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Los investigadores del caso Gowex buscan a contrarreloj el dinero en paraísos fiscales
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SOSPECHAN DE LA VERSIÓN DE JENARO

Los investigadores del caso Gowex buscan a contrarreloj el dinero en paraísos fiscales

La Justicia no se va a quedar con los brazos cruzados tras la versión expuesta por el expresidente de Gowex, Jenaro García, y sus colaboradores

Foto: Jenaro García, tras su declaración. (Reuters)
Jenaro García, tras su declaración. (Reuters)

La Justicia no se va a quedar con los brazos cruzados tras la versión expuesta por el expresidente de Gowex, Jenaro García, y sus principales colaboradores. La estrategia trazada hasta ahora ha sido clara: una vez que la norteamericana Gotham City Research emitiera un demoledor informe en el que aseguraba que las acciones de la tecnológica no valían nada, había poco margen de maniobra, aunque si los responsables actuaban rápido las consecuencias podían ser menores.

Dicho y hecho: Jenaro García tardó menos de una semana en reconocer el contenido de ese informe y confesar que las cuentas de la compañía habían sido falseadas durante una década. Reconoce los hechos, se muestra como el único culpable de lo sucedido y entrega toda la documentación que corrobora tal fraude. Hasta ahí, todo apunta que está actuando de buena fe. Inicialmente, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz tenía pocos datos de lo sucedido y observó expectante las declaraciones de los principales dirigentes de la empresa suministradora de wifi. Ahora, los investigadores tienen una base más sólida de lo que García, el director financiero, Francisco Martínez Marugán, y otros directivos han podido estar haciendo.

La tesis oficial de los presuntos responsables es que efectivamente han falseado las cuentas y la compañía no tiene el capital que dijo tener. Es más, una vez descubierto el ‘pastel’ han tenido que presentar un concurso de acreedores voluntario. Sin embargo, los investigadores dudan de la veracidad de esta versión. El dinero invertido en la compañía en sus ampliaciones de capital, las cantidades ganadas por el propio negocio, se ha volatilizado y quienes están analizando los hechos sospechan que podría haber una gran cantidad de dinero en paraísos fiscales.

El objetivo primordial en esta investigación es encontrar ese dinero para poder pagar a los perjudicados. García reconoció el día que fue a declarar ante el juez que tiene una cuenta en Luxemburgo con casi cinco millones de euros, cuenta que ya ha sido bloqueada aunque no a tiempo para evitar que se sacaran de ahí los 600.000 euros que el expresidente de la compañía ha tenido que pagar en el Juzgado para evitar su ingreso en prisión.

Esa cuenta estaba a nombre de su mujer, Florencia Maté, también imputada como miembro del Consejo de Administración de la empresa. Pero se trata de una única cuenta. La teoría de los investigadores es que existe una red de empresas pantalla a través de la cual se ha ido moviendo el dinero sustraído de la compañía. Es más, ya hay voces que hablan de que el viaje de Maté a Costa Rica nada más conocerse el fraude tuvo como objetivo mover el capital que tuvieran en el país –frecuentemente utilizado para crear sociedades y desviar dinero–, extremo que todavía no ha podido ser confirmado.

Evitar la ocultación del dinero

Todas las alarmas están encendidas, ya que el tiempo es crucial para la causa. Mientras no aparezcan esas posibles cuentas extranjeras, más facilidad tienen los presuntos responsables del desfalco de mover el dinero y ocultarlo a la Justicia. De ahí que fuentes de la investigación explican que desde que se conoció el fraude se está trabajando para averiguar el paradero del dinero extraído, que debe ser encontrado, entre otras cosas, para pagar a los perjudicados, empezando por los trabajadores, que no cobran desde que saltó la noticia.

En los últimos días de julio, la Audiencia Nacional quiso evitar que Gowex, aún en funcionamiento, siguiera en un estado de desamparo, por lo que nombró administrador al consejero Javier Solsona, a quien Pedraz ha retirado su imputación para que pueda hacer frente a este nuevo encargo. Y es que el expresidente ha ofrecido en el Juzgado todas sus acciones de la compañía, asegurando que tienen un valor de casi 300 millones de euros cuando, en realidad, su precio es ya escaso tras conocerse el fraude.

Otra consecuencia de la aparición del dinero serían los delitos que podrían imputarse a los responsables. Por ahora, lo único que han reconocido es el falseamiento de cuentas que, por otro lado, era un hecho evidente. Sin embargo, si se demuestra el desvío de dinero a paraísos fiscales, se les podrían imputar delitos de blanqueo de capitales, delito fiscal, apropiación indebida e incluso fraude de subvenciones, en el caso de que se pudiera demostrar que el dinero concedido por la Administración Pública fue utilizado para otros fines.

Fuentes del caso reconocen que la estrategia de García ha sido buena. Una vez que Gotham lanzó su informe –que no era otra cosa que la exposición de unas pesquisas ya abiertas por la Agencia Tributaria–, el que era presidente de Gowex reaccionó rápido: asumió el fraude, entregó unos papeles y mostró su colaboración con la Justicia. De esta manera, evitó que se ordenara su ingreso en prisión, ya que no cumplía ninguna de las tres premisas que requiere esa medida cautelar: riesgo de fuga, destrucción de pruebas y reiteración delictiva.

Sin embargo, crecen las sospechas de que no ha dicho toda la verdad ni ha entregado toda la información de la que dispone, según estas mismas fuentes del caso. A la vuelta de verano, cuando el juez tenga nuevos informes encima de la mesa, seguirá interrogando a personas relacionadas de alguna u otra manera con el caso que arrojen más luz a este fraude.

La Justicia no se va a quedar con los brazos cruzados tras la versión expuesta por el expresidente de Gowex, Jenaro García, y sus principales colaboradores. La estrategia trazada hasta ahora ha sido clara: una vez que la norteamericana Gotham City Research emitiera un demoledor informe en el que aseguraba que las acciones de la tecnológica no valían nada, había poco margen de maniobra, aunque si los responsables actuaban rápido las consecuencias podían ser menores.

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