Rubalcaba deja el Congreso entre aplausos y dará clases de química en septiembre

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que será relevado en ese cargo en el próximo congreso extraordinario de su partido el mes que viene, renunciará a su escaño en el Congreso en septiembre. Lo ha anunciado en la Cámara baja mientras se celebraba el pleno extraordinario para aprobar el aforamiento de los miembros de la Casa Real, votación en la que el grupo socialista, con su jefe de salida, se abstendrá.

Poco después, el presidente del Congreso, el popular Jesús Posada, pedía un homenaje desde la presidencia para Rubalcaba por su "comportamiento ejemplar" y porque, dijo, quedará en la historia como "un gran parlamentario". El aún líder de la oposición ha recibido entonces el aplauso de su bancada, puesta en pie, a la que se han ido sumando la mayoría de los diputados presentes, incluidos los del Partido Popular. Con Soraya Rodríguez y Eduardo Madina a su lado, un emocionado Rubalcaba se ha quedado en su escaño aguantando a duras penas la emoción y pidiendo que cesará una ovación que ha durado cerca de un minuto. Como dijo él mismo al dimitir tras el 25-M, "aquí en España se entierra muy bien".

Rubalcaba volverá a la Universidad Complutense, donde tiene plaza como profesor en la facultad de Químicas, para empezar el próximo curso. El dirigente socialista ha sido diputado en el Congreso desde 1993, con su partido en el poder y en la oposición, y por varias circunscripciones como Cantabria, Cádiz o Madrid.

El alejamiento completo de la política del exvicepresidente del Gobierno, exministro del Interior y de la Presidencia (con Felipe González y luego con José Luis Rodríguez) es fruto de su decisión de dimitir como secretario general del PSOE, paso que dio después de las elecciones europeas del pasado 25 de mayo que supusieron otro severo revés de los socialistas.

Rubalcaba todavía tendrá que ejercer de presidente del grupo parlamentario socialista y de jefe de la oposición en el pleno extraordinario que el Congreso convocará para la segunda semana de julio. Pese a ello ha preferido confirmar su renuncia hoy mismo minutos antes de que los socialistas, después de aprobar la ley de abdicación del Rey, se vayan a abstener en el cierre del proceso sucesorio de la Corona: el arreglo del estatus jurídico de Don Juan Carlos.

La decisión del PSOE, con Rubalcaba de salida, ha sido criticada abiertamente por Felipe González y la vieja guardia del partido por considerarlo un desmarque de las obligaciones institucionales del grupo parlamentario. En el Gobierno se han limitado a constatar su incomprensión ante la postura de los socialistas aunque, al mismo tiempo, en fuentes del PP apuntan que el secretario general dimitido no ha podido ya imponer disciplina interna alguna al estar abierta en el grupo la lucha por su propia sucesión.

En septiembre, el grupo socialista tendrá otro presidente (el nuevo secretario general) y otro portavoz y jefe de los diputados del PSOE, el que nombre la nueva dirección. Rubalcaba dejará el escaño entonces y se librará de estar sobre la autoridad de los nuevos responsables del partido y el grupo. El todavía secretario socialista ha comunicado a Madina su decisión de abandonar la formación minutos antes de comunicarlo públicamente. Con Pedro Sánchez, el otro candidato, todavía no ha hablado.