Enfado interno con las medidas de Sánchez: “Él se ha hartado a dar clases y tertulias”

Pedro Sánchez ha abierto la caja de los truenos dentro del PSOE con su decisión de que todos sus parlamentarios no puedan recibir otras remuneraciones complementarias por ir a tertulias, dar clases en la universidad o escribir artículos en la prensa, actividades que, hasta ahora, siempre han sido autorizadas por la Comisión del Estatuto del Diputado sin más restricciones. “Genera una presunción de criminalidad sobre nuestro trabajo cuando él mismo se ha hinchado a tertulias y a dar clases en la universidad”, explica una fuente destacada del grupo parlamentario que habla de “malestar” dentro de las filas de Sánchez con los nuevos vetos impuestos por el secretario general y, sobre todo, por la desafortunada forma en la que generalizó sobre el trabajo de los parlamentarios. “Un diputado no puede volver los jueves a su circunscripción y dedicarse a sus negocios en sus días libres y, mucho menos, ser diputado en los ratos libres”, llegó a decir en su intervención del jueves desde la tribuna del Foro Nueva Economía.

La decisión de Sánchez ha sorprendido a muchos de sus compañeros que constatan que él ha simultaneado, en el pasado, su función de diputado con esas mismas actividades que ahora demoniza. Desde 2008 es profesor de Estructura Económica y de Historia del Pensamiento Económico en la Universidad Camilo José Cela de Madrid para lo que recibió la autorización del Congreso tanto en 2009 como en 2011. Igualmente, tiene autorización para participar en tertulias y medios de comunicación y, en ambos casos, no ha renunciado por adelantado a cobrar la “correspondiente indemnización”. Coletilla que muchos otros compañeros de bancada, tanto del PP como del PSOE, señalan textualmente cuando presentan su declaración de actividades al inicio de cada legislatura.

La última declaración de actividades de Sánchez, que data del 15 de enero de 2013, recoge, en efecto, esa puerta abierta que deja el líder socialista a cobrar por ir a tertulias. “Participación en medios de comunicación y conferenciante en cursos realizados por universidades, fundaciones y centros de posgrado españoles percibiendo la correspondiente indemnización”. Su declaración complementaria de bienes (VER FICHA)añade, en2012 -año en el que no era diputado-, 2.950 euros por las tertulias y otros 2.362 euros por impartir conferencias y cursos. Su salario como profesor de la universidad privada ascendió en ese curso a 9.756 euros. En su declaración de 2011 aclara, sobre sus clases, que es profesor asociado a tiempo parcial “sólo percibiendo indemnizaciones”.

“La gente está muy cabreada porque se dedican en cuerpo y alma a esto y con estas declaraciones nos sitúan en el punto de mira de las críticas. Se criminaliza el poder atraer a la política a perfiles profesionales cuando, además, estas cosas, dar clases o ir a tertulias o ejercer de abogado quita muy poco tiempo”, explican estas mismas fuentes. “Es muy falso todo”.

De momento, los planteamientos de Sánchez han sido trasladados a una Proposición no de Ley en la que el PSOE aboga por “promover las modificaciones normativas necesarias para poder disponer y hacer efectivo el principio de dedicación exclusiva de los miembros de las Cámaras a sus tareas de representación política, impulsando para ello el régimen de incompatibilidades establecido en la ley electoral”. Y sobre las actividades autorizadas por la Cámara, se especifica que “los parlamentarios no podrán percibir retribución periódica alguna”. Igualmente, el PSOE propone que el Congreso pueda “investigar las omisiones o falseamientos” de las actividades declaradas por los parlamentarios.

Alfonso Guerra, el mejor pagado

Si Sánchez cumple con su decisión de obligar a sus diputados a renunciar a esas retribuciones, la medida afectaría de lleno a algunos compañeros como el veterano Alfonso Guerra, que declaró en 2011 haber cobrado 15.800 euros en concepto de “conferencias y artículos” (entre otras cosas, mantiene una colaboración semanal en la revista Interviú). Una cifra que es algo inferior a lo que, en las filas de enfrente, declara la ‘popular’ Celia Villalobos por el mismo concepto, 22.200 euros.

Otro diputado, José Luis Ábalos, cobró 1.914 euros en 2010 por una columna semanal en la edición valenciana de ABC que continuó escribiendo hasta marzo de 2013. El exministro Jesús Caldera reconoce por su parte que cobró 6.439 euros por “artículos de prensa, conferencias y derechos de autor” y el expresidente andaluz, Manuel Chaves, también señala que “en ocasiones” pronuncia conferencias remuneradas. El navarro Juan Moscoso, habitual en tertulias y columnista de El Mundo, reconoce haber percibido por ello 2.646 euros en ese mismo año, 2010. En las filas del PP, Gabriel Elorriaga declaró 11.004 euros por lo mismo, “conferencias, artículos y seminarios”. Con las nuevas medidas de regeneración y exclusividad, Sánchez pone punto y final a lo que ha sido siempre una práctica habitual y muy extendida.