Gallardón juega a la ambigüedad: "Es muy difícil saber dónde estaremos hoy o mañana"

Gallardón sigue deshojando la margarita con un juego de palabras pretendidamente ambiguo sobre su futuro al frente de la cartera de Justicia. El ministro, que en los últimos días ha jugado la baza de la dimisión si su proyecto de ley sobre el aborto queda finalmente en un cajón, sigue sin despejar las dudas que se ciernen sobre su futuro. “Es muy difícil saber dónde estaremos hoy, mañana o dentro de un año”, la he respondido a la diputada socialista Carmen Montón. “No sé donde nos vamos a encontrar pero allí donde nos encontramos tenga por seguro que a mí me encontrará defendiendo los derechos de las mujeres y del concebido”, ha añadido.

Gallardón ha centrado hoy buena parte de la atención mediática y política de la habitual sesión de control de los miércoles en la que ha defendido que su defensa de la reforma no se basa en cálculos electorales sino en “profundas convicciones”.

El ministro, que ha abandonado el Congreso rápidamente en cuanto ha terminado su intervención, ha criticado que el PSOE quiera presentarse, en este asunto, desde la “pretendida superioridad moral de la izquierda”. Por ello, ha calificado de positivo que, durante todos estos meses en los que la reforma ha estado en el primer plano político, se haya producido “un profundo debate que ya solo por eso ya es profundamente extraordinario y positivo”. El ministro, eso sí, no ha hablado de plazos para que la ley pueda llegar al Congreso, y aunque ha defendido que los informes preceptivos han sido favorables, no ha dado pistas que puedan hacer pensar que la reforma llegará finalmente a la Cámara.

“Ni este ministro ni nadie del Gobierno ni del grupo parlamentario ha legislado nunca recortando la libertad de las mujeres. Defender el derecho a la vida lo entienden como legislar en contra de la libertad de las mujeres y están en profundo error”, ha replicado.

La amenaza de dimisión del ministro también ha sobrevolado sobre el cara a cara parlamentario que han mantenido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el portavoz del PSOE, Antonio Hernando. Éste le ha pedido que “dedique más tiempo” a coordinar a los ministros “para evitarnos el espectáculo de un ministro con amenazas de dimisión por no poder imponer su santa voluntad a las mujeres que quieren abortar”.

La vicepresidenta no ha contestado a esta última parte de la intervención de Hernando y ha abandonado el hemiciclo en compañía de Celia Villalobos, una de las voces más críticas del PP con el proyecto de Gallardón, con quien se ha ido hasta una de las salas de las que dispone el Gobierno en el Congreso. Gallardón juega con la ambigüedad: “Es muy difícil saber dónde estaremos hoy o mañana”