Sáenz de Santamaría se pone al frente de la crisis del ébola y esconde a Ana Mato

El Gobierno ha reaccionado cuatro días después de que saltara la crisis del ébola al conocerse el contagio de Teresa Romero y crea una comisión interministerial asesorada por expertos con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría al frente, para lo ocuparse del problema. Mariano Rajoy vuelve a confiar en su “segunda” para solucionar los problemas añadidos al virus, el de la descoordinación y la mala política de comunicación seguidas hasta ahora.

La vicepresidenta del Ejecutivo asume también la responsabilidad de la comunicación sobre todo lo concerniente a la crisis y busca ya profesionales y expertos médicos y científicos para contar con respaldo teórico en cada momento y el relevo natural a la hora de dar las explicaciones más detalladas sobre el caso.

Vídeo: La vicepresidenta presidirá el Comité Especial

La ministra de Sanidad, Ana Mato, quedará incluida en la comisión como máxima representante de su departamento, pero también habrá responsables de Exteriores, Justicia, Interior, Defensa, Economía y Presidencia. El nuevo órgano se constituirá esta tarde en el Palacio de la Moncloa una vez que Mato termine su reunión con los consejeros de Sanidad de las Comunidades autónomas, con los que también hay que contar al estar las competencias en la materia parceladas. Al Gobierno sólo le queda la parcela “exterior” de la Sanidad.

Con los representantes ministeriales estarán los de la Consejería de la Comunidad de Madrid y los responsables del hospital Carlos III donde está atendida la auxiliar de enfermería y se estudia a los ciudadanos que han tenido contacto con ella. La comisión se reunirá diariamente y centralizará la información sobre el caso. El equipo de Sáenz de Santamaría también se ocupará de administrar esos datos cuando se decida hacerlos públicos.

Las Comunidades Autónomas evitan señalar a Mato

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han acordado hoy reforzar los protocolos frente al Ébola por encima de las recomendaciones internacionales, de forma que se ha rebajado el umbral de fiebre a 37,7 grados para ingresar como sospechosos a quienes hayan estado en contacto con el virus. Así lo han acordado los responsables de sanidad de las comunidades autónomas y del ministerio en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, que ha presidido Ana Mato.

El Gobierno y las autonomías han cerrado filas frente a esta crisis y han trasladado a la sociedad un mensaje de tranquilidad, a la vez que han defendido la necesidad de desarrollar una política informativa con el máximo rigor y transparencia

Tras el Consejo Interterritorial de Salud convocado para abordar de forma monográfica la gestión del ébola, los representantes autonómicos de todo signo político no han querido entrar a valorar qué ha podido fallar para que haya habido un contagio en España, así como tampoco la gestión posterior de la infección ni las polémicas palabras del consejero de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez.