El PSOE perdería Zaragoza y Vigo con la propuesta del PP para elegir alcaldes

El PSOE se quedaría sin las alcaldías de Zaragoza (Juan Alberto Belloch) y Vigo (Abel Caballero), los dos principales ayuntamientos que ahora gobierna aunque perdió las elecciones municipales de 2011 en ambas ciudades. Esa sería la primera consecuencia de aplicar la norma de elección directa que maneja el partido en el Gobierno para garantizar que los alcaldes salgan de las candidaturas más votadas siempre que obtengan el 40 por ciento de los votos y una ventaja de más de cinco puntos sobre el segundo partido.

Los últimos comicios municipales fueron un desastre para los socialistas, que obtuvieron los peores resultados de su historia. Entre las capitales de provincia sólo se impusieron en Toledo, Cuenca, Soria, Lérida (PSC) y Tarragona (también PSC). Mediante acuerdos o pactos con otros grupos de izquierda se hicieron después con las alcaldías de Zaragoza, Segovia, Lugo y Orense. Entre las ciudades con más población también sumaron Vigo, Hospitalet (PSC), Avilés, Parla o Fuenlabrada.

Con tan pocos feudos municipales, ciudades donde ganan por clara mayoría, la citada fórmula de la elección directa de alcaldes resulta hoy perjudicial para el PSOE, al menos en el caso de repetir el fracaso de 2011. Con los resultados de comicios anteriores, sí le podría convenir porque donde quedaran primeros se librarían de tener que pactar con Izquierda Unida, el BNG o la CHA, sus actuales socios en algunos ayuntamientos.

Abel Caballero, alcalde de Vigo y vicepresidente de la Federación Española de Municipios, rechaza de plano cambiar el sistema de elección para adjudicar la mitad más uno de los concejales a la candidatura que supere el 40 por ciento. Hoy rige la ciudad con más población de Galicia pese a que el PP ganó los comicios con el 42 por ciento de los votos y obtuvo 13 concejales. Caballero perdió por ocho puntos, se quedó en el 34 por ciento, pero a sus 11 concejales sumó los 3 del BNG para hacerse con la alcaldía.

Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, está en la misma situación. En mayo de 2011 el candidato del PP, Eloy Suárez, ganó los comicios con el 41 por ciento de los votos, 131.000 frente a los 86.000 logrados por el dirigente socialista. Como Suárez se quedó a un escaño de la mayoría absoluta, con 15 ediles, Belloch (10 concejales) pactó con la Chunta Aragonesista (3) e IU (otros 3) para seguir en el cargo.

Las consecuencias del cambio en la ley electoral sí serían beneficiosas para los actuales alcaldes socialistas de Soria, Cuenca o Toledo, donde ya superaron el 40 por ciento de los votos en las elecciones de 2011 y en el supuesto de sufrir un desgaste electoral leve el próximo año se evitarían tener que negociar con IU o Podemos. Emiliano García-Page gobierna el ayuntamiento de la capital de Castilla-La Mancha con un solo concejal de diferencia sobre el PP.

La propuesta del PP es todo un reto para los socialistas, antiguos partidarios del sistema de doble vuelta que tampoco disgusta a los populares, pero que rechazan de plano el resto de los partidos. Si Pedro Sánchez se niega a negociar cambios en la ley electoral, puede ser acusado por los populares de ir a los comicios resignado a otra derrota y a los pactos posteriores con los grupos nacionalistas de izquierda, IU e incluso Podemos.