Ocupó por primera vez un cargo público hace casi tres décadas y desde entonces no se ha apeado de la nave política. A Emiliano García-Page, alcalde que aspira a ser barón autonómico, le da rabia que le digan que la regeneración pasa por que los viejos se retiren y dejen paso a los nuevos. “La política no es un trabajo, es una vocación. Y yo no voy a pedir perdón por sentir vocación con 14 años. Ya me gustaría que a todo el mundo lo quitara o lo pusiera la gente cada cuatro años. Pero a la hora de la verdad nadie quiere ser político”, defiende. Lejos de apartarse de la primera línea de fuego, el alcalde de Toledo será la cabeza de cartel que el PSOE presentará en Castilla-La Mancha para arrebatar las llaves de la región a María Dolores de Cospedal en sólo seis meses.

“Cospedal es la peor cara del PP. Por lo de peor y por lo de cara. La gente le discute lo que hace, desde dónde lo hace y cómo lo hace. Hace un año cambió la ley electoral, y, cada vez que aparecía un millón de euros más de Bárcenas en Suiza, tenía un diputado menos en Castilla-la Mancha”. La cita con Emiliano García-Page se enmarca dentro del XIII encuentro ‘Ciudad futura’ que El Confidencial organiza habitualmente, con el patrocinio de Ferrovial, con distintos regidores de todos los colores, como los de Santander, Barcelona, Vitoria, Pamplona, Málaga, Logroño, Granada, Córdoba, Ciudad Real, La Coruña, Bilbao y Murcia.

El socialista manchego enumeró en la sede de este diario las bondades de Toledo, que “tiene mucho que ver con el alma de nuestro país. Toledo tiene una potencia económica difícilmente deslocalizable: no se pueden llevar la catedral”. García-Page defendió que la ciudad se encuentra en un momento de dinamismo importante, por muchos motivos. “Donde la política se hace de verdad es en los ayuntamientos. Toledo es la demostración de que, al final, lo que queda en la vida es lo que se hace con altura de miras. Y nuestra ciudad tiene tanto futuro como pasado tuvo”, añadió.

En el encuentro, que estuvo moderado por Ignacio Gastón, director general de Ferrovial Servicios España, y Carlos Sánchez, director adjunto de El Confidencial, García-Page se mostró reacio a llamar colaboración público-privada a los contratos públicos cuya gestión los consistorios la ceden a empresas privadas. “Hablamos de gestión privada de servicios públicos. Se paga con dinero público, pero se gestiona con criterios privados. Colaboración sería si un empresario pusiera dinero, pero no es así. Yo acabaría con ese concepto”, apuntó.

El plan de pago a proveedores que el Ejecutivo de Mariano Rajoy puso en marcha para que los consistorios y las autonomías pagaran las facturas que acumulaban en los cajones durante meses, incluso años, es, para el socialista, “una auténtica barbaridad. Claro que hay que pagar, pero cómo se ha gestionado ha sido un fracaso. Se pasó la deuda comercial a deuda financiera”.

El futuro incierto de Podemos

En el almuerzo, hubo tiempo también de hablar de los nuevos tiempos que vendrán. García-Page miraba con recelo hacia Podemos, la fuerza política dirigida por Pablo Iglesias que ha provocado un auténtico terremoto en el panorama político actual. Sin embargo, evita confesar si, llegado el momento, pactaría con la formación para poder apartar a Cospedal de la presidencia de Castilla-La Mancha. “El futuro es muy incierto para todos, no sólo para el PSOE. Se va a producir un cambio serio. Y sin necesidad de pactos”, se limita a contestar. El problema de la formación de Iglesias llegará “cuando se pierda lo inmaculado. En el momento en que se destape la botella, se le puede ir el gas”, advierte.

Volviendo a la regeneración democrática que tanto reclama la ciudadanía, García-Page insiste en que limpiar la clase política no consiste en cambiar las caras de los partidos todos los días. “A este ritmo, Pedro Sánchez será viejo en diciembre, y acaba de entrar”. El alcalde, que lo ha sido casi todo en política (concejal, diputado autonómico y portavoz, consejero, senador y actualmente secretario general del PSOE en su región), defiende que la experiencia del político es un activo importante para el partido en el que milita. “La resistencia, en cualquier sociedad medianamente razonable, tiene importancia”.

Sin embargo, le resulta complicado señalar dónde está la responsabilidad de un político cuyo núcleo más cercano está manchado por la corrupción, como es el caso de su homólogo en Madrid, Tomás Gómez, acorralado desde que su sucesor en Parla, José María Fraile, fue detenido por la Operación Púnica. Un político debe dimitir, en opinión de este socialista, "cuando facilita procesos que podrían ser corruptos, aunque él no se beneficie; cuando consiente y cuando mira para otro lado”. Para aquellos que trabajan incansablemente para acabar con el bipartidismo, el alcalde les manda un mensaje: “Los que más han trabajado para acabar con el bipartidismo han conseguido el unipartidismo. La antigua lucha de PP y PSOE ha acabado concediendo una enorme mayoría absoluta al PP”.

Ocupó por primera vez un cargo público hace casi tres décadas y desde entonces no se ha apeado de la nave política. A Emiliano García-Page, alcalde que aspira a ser barón autonómico, le da rabia que le digan que la regeneración pasa por que los viejos se retiren y dejen paso a los nuevos. “La política no es un trabajo, es una vocación. Y yo no voy a pedir perdón por sentir vocación con 14 años. Ya me gustaría que a todo el mundo lo quitara o lo pusiera la gente cada cuatro años. Pero a la hora de la verdad nadie quiere ser político”, defiende. Lejos de apartarse de la primera línea de fuego, el alcalde de Toledo será la cabeza de cartel que el PSOE presentará en Castilla-La Mancha para arrebatar las llaves de la región a María Dolores de Cospedal en sólo seis meses.

Toledo Castilla-La Mancha Tomás Gómez
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