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El PP espera que Rajoy mueva el banquillo después de colocar a Cañete y a Guindos
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dentro de la denominada 'ofensiva de otoño'

El PP espera que Rajoy mueva el banquillo después de colocar a Cañete y a Guindos

Los movimientos de Rajoy en la UE han creado en el PP ambiente de movimientos de banquillo después del verano, y hasta de remodelación del Gobierno

Foto: Luis de Guindos y Miguel Arias Cañete, en el pleno del Congreso. (Efe)
Luis de Guindos y Miguel Arias Cañete, en el pleno del Congreso. (Efe)

Los últimos movimientos de Mariano Rajoy en la Unión Europea han creado en el PP ambiente (o esperanza) de ver movimientos de banquillo para después del verano, y hasta de remodelación del Gobierno a final de año. El cierre del pacto entre populares y socialistas para que Jean-Claude Juncker presida la Comisión Europea garantiza a Miguel Arias Cañete ser comisario. Dejará su portavocía parlamentaria en la Eurocámara a Esteban González Pons, actual vicesecretario general del PP. Además, la apuesta (ahora oficial) del presidente del Gobierno por el ministro de Economía, Luis de Guindos, para dirigir el Eurogrupo le obliga a remodelar el Ejecutivo.

Son las dos jugadas fundamentales que Rajoy prepara para encajar las piezas dentro de lo que en el PP llaman la ‘ofensiva de otoño’, destinada a enmendar el problema constatado con el fracaso en los comicios europeos: buena parte de su electorado más fiel le ha dado la espalda.

Rajoy ha pedido a María Dolores de Cospedal un plan específico para reactivar a la organización ante el próximo ciclo electoral (municipales en mayo próximo) y en el partido esperan lo mismo del Ejecutivo, un nuevo impulso político y decisiones de gobierno, como la rebaja de impuestos, que permitan la reconciliación con el electorado.

Sin responsables del fracaso del 25-M

En la dirección del PP nadie ha asumido responsabilidades por la sangría de votos sufrida el 25-M. El recurso ofrecido desde el Ejecutivo para salvar la cita se basaba en la campaña sobre la mejora en la situación económica. Pero no sirvió para movilizar a su electorado descontento con decisiones como los recortes y las subidas de impuestos aplicadas por Rajoy en dos años largos de mandato.

En fuentes del partido en el poder reconocen ahora que la tarea era difícil después de tomar tantas medidas impopulares y cuando la percepción ciudadana sobre la mejora en la economía no puede pasar aún de ser incipiente. Los análisis indican un comportamiento desigual entre distintas regiones y provincias a la hora de poner en marcha al partido.

Nadie quiere en el PP personalizar las culpas del fracaso en la campaña, responsabilidad genérica de la secretaria general, aunque la dirección directa fuera del vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, y del candidato Miguel Arias. Señalan al Gobierno y admiten que tampoco Rajoy tenía ni tiene otro camino que las reformas aplicadas. Además, Cospedal consiguió en Castilla-La Mancha una de las ventajas más claras sobre los socialistas de las obtenidas por el PP en toda España.

Ante esa situación y a la espera del plan que presente la secretaria general a Rajoy en septiembre para reforzar la acción del partido, los acuerdos de los últimos días alcanzados en Bruselas han desatado entre los dirigentes del PP las hipótesis de los primeros movimientos en el banquillo. El pacto entre populares y socialistas para hacer presidente de la Comisión a Juncker cierra el principal problema que tenía Rajoy para colocar a Arias Cañete en el colegio de comisarios.

El PSOE olvidará el ‘desliz machista’ de Cañete

Según fuentes de los populares, queda descartado cualquier movimiento de veto de los socialistas europeos al ex ministro de Agricultura a cuenta de su desliz machista después del debate con Elena Valenciano. Miguel Arias será comisario en la nueva Comisión Europea, aunque queda por ver con qué rango y en qué cartera.

El empeño de Rajoy en impulsar la candidatura de Luis de Guindos para la presidencia del Eurogrupo puede limitar la aspiración de Miguel Arias a ser vicepresidente de la Comisión. De entrada, cuando se forme el nuevo gobierno de la UE, Esteban González Pons se hará con las responsabilidades y la dedicación plena propia de ser portavoz del Grupo Popular en la Eurocámara. Como tal seguirá en la dirección nacional del PP sin necesidad de mantener sus actuales funciones de vicesecretario de programas.

González Pons ha trabajado en la dirección del partido con unas responsabilidades muy por encima de su título. Tuvo que fajarse en la respuesta al caso Bárcenas y después tirar de la campaña europea. Ahora prepara la escuela de verano del partido, pero a partir de septiembre necesitará consagrarse a la función de portavoz parlamentario. Su puesto quedará vacante de hecho.

El movimiento de Luis de Guindos

Al margen de los posibles movimientos de cambio o refuerzo en la dirección del partido, en el Gobierno también corren vientos de renovación. Si Rajoy logra a partir del próximo Consejo Europeo un compromiso formal del resto de los jefes de ejecutivo de la UE para que Luis de Guindos sea el próximo presidente del Eurogrupo, la crisis en el gabinete será un hecho antes de fin de año. Cañete será el perjudicado porque su vicepresidencia, no la comisaría, se complicaría en septiembre.

El nombramiento no puede ser inminente porque al actual responsable del Eurogrupo le queda mandato hasta 2015 y además hay que reformular el cargo con el fin de que sea de dedicación plena, no como hasta ahora de mera coordinación de los ministros de Economía. Habría que esperar al otoño o a fin de año. Son las fechas que los dirigentes regionales del PP consideran ideales para promover un cambio de caras en el Gobierno ante el tramo final de la legislatura autonómica que concluye en mayo. Para entonces el propio gabinete de Rajoy entrará en su tercer año de mandato.

Cambiar al ministro de Economía es una crisis de Gobierno en toda regla y en algunos sectores del partido tienen la esperanza de que Rajoy aproveche para prescindir de algunos de los ministros más quemados, como José Ignacio Wert o Ana Mato, antes de presentarse a las elecciones propias (mayo) o las generales, en noviembre.

Los últimos movimientos de Mariano Rajoy en la Unión Europea han creado en el PP ambiente (o esperanza) de ver movimientos de banquillo para después del verano, y hasta de remodelación del Gobierno a final de año. El cierre del pacto entre populares y socialistas para que Jean-Claude Juncker presida la Comisión Europea garantiza a Miguel Arias Cañete ser comisario. Dejará su portavocía parlamentaria en la Eurocámara a Esteban González Pons, actual vicesecretario general del PP. Además, la apuesta (ahora oficial) del presidente del Gobierno por el ministro de Economía, Luis de Guindos, para dirigir el Eurogrupo le obliga a remodelar el Ejecutivo.

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