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Boxeo de cuello blanco en el hipódromo de la Zarzuela
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DOS PUBLICISTAS COMPITEN POR PRIMERA VEZ

Boxeo de cuello blanco en el hipódromo de la Zarzuela

El combate no duró un asalto. El publicista José González, 42 años, caía al suelo veinte segundos después de lanzar el primer puñetazo a su contrincante,

El combate no duró un asalto. El publicista José González, 42 años, caía al suelo veinte segundos después de lanzar el primer puñetazo a su contrincante, también publicista, Jaime Herreros. Los dos debutaban como boxeadores. El cuadrilátero se improvisó en la pradera sur del hipódromo de la Zarzuela que, por primera vez, se convertía en el escenario donde se celebraba el primer combate de boxeo entre altos ejecutivos en España. El espectáculo, presentado por Silvia Jato, fusiona el boxeo de primer nivel en un contexto de fiesta social. No faltó en toda la noche música, espectáculo, cena, barra libre... todo incluido en un ambiente chill out. El público se mostró durante toda la jornada muy entregado con el espectáculo. Solo se echó las manos a la cabeza cuando el púgil amateur sufrió ese traspié (esguince de rodilla) que le forzó a abandonar el recinto a lomos de una camilla médica mientras lloraba sin consuelo.

González y Herreros habían sido seleccionados entre otros diez ejecutivos más para inaugurar una opción de entretenimiento cada vez más cotizada en Singapur, Londres, Hong Kong o Chicago. Ambos han estado meses preparando a fondo un combate con un entrenador de lujo, Javier Castillejo, ocho veces campeón del mundo, que desveló a El Confidencial minutos antes de que comenzara el espectáculo que practicar este deporte es beneficioso para la mente. “Suelen ser personas con un alto nivel de estrés, que trabajan con mucho agobio. Practicar boxeo les alivia”.

El boxeo entre altos directivos es una práctica muy extendida en Nueva York y Londres que el abogado Fernando Anaya, el primer español en participar en un combate white collar, ha traído hasta España. “El objetivo es enfrentar en un combate de tres asaltos de dos minutos con un casco. Una vez acabado el tercer asalto, los dos contrincantes se abrazan y demuestran ante todos que están en forma, que tienen valores, que están trabajados y que, aunque no son boxeadores profesionales, este depo rte les mantiene en forma”, narraba a este diario antes del asalto que no pudo terminarse.

La experiencia que se vivió anoche en el hipódromo no será un hecho puntual. Los organizadores han reservado el próximo martes para repetir la historia con otros dos ejecutivos todavía sin identificar. El objetivo de Youboxig es organizar dos combates de white collar este verano y, el próximo ejercicio, cerrar combates con directivos de Wall Street y de la City. “Queremos crear una comunidad con financieros, banqueros y abogados que tengan un perfil similar y que sientan la misma pasión por el boxeo”, añade Anaya. También hubo combates profesionales, donde lucharon dos campeones actuales de la Unión Europea.

Las puertas del hipódromo se abrieron a las siete de la 7,30 de la tarde y poco a poco se congregaron hasta 1.500 invitados. Dos Dj, Alex DC y Miki Pavon, y el grupo Mirror Frequency amenizaron un acto en el que se dejaron ver algunos invitados VIP como la cantante Soraya Arnelas con su pareja o Míster España 2014, Nacho Ros. La fiesta del boxeo en la casa más mítica de las carreras de caballos se clausuró entrada la madrugada.

El combate no duró un asalto. El publicista José González, 42 años, caía al suelo veinte segundos después de lanzar el primer puñetazo a su contrincante, también publicista, Jaime Herreros. Los dos debutaban como boxeadores. El cuadrilátero se improvisó en la pradera sur del hipódromo de la Zarzuela que, por primera vez, se convertía en el escenario donde se celebraba el primer combate de boxeo entre altos ejecutivos en España. El espectáculo, presentado por Silvia Jato, fusiona el boxeo de primer nivel en un contexto de fiesta social. No faltó en toda la noche música, espectáculo, cena, barra libre... todo incluido en un ambiente chill out. El público se mostró durante toda la jornada muy entregado con el espectáculo. Solo se echó las manos a la cabeza cuando el púgil amateur sufrió ese traspié (esguince de rodilla) que le forzó a abandonar el recinto a lomos de una camilla médica mientras lloraba sin consuelo.

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