"A Granados y a los políticos se les pagaba con putas, con vacaciones, con casas..."

Los políticos y funcionarios de la trama corrupta vinculada a Francisco Granados y desmantelada por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en el marco de la Operación Púnica, "cobraban en dinero o en especie. Se les pagaba con obras privadas en sus casas y en sus pueblos, con putas, con vacaciones, con cacerías, con grandísimas ofrendas de Navidad...". Así lo asegura, en una grabación a la que ha tenido acceso El Confidencial, David Merino, ex director general del Grupo Dico, una de las constructoras más beneficiadas en el reparto de contratas a cambio de comisiones millonarias.

El secretario general del sindicato Manos Limpias, Manuel Bernad, entregará en las próximas horas en la Fiscalía de la Audiencia Nacional la grabación completa con las declaraciones de Merino, que fueron recogidas en una entrevista publicada en 2009 por el periodista Javier Chicote en el semanario Interviu. Manos Limpias ya presentó la semana pasada en la Fiscalía un manuscrito redactado y firmado por Merino ante notario en el que éste describe con todo lujo de detalles el modus operandi de la red corrupta presuntamente encabezada por Granados y el constructor David Marjaliza.

"No hay adjudicación en ningún ayuntamiento que no pase por esto. Y si no es el alcalde es el concejal, y si no el arquitecto municipal, y si no es alguien de la oposición. Siempre hay alguien que tiene la adjudicación más segura (...). Estos costes siempre se meten; es lo que nosotros llamamos la partida de picos, palas y piedras, que es lo que cobra esta gente. Hay que hacerlo así porque el presupuesto está muy ajustado, pero luego paras la obra y renegocias lo pactado inicialmente, y te suben el 10% o el 20%. Te has metido casi en baja temeraria, pero se recalcula", afirma Merino.

"Lo más habitual y lo más requerido es el dinero negro, los billetes, porque las transferencias o las facturas a través de otras personas son localizables, pueden tener un seguimiento", prosigue el exdirectivo del Grupo Dico. "Pagar con viviendas en la playa o casas se puede hacer un seguimiento, pero no se hace bien, porque si no los pillarían. También se factura y se contrafactura a empresas de familiares. Hay una auténtica ingeniería financiera. El dinero negro se genera por miles de artilugios contables, como le gusta llamar a la Fiscalía, para generar b. Es muy fácil general el dinero b. Puedes comprarlo, hay gente que te cobra por las facturas falsas".

¿Cómo se entregaba el dinero a los políticos y funcionarios corruptos? "Vienen un rato a la oficina, vas al ayuntamiento, quedas en una rotonda, en un bar de caza, quedas para comer o en un bar de putas... Pero si lo entregabas ahí, las putas se suelen llevar un cacho del sobre", explica Merino. "Son las reglas del juego y si no juegas a esto no haces nada, aquí y en todos los países en los que hemos estado. El constructor no se ve como una víctima. Es un gasto más, y punto. Es la condición humana. Tú te encuentras las reglas del juego, porque antes de llegar a ese ayuntamiento ya pagaron otros".

"El gran negocio es el cohecho, comprar suelo rústico previo acuerdo. El suelo vale mil y después va a valer diez mil. Multiplicas por 10 o por 50. Por eso esta empresa se constituyó hace 10 años con 500.000 pesetas [3.000 euros] y ahora tiene 100 millones de euros", añade Merino, en alusión al Grupo Dico. "Hay que comprar terreno antes de que el ayuntamiento anuncie los planes de recalificación. Ese es el gran negocio: comprar rústico y recalificar. Este grupo ha comprado a 100 pesetas [0,60 euros] y luego valía una fortuna. Recuerdo en Vera [Almería] 800.000 metros cuadrados a 100 pesetas y vender a ciento y pico mil pesetas, multiplicar por mil".

Como ya adelantó El Confidencial, entre los asistentes a las cacerías donde se negociaba el reparto de obras y el pago de mordidas estuvo el magistrado del Tribunal Constitucional Roberto García Calvo, ya fallecido. Dos de los fijos en esas monterías, animadas con comida gourmet, vinos gran reserva y partidas de póker hasta altas horas de la madrugada, eran el propio Granados, entonces mano derecha de Esperanza Aguirre en el PP y la Comunidad de Madrid, y David Marjaliza, uno de los presuntos cerebros de la red desmantelada en la macrorredada dirigida por Velasco.

El nombre de García-Calvo aparece en un manuscrito redactado y firmado por David Merino, exdirector general del Grupo Dico, una de las constructoras más beneficiadas en el reparto de contratas a cambio de comisiones millonarias. Merino, que fue testigo de esos pagos y participó en algunas de las cacerías donde se negociaban las adjudicaciones de obras y el monto de las mordidas, entregó a Manos Limpias una declaración, firmada ante notario y acompañada del citado manuscrito, en la que describe con todo lujo de detalles el modus operandi de la red corrupta. El sindicato liderado por Miguel Bernad ya ha presentado toda esa documentación en la Fiscalía Anticorrupción.

García-Calvo, gran aficionado a la caza, acudió a varias de las monterías organizadas por los propietarios del Grupo Dico, Julián Jiménez de los Galanes, alias el Tachuela, y Francisco Colado. En una de esas batidas, cuyos gastos corrían siempre por cuenta de la constructora, participó el propio Merino. El exdirectivo relata en un manuscrito que el encuentro tuvo lugar en febrero de 2006 en la finca La Parrilla, en la localidad toledana de Los Yébenes, y que él mismo abatió "un venado y un jabalí, mis primeras piezas en una cacería oficial, por lo que los demás cazadores me hicieron lo que se llama boda de sangre". Granados fue el encargado de oficiar ese peculiar rito: extrajo las vísceras sanguinolentas del jabalí y se las puso a Merino sobre la cabeza.