Sosa Wagner: “Fui elegido en primarias y mi sustitución ha sido claramente ilegal”

El catedrático Francisco Sosa Wagner abandonó ayer todos sus cargos en Unión, Progreso y Democracia (UPyD) y su escaño en Bruselas después de que la dirección del partido le apartase de la portavocía en la Eurocámara. Una decisión que considera “ilegal” tras haber sido elegido en primarias por los afiliados y que choca, asegura, con los principios de regeneración democrática que defiende la formación de Rosa Díez. La dirección del partido, por su parte, ha abierto investigación sobre los gastos y dietas realizados por Wagner durante los cinco años en los que estuvo solo en el Parlamento Europeo.

P.- ¿Cuándo le comunicaron su cese como portavoz?

R.- Yo no conocía absolutamente nada de la decisión tomada el sábado. El jueves por la mañana, cuando me levanté, me dio la noticia mi mujer que la había leído en los periódicos. Me fui al ordenador y tenía un correo del secretario de Organización que me debió mandar la noche anterior sobre las nueve de la noche. Yo no tenía ninguna noticia.

P.- La dirección del partido ha puesto bajo sospecha toda su gestión en Bruselas y quiere que rinda cuentas de sus gastos y sus dietas…

R.- Pues nada, pues que hagan todas las rendiciones de cuentas que quieran y que pongan bajo sospecha todo. Acabarán imputándome los delitos de Dutroux, un belga que asesinaba a chicas jóvenes y las enterraba en el jardín de su casa. Yo no quiero seguir hablando de ese tipo de cosas. Yo creo que tengo una ejecutoria muy relevante allí y si quieren investigar que investiguen todo lo que les dé la gana. Pero ya le digo, a lo mejor me acaban imputando los delitos de Dutroux.

P.- El partido ha asegurado que usted no estaba coordinando el grupo parlamentario y se había negado a acudir a una reunión de coordinación…

R.- El tema fundamental fue el artículo mío de agosto en el que hablaba de la posible alianza electoral si se daban las condiciones. Eso fue lo que molestó y lo demás son cosas que han ido ocurriendo. Se me ha estado acusando de que no hacía no sé qué cosas en el Parlamento. Les envié, para la reunión del viernes pasado, un dossier con todo lo que yo había hecho durante estos meses en el Parlamento y sin contar, por cierto, todo lo que hice durante la primera legislatura, en la que estaba allí solo. En esta legislatura, exactamente igual. He formulado muchas preguntas por escrito, he intervenido en el pleno, me he preocupado por un asunto como el de la intangibilidad de las fronteras nacionales con todo este tema de los secesionismos y viendo la fórmula para incorporarlo al Tratado a través de una reforma simplificada del mismo. Quiero decir que yo he estado trabajando porque yo, en todos los sitios en los que he estado, he trabajado mucho. De manera que acusarme a mí de negligencia es un poco inapropiado.

Por lo demás, yo dije que no participaba físicamente en esa reunión hasta que a mí no se me diera una satisfacción en dos cosas. Una, con los insultos y las descalificaciones, incluso profesionales, que ya es gordo, que había recibido en el Consejo Político y en los mensajes de Twitter. Y, además, que volviera a la página web del partido. La web del partido no es el New York Times, ciertamente, pero es el sitio al que acuden los afiliados y los que simpatizan con UPyD para enterarse de lo que se hace. Yo he desaparecido de esa web desde hace ya mucho tiempo y, lo mismo, Fernando Maura. Nuestras iniciativas no aparecen por ningún sitio. Yo pedía que eso se rectificara y ni me contestaron. Por eso no fui a esa reunión. Nada más.

P.- ¿Ha hablado con Rosa Díez?

R.- No, no. No he tenido ninguna conversación con ella.

P.- ¿Cuándo denunció, en ese artículo de 'El Mundo', prácticas autoritarias dentro del partido se refería a ella?

R.- Yo decía esto porque todas las organizaciones, las políticas, las sindicales o las empresariales, propenden a hacerse rígidas. Y en los partidos políticos esto ocurre con mucha frecuencia. Es bueno que alguien diga de vez en cuando que esto no puede ser, que esto no puede caminar así. Yo estaba recibiendo montones de cartas de afiliados desde distintos puntos de España denunciando ese tipo de prácticas autoritarias. Yo nunca las he exhibido, pero estaba viviéndolo yo en persona, que me habían quitado de la página web del partido antes incluso de mi artículo en El Mundo porque no les gustaba algo que había hecho o que había dejado de hacer. Yo denuncié esas prácticas autoritarias y esa denuncia no se ha hecho más que confirmar. Me han sustituido en una decisión que es claramente ilegal porque no olvidemos que yo he sido elegido en elecciones primarias y que a mí no me puede quitar más que el afiliado de UPyD. Ni el Consejo de Dirección ni la señora Díez pueden hacerlo. Yo he sido elegido en unas primarias y quien está enarbolando permanentemente la idea de la regeneración democrática no puede menospreciar el valor importantísimo del pronunciamiento que se hizo en las urnas en las elecciones primarias.

P.- De todos modos, tras la polémica que suscitó su idea de pactar con Ciudadanos, al final se han abierto negociaciones con Albert Rivera para explorar posibles acuerdos. ¿Usted lo entiende?

R.- Buena pregunta esa… Al principio lo que me dicen que eso no se puede hacer, que es imposible porque se saca de los acuerdos que se tomaron del Congreso que se celebró en noviembre de 2013 una prohibición absoluta ad aeternum de pactar con Ciudadanos. Yo pregunté dónde estaba eso porque yo presidí ese Congreso y no lo recordaba. Es verdad que podía haberlo olvidado porque allí se dijeron muchas cosas, pero entonces me sacaron un texto con una cosa muy vaga sobre todo esto. Algo que, de manera muy indirecta, tenía que ver con la pretendida prohibición a pactar con Ciudadanos. Ese argumento lo suprimieron. Conclusión, que luego se convoca un Consejo Político en el que uno de los puntos del orden del día es la posible alianza con otras fuerzas políticas. O sea, que lo que era imposible ahora era posible pero poniendo una serie de condiciones. Condiciones que han abocado de, al menos, dos reuniones de las cúpulas de UPyD y de Ciudadanos. Pues esto es lo que yo había dicho. Lo que yo decía es que se constituyeran dos grupos de trabajo, uno por Ciudadanos y otro por UPyD, que exploraran las posibilidades de un acuerdo electoral entre estas dos formaciones políticas. Y eso es justamente lo que se ha hecho y en eso están en estos momentos. Y si es así, ¿a qué viene tanta indignación conmigo?

P.- ¿Qué es lo que más le ha decepcionado?

R.- Mi perfil profesional es un perfil que, hombre, algún papel tenía en el seno de UPyD y podríamos haber tenido un final distinto. Yo he colaborado en UPyD. No me apunto las grandes directrices de los acuerdos políticos y el programa político de UPyD porque yo no he estado en esas cosas pero he participado en asuntos muy relevantes. Por ejemplo, las grandes novedades que introducíamos nosotros en la política europea como la reunión del Consejo Europeo, la reunión de jefes de Estado y de Gobierno, es una idea mía y de Mercedes Fuertes y que plasmamos en un libro, ‘Cartas a un euroescéptico’. Segundo, mi mujer y yo somos corredactores del libro inspirado por Fernando Savater en defensa de España y en el que ha participado gente muy relevante. En fin, tenerme a mí en plantilla, digamos, yo creo que era una cosa muy buena para UPyD. Pero bueno, qué se le va a hacer.