Un juez suizo frena la investigación de Ruz con un auto y da esperanzas a Bárcenas

El extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas acaba de ver algo de luz en la investigación que hay abierta contra él en el caso Gürtel, que le ha llevado a pasar ya casi un año de prisión preventiva. Un juez del Tribunal Penal Federal suizo acaba de ordenar al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que no utilice, de manera cautelar, ninguna información remitida por las autoridades helvéticas.

Es decir, aunque Suiza haya enviado al magistrado toda la información reclamada sobre las cuentas que el exsenador tenía en este país, por ahora no las va a poder utilizar para su procesamiento, lo que implica que el caso se retrasa aún más hasta que el tribunal decida finalmente sobre la autorización. La defensa de Bárcenas va a reclamar al instructor que esa suspensión la acuerde de manera automática, aunque fuentes jurídicas aseguraban ayer mismo que Ruz todavía no disponía de la resolución suiza.

Las defensas buscarán la nulidad

Esta decisión del país helvético es un golpe para la instrucción del caso Gürtel, que lleva abierta desde 2009. Ruz ya está con los últimos flecos y se esperaba que la diera por concluida en cualquier momento para proceder al procesamiento de aquellos imputados contra los que considere que existen suficientes indicios para sentarlos en el banquillo de los acusados. Las defensas, y no sólo la de Bárcenas, ya están esperando a que Suiza resuelva sobre la autorización a la Justicia española para usar los datos, porque en este asunto hay una ingente cantidad de documentación remitida por este país al tener muchos de los imputados –desde Correa y sus principales acólitos a varios alcaldes de ayuntamientos madrileños como excargos de la Comunidad de Madrid– cuentas en Suiza, desde donde movían el dinero a través de testaferros y empresas pantalla.

En el caso que Suiza acepte el recurso presentado por Bárcenas y Yáñez, los letrados defensores intentarán no sólo que quede anulada toda la documentación, sino todas las pruebas realizadas a raíz de esa información. Sin embargo, fuentes jurídicas explican que para que eso ocurra se tendría que haber cometido una vulneración de derechos fundamentales, algo que en este caso no se ha producido porque las autoridades españolas habían solicitado el empleo de esa información y un juez helvético se lo había concedido.

La Fiscalía Anticorrupción había solicitado a las autoridades de este país poder utilizar la documentación remitida acerca de Bárcenas para su investigación sobre la trama liderada por Francisco Correa, según fuentes jurídicas. La respuesta fue positiva hasta que tanto Bárcenas como uno de sus presuntos testaferros, Iván Yáñez, recurrieron la decisión. Ahora, un juez suizo acaba de acordar la suspensión cautelar de la autorización acordada para que Ruz pudiera emplear la valiosa documentación para formalizar con más indicios la imputación.

Cuando las autoridades suizas conceden la autorización, detallan para qué delitos de los que se persiguen a la persona con cuentas en su país pueden ser utilizados. En su legislación, hay diferencia entre el delito contra la Hacienda Pública y el delito de fraude fiscal obtenido a través del engaño. Normalmente, respecto del primero –es decir cuando un cliente omite pagar a la Hacienda de su país–, Suiza no colabora o fija en la autorización que por ese delito no puede ser investigada la persona respecto de la cual aportan información. Respecto del segundo delito, sí que coopera, según explican fuentes jurídicas. En el caso de Bárcenas, está imputado por varios delitos contra la Hacienda Pública, un delito continuado de blanqueo de capitales, otro de falsedad documental, uno de estafa procesal en grado de tentativa y un delito de cohecho.

Cuando el tribunal federal se pronuncie sobre la autorización definitiva de la documentación remitida sobre Bárcenas, deberá especificar si no puede ser empleada la información contra algunos de los delitos por los que se le persigue. Fue precisamente desde que Suiza remitió toda la información sobre las cuentas del extesorero del PP en el Dresdner Bank, a principios del 2013, cuando comenzó su calvario.

Hasta ese momento, los indicios que había contra él eran leves, aunque sí constaban entre la documentación intervenida a Correa las iniciales L.B. como receptor de comisiones por parte de la trama Gürtel. Sin embargo, Bárcenas estaba en un plano muy bajo de la investigación. Es más, cuando el caso lo instruía el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid Antonio Pedreira, se llegó a sobreseer provisionalmente la imputación tanto de él como de su esposa, Rosalía Iglesias.

Suiza dio el campanazo cuando envió todos los movimientos de las cuentas del dirigente 'popular', donde constaba que había llegado a acumular 22 millones de euros, a los que se sumarían otros 26 que aparecieron en otra comisión rogatoria remitida posteriormente sobre cuentas en el Lombard Odier. Fue a partir de ese momento cuando el caso Gürtel dio un giro y pasó a tener como principal protagonista a Bárcenas, dejando en un segundo plano a Correa.

Desde entonces, Ruz ha enviado continuas comisiones rogatorias tanto a Suiza como a otros países para buscar más dinero de Bárcenas. Todavía esta semana, emitía una nueva para que el país helvético le remitiera información sobre otras dos posibles cuentas del extesorero.

Es más, ante la cantidad de dinero que manejaba el extesorero –que él siempre ha justificado como buenos negocios bursátiles, inmobiliarios y de arte– y sus continuos movimientos a otros países para evitar que la Justicia lo detectase y así evitar su embargo, Ruz decidió enviarle a prisión preventiva el pasado mes de julio, hace casi un año, donde continúa a pesar de sus insistentes peticiones por quedar en libertad.