El alcalde de La Granja da un paso al frente para liderar el PSOE de Castilla y León

Pedro Sánchez, nuevo secretario general del socialismo español, ha apaciguado –dicen, aunque habrá que verlo- los ánimos en el camarote de los hermanos Marx del PSOE: le ha dado a Susana Díaz lo que ha querido –la presidencia del partido en el nombre de Micaela Navarro y el Consejo de Política Federal–, ha lanzado unas migajas al gaznate del presidente asturiano, Javier Fernández (Consejo para la Transición Industrial y Energética), les ha bajado los humos a Madina y Pérez Tapias, se ha arrejuntado con Carme Chacón… Lo dicho: ha pacificado -al menos metafóricamente- toda la estructura del PSOE ¿Toda? ¡No! Un reducto de socialistas, los de Castilla y León, siguen dando guerra, tutelados por una Comisión Gestora y buscando un líder que haga lo que Sánchez a nivel nacional: calmar los ánimos y unir al partido.

En Castilla y León hay dos corrientes enfrentadas desde hace tiempo. Una, la lidera el hasta hace unos días secretario de Organización, Óscar López; la otra, el que fuera, hasta hace unas semanas, secretario regional, el diputado palentino Julio Villarrubia.

López y Villarrubia son como el agua y el aceite: se repelen mutuamente. Antes disimulaban un poco, por el qué dirán; ya, ni eso.

Pero la felicidad va por barrios. A Óscar López, Pedro Sánchez le ha indicado el camino hacia el Senado, como futuro jefe del Grupo Parlamentario. Seguirá en el primer nivel de la política pero dejando atrás su puesto de portavoz en las Cortes de Castilla y León, que ahora ostenta.

Villarrubia lo tiene algo peor. Ahora sólo es diputado por Palencia en la Carrera de San Jerónimo y rumia la maniobra por la que Óscar López le descabalgó de la secretaría regional del partido como quien dice ayer mismo.

Y la pregunta ahora es: ¿Quién va a liderar el PSOE castellano y leonés para batirse en combate ante un PP que gobierna esos lares desde tiempos casi remotos y, además, en un territorio en el que IU, Podemos y UPyD ganan posiciones, según revelan las últimas elecciones europeas?

Descartado Óscar López, le tocará mover ficha a Julio Villarrubia. En el partido hay quienes le piden que dé el do de pecho, mientras otros -muchos de ellos secretarios provinciales- le sugieren que tire la toalla y se recluya en sus dominios palentinos, en los que el jurista es todo un símbolo.

Entre medias, la opción de una traída y llevada 'tercera vía', que presentaría como hipotético candidato a un militante que teledirigiría bien López o bien Villarrubia. Hipótesis, dicen dentro del propio partido, poco recomendable si de lo que se trata es de dar una imagen nueva a la centenaria formación.

¿Alternativas? La única conocida es la del alcalde socialista de la Granja de San Ildefonso, José Luis Vázquez, que ha anunciado que peleará por la secretaria regional. Dicen de él que es pedrosanchista y que tiene pocas opciones de hacerse con el poder, pero lo mismo se decía del bisoño Pedro Sánchez y allí esta, en Ferraz, colocando sus fotos personales en el despacho del secretario general del PSOE.

"He decidido dar ese paso, presentar mi candidatura a la secretaría regional del PSOE en Castilla y León. Estoy muy ilusionado y convencido. Yo soy un alcalde, una persona de consenso. Lo que no sé, porque eso lo tendrán que decir los militantes, es si soy la persona que necesita ahora el partido", dice a El Confidencial José Luis Vázquez, con un bagaje de 20 años en el municipalismo. "Tenemos que ser capaces de concitar la confianza de los ciudadanos para poder gobernar en Castilla y León. Hemos de ser capaces de tener un líder unívoco e incuestionable".

Según Vázquez, "soy consciente de que la imagen que hemos proyectado los socialistas en Castilla y León es la de que sólo nos hemos preocupado de nuestras cosas y de nuestros intereses. No hemos sabido conectar con la gente. En este proceso que se abre, las personas tienen que ser nuevas y eso es lo ilusionante. Les agradezco (a Óscar López y a Julio Villarrubia) lo que han hecho, les reconozco su bagaje, pero no son garantía para conectar con los ciudadanos por lo que representan. Óscar ha comprendido que no puede ser parte de esa nueva dirección y Julio ha de recapacitar".

El alcalde de la localidad segoviana de La Granja es tremendamente crítico con el pasado reciente del PSOE en la región ("Cualquier intervención de Óscar López en las Cortes de Castilla y León ha tenido una respuesta inmediata por parte del PP haciendo referencia a las crisis internas del partido o a su puesto como secretario de Organización y eso es insostenible") y apuntala su candidatura en el conocimiento que da el ejercicio de la Alcaldía en su proximidad con los vecinos: "Yo hablo de lo que conozco; de los parados y de los desahuciados, que en los últimos años ha sido una desgraciada cotidianeidad porque el Gobierno sólo ha pensado en la economía y la gente necesita política. Mi candidatura no tiene que generar ningún recelo en el partido".

Pero no todo acaba en Vázquez. En algunos mentideros se sugiere el nombre de la vallisoletana Soraya Rodríguez, que podría quedarse descolgada con la irrupción de Sánchez en el aparato socialista. Ella dice que no está interesada en el asunto; con lo cual puede ser que sí. Cosas de la política.

Ayer mismo, la Comisión Gestora fijó el próximo 4 de octubre como fecha para que los militantes elijan a su nuevo secretario general, que ratificaría, previsiblemente, la Ejecutiva en el Congreso Extraordinario previsto para el 18 del mismo mes en Valladolid. Además, en septiembre habrá de abordarse el debate sobre el proceso de primarias para elegir al que habrá de ser el candidato del PSCyL a la Junta de Castilla y León.

¿Puede haber más candidatables a la cúspide socialista en CyL? Pues sí, claro. Ancha es Castilla, y más si se le suma León.