Treinta hospitales, preparados contra el ébola en los '17 reinos sanitarios' españoles
El Hospital de Asturias, el Marqués de Valdecilla de Santander... Son los centros hospitalarios para aislar y atender los casos sospechosos de ébola en España
El Hospital Central Universitario de Asturias, el Marqués de Valdecilla de Santander, el de Basurto en Bilbao, La Fe de Valencia, el Río Hortega de Valladolid… Y así hasta una treintena de centros hospitalarios en todo el territorio nacional para aislar y atender los casos sospechosos de ébola que puedan registrarse en España. Son los Centros de Referencia dispuestos por la sanidad pública autonómica después de que desde África Occidental se comenzase a hablar de la progresión de una enfermedad mortal y altamente contagiosa que podría traspasar fronteras.
En España, alarmas ya ha habido varias. Casi simultáneamente al ingreso del padre Miguel Pajares, repatriado muy enfermo desde Liberia, en el Hospital Carlos III, donde falleció días después, un supuesto afectado por el ébola era internado en el San Juan de Alicante que, finalmente, no resultó ser tal. Desde entonces, la muerte del también religioso Manuel García Viejo y, en los últimos días, el contagio de una de las auxiliares que le atendió han elevado la psicosis.
Entre medias, casos afortunadamente falsos en algunas provincias, muchos de ellos de ciudadanos que habían regresado recientemente de países en los que la enfermedad es un hervidero (Sierra Leona, Guinea Conakry y Liberia). La última alerta, en Cantabria, este viernes pasado. Y también, respuestas judiciales, como la libertad sin cargos para un hombre que ayer simuló estar enfermo de ébola en Cádiz, poniendo patas arriba los servicios de emergencia andaluces.
La Sanidad española está transferida a las Comunidades Autónomas. Desde el Ministerio que dirige la popular Ana Mato -en la picota en los últimos días por su gestión en los casos de ébola atendidos en Madrid- sólo se tutelan las ciudades de Ceuta y Melilla, que se encuentran bajo el paraguas de la administración central. Por ese motivo, cada Gobierno regional ha designado tantos centros de referencia para el ébola en su territorio como ha estimado convenientes: uno por provincia, en el caso de Andalucía, o uno solo en comunidades superpobladas, como Madrid y Cataluña, por ejemplo.
Con más prevención y psicosis que motivos reales, todas las comunidades autónomas han movido ficha para hacer un cortafuegos contra posibles casos del virus. Algunas tienen motivos más que evidentes para adoptar medidas por tener puertos o aeropuertos de entrada de ciudadanos extranjeros; otras se han movido más por mero maquillaje político, aunque la posibilidad de que se registren casos sea mucho menor.
El protocolo para hacer frente a la enfermedad en territorio nacional ha sido consensuado entre el Gobierno de España y las 17 comunidades autónomas, en el curso de las reuniones que, periódicamente, mantienen al efecto.
No obstante, y aunque a nivel sanitario la autonomía de los Gobiernos regionales es casi absoluta, en el caso del ébola el departamento de Mato sí juega un papel directo: en primer lugar, dado que mantiene las competencias completas en materia de Sanidad Exterior (donde se arbitran las medidas a adoptar con las personas que llegan, fundamentalmente, a puertos y aeropuertos nacionales, y para lo que el Ministerio dispone de un grupo de funcionarios en todo el Estado); y, también, por las relaciones que sobre esta enfermedad mantiene con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con la Unión Europea, además de por su tarea de coordinación (fijando aspectos clave, como la fiebre a partir de la que ha de desatarse la respuesta a una sospecha de infección o sobre los equipos de protección que deben utilizarse en los operativos).
Además, el Ministerio de Sanidad tiene la responsabilidad directa en la confirmación de los posibles casos de ébola que puedan darse en cualquier punto de España.
En el terreno de juego de los equipos regionales de salud queda la asistencia directa de los casos, el reparto, o no, entre parte de su personal sanitario de equipos de protección adecuados, preparar sistemas de traslado a través de las UVI móviles preparadas para estos enfermos, determinar en los centros hospitalarios qué facultativos han de atender a los afectados (especialistas en enfermedades infecciosas, internistas...).
Asimismo, son los propios Gobiernos regionales los que han optado por la compra de material de protección, que en algunos casos se ha debido realizar con carácter de urgencia y sin convocar concurso público -sin superar los importes exigidos por ley- para poder distribuirlo entre el personal que podría tratar con posibles afectados.
El Hospital Central Universitario de Asturias, el Marqués de Valdecilla de Santander, el de Basurto en Bilbao, La Fe de Valencia, el Río Hortega de Valladolid… Y así hasta una treintena de centros hospitalarios en todo el territorio nacional para aislar y atender los casos sospechosos de ébola que puedan registrarse en España. Son los Centros de Referencia dispuestos por la sanidad pública autonómica después de que desde África Occidental se comenzase a hablar de la progresión de una enfermedad mortal y altamente contagiosa que podría traspasar fronteras.
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