Mas crea una ‘guardia pretoriana’ en Convergència para sustituir a Oriol Pujol

Golpe de efecto de Artur Mas: el abandono de Oriol Pujol como secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y de Josep Antoni Duran Lleida como secretario general de Convergència i Unió (CiU) es la excusa perfecta para remodelar la cúpula nacionalista y preparar al mayor partido de Cataluña para una intensa agenda a la vuelta delas vacaciones, con varios hitos en el camino: Diada Nacional de Cataluña, consulta del 9 de noviembre y elecciones municipales en la primavera del 2015.

El comité ejecutivo convergente se reunió de manera extraordinaria esta mañana y determinó nombrar una nueva cúpula colegiada de 10 personas para sustituir a Pujol, coordinada por el secretario de Organización, Josep Rull, a quien se le delegan tanbién las principales funciones del antiguo secretario general, por lo que se convierte en el nuevo coordinador general de la formación. En esta nueva cúpula se integran el portavoz gubernamental y consejero de Presidencia, Francesc Homs; el presidente y portavoz parlamentario, Jordi Turull; el portavoz adjunto de CiU en Madrid, Pere Macias; el coordinador de régimen interno, Francesc Sánchez; la presidenta del consejo nacional de CDC y consejera de Educación, Irene Rigau; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; y la diputada y responsable de Política Sectorial, Meritxell Borràs. A este comité se le añade, por primera vez, la alcaldeda de Sant Cugat, Mercè Conesa, como portavoz del partido. En resumidas cuentas, todas ellas personas de la máxima confianza de Mas.

“Desde el momento en que Oriol Pujol renunció a su cargo, teníamos que tomar decisiones rápidas porque nos espera una agenda muy densa e intensa apartir de septiembre y todos los instrumentos de nuestro país han de estar al día para hacer frente a esta agenda. En unas semanas, deberemos encarar todos los retos del país, que serán mayúsculos y CDC ha de estar a la altura de lo que vendrá y a la altura del calendario político que nos espera”, señaló el presidente catalán, Artur Mas, tras la reunión dela ejecutiva.

Asimismo, explicó que “hemos decidido que no tendremos secretario general, porque ello exigiría un congreso extraordinario y de ahí que hayamos elegido a esta nueva dirección colegiada, que deberá ser ratificada por el consejo nacional de Convergència el próximo 6 de septiembre”.

Mas detalló que este sanedrín será el que lleve el día a día de CDC, aunque con sus decisiones supeditadas tanto al comité ejecutivo como al consejo nacional, que es el máximo órgano de dirección entre congresos. La ejecutiva convergente aprovechó también para proponer como secretario general adjunto de CiU a Lluís Corominas, después de que el democristiano Ramon Espadaler fuese escogido para sustituir a Duran como secretario general de la federación.

El presidente catalán también justificó la premura de los nombramientos por la “densa e intensa” agenda apartir de septiembre. “Al margen de la consulta y del derecho a decidir, hay otros temas de máxima trascendencia –añadió Mas-. Por ejemplo, cómo se va levantando el país desde un punto de vista nacional, económico e institucional. No hay que olvidar que la mitad de puestos de trabajo de España se han creado en Cataluña y somos sólo el 16% de la población española. Haciendo los deberes como todos, nos hubiera correspondido, pues, el 16% del empleo. Pero haciendo los deberes mucho más que los otros, la mitad la aporta Cataluña. Todo esto cuenta, porque levantar el país es ayudar a crear empleo, levantar la economía, estabilizar las finanzas públicas, garantizar los servicios píublicos, no añadir nuevos recortes, dirigir la Generalitat de manera austera y eficaz, ser los más transparentes… todo esto es levantar el país. Pero además, tenemos el tema del derecho a decidir y la consulta del 9 de noviembre. Todo esto cogerá especial intensidad a partir de septiembre y por eso es importante que el calendario partido no pase por delante del calendario país. Pero como el partido está al servicio del país, ha de tener todos sus mecanismos perfectamente engrasados, perfectamente definidos, y eso obligaba a tomar estas decisiones rápidas y lo más operativas posible”.

Aprovechó el president para lanzar un daro envenenado a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que cada vez que alguien le pregunta si entrará en el Gobierno, silba y mira hacia otro lado. “CDC continúa teniendo mucha penetración en el territorio y es el partido, junto con Unió, que tiene las mayores responsabilidades del Gobierno, comiéndose todos los marrones. Ésta es nuestra mochila y muy cargada de peso, pero la llevamos con la máxima dignidad posible, intentando ser eficaces. Por ello, el principal encargo que tenemos no es resituar el partido, puesto que éste está al servicio del país, sino poner sus mejores activos al servicio de Cataluña y su gente”.

Pero la indirecta a ERC fue muy clara: “A 25 de julio, quien se come los sapos es CiU. Y no nos quejamos, porque si los ciudadanos nos dieron su confianza en momentos muy difíciles debía ser porque la gente pensaba que teníamos capacidad para comernos esos sapos. Lo que pasa es que a lo mejor eran más gordos de lo que creíamos”.