"Marcelino Iglesias está a punto de llegar. No montes una escena o jodes el negocio"

"Santiago, por favor, el presidente de Aragón está a punto de llegar. No montes una escena o nos jodes esta operación, y entonces no voy a tener un duro para pagarte". La frase, dirigida al empresario Santiago Sánchez Valor, la pronunció el constructor vasco Francisco Patxi Aramburu en el hall del hotel Meliá Zaragoza a finales de 2008, en vísperas de que la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio (CPOT) cambiase de criterio y aprobara, de forma inesperada, un macroproyecto urbanístico impulsado por Construcciones Sagain, propiedad de Aramburu y su socio, Ignacio Unsain, que la propia comisión había tumbado unos meses antes.

Según el relato de Sánchez Valor, a la discreta reunión en el hotel Meliá Zaragoza acudieron el entonces presidente de Aragón, Marcelino Iglesias; el empresario y dueño del Real Zaragoza, Agapito Iglesias –sin parentesco con el anterior, aunque muy cercano a él–, y los ya citados Aramburu y Unsain. "Yo me presenté en el hotel para exigir a Aramburu y Unsain el pago de las deudas que tenían con mi empresa, que me estaban ahogando. Cuando me vio llegar, Patxi me abordó en el hall y me dijo: 'Santi, si montas un escándalo, el que está a punto de llegar se monta en el coche oficial y se larga. Tenemos que desbloquear la operación de Centrovía para recuperar dinero, porque estamos arruinados".

"Dentro pude ver a Agapito y a Iñaki Unsain", prosigue Sánchez Valor. "Y Patxi me explicó entonces que estaban esperando a Marcelino Iglesias, y que llegaría de un momento a otro. 'No montes una escena o nos jodes esta operación', me insistió. Tres días más tarde, Aramburu y Unsain me dieron las gracias y me explicaron que habían pagado en efectivo un millón de euros al presidente de Aragón, que retiraron de una sucursal cercana de Caixa Galicia [actual Evo Banco], a cambio de facilitar el cambio de calificación urbanística de la 6ª fase del polígono industrial Centrovía. Y, efectivamente, con el pago de esa comisión se desbloqueó la operación".

Construcciones Sagain había adquirido en 2005 una dehesa de 239 hectáreas de suelo rústico en el término municipal de La Muela, cercano a Zaragoza, a precio de saldo. El pelotazo supuestamente urdido por Aramburu y Unsain pasaba por forzar la recalificación de esos terrenos como suelo urbanizable de uso industrial para levantar en ellos la 6ª fase del polígono Centrovía, un negocio que prometía ser redondo por la ubicación de la parcela: junto a la autovía Madrid-Barcelona y muy cerca de la Plataforma Logística de Zaragoza y el aeropuerto de la capital. Tan sólo era necesario que la CPOT avalase la recalificación. Pero la comisión la tumbó.

En un informe emitido el 11 de agosto de 2008, más de tres meses antes de la reunión en el hotel Meliá Zaragoza, la CPOT denegó la operación urbanística diseñada por Aramburu y Unsain con el argumento de que la 5ª fase del polígono Centrovía aún estaba pendiente de ejecución, y que sus dimensiones eran más que suficientes para asegurar el desarrollo industrial de La Muela, por lo que era innecesario acometer las obras de la 6ª fase. Sin embargo, cuatro meses más tarde, justo después de la reunión en el hotel Meliá Zaragoza, la CPOT cambió radicalmente su dictamen anterior y aprobó el proyecto.

Como ya reveló este diario, un informe de la Brigada de Blanqueo de Capitales de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, fechado en enero de 2009, sostiene que la aprobación del proyecto de delimitación de la 6ª fase en favor de los intereses de Construcciones Sagain "se produjo a pesar de que unos meses antes este mismo órgano [la CPOT] había rechazado ese mismo proyecto y de que no habían cambiado las circunstancias que motivaron su denegación, es decir, continúa el excedente de suelo industrial en este municipio [La Muela], puesto que la 5ª fase seguía sin arrancar".

Aramburu y Unsain están imputados por varios delitos de corrupción en el caso La Muela, en el que también figura como imputada la exalcaldesa del municipio, María Victoria Pinilla. El fiscal del caso acusa a esta de haberse enriquecido ilícitamente favoreciendo con recalificaciones irregulares a varias empresas constructoras, entre ellas Construcciones Sagain. Agapito Iglesias, por su parte, está imputado en el conocido como caso Plaza, el mayor escándalo de corrupción en la historia de Aragón por la presunta malversación de millones de euros de fondos públicos en la construcción de la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza). El dueño del Real Zaragoza se enfrenta a una pena de 20 años de prisión.