El plan de Díaz: Secretaría General en julio, adelantar elecciones y Moncloa en 2015

La clave es no lanzarse antes de tiempo. Dejar que el resto de aspirantes se queme, aglutinar –más– adeptos susanistas y presentar su candidatura al congreso de julio para venderla como si fuera por aclamación. Esa es la primera etapa del plan de Susana Díaz, una política que con menos de 40 años sabe que le ha llegado su hora para intentar el definitivo asalto al poder nacional orgánico e institucional, como confirman a este diario distintas fuentes consultadas del PSOE andaluz.

Díaz quiere ser secretaria general del PSOE, convertirse en la lideresa indiscutible del partido. Pero no sólo eso. También ambiciona presentarse a la Moncloa mediante primarias apoyándose en el todopoderoso aparato del socialismo andaluz, que ella controla con mano férrea. ¿Los obstáculos? Dos: primero, necesita que en el congreso de julio la Secretaría General la elijan los delegados, no las bases, porque en ellos son mayoría en Andalucía. Y dos: fue auspiciada por José Antonio Griñán para ser número 1 del PSOE-A y presidenta de la Junta, y necesita el apoyo en votos de los ciudadanos andaluces para considerarse legitimada para el cargo. No le gusta nada que le recuerden que no ha sido elegida por los ciudadanos jefa del Gobierno andaluz.

La consecuencia inmediata para que el plan de Díaz se desarrolle con éxito sería el adelanto de las elecciones autonómicas andaluzas, previsto en principio en marzo de 2016 y que se celebraría este próximo otoño. La presidenta aprovecharía el tirón que le ha supuesto ganar por goleada al PP de Juan Manuel Moreno las elecciones europeas en la comunidad andaluza –con una distancia de diez puntos– y su elección como secretaria general del PSOE andaluz para la convocatoria de los comicios autonómicos.

Lo que no está nada claro es que logre evitar el lastre que supone un Gobierno de coalición con Izquierda Unida, sobre todo teniendo en cuenta la ausencia de química de Díaz con Antonio Maíllo, el líder regional de IU, aumentada con la crisis de Corrala Utopía de Sevilla, que provocó una grave crisis institucional en el Ejecutivo andaluz. La presidenta sí mantiene una relación fluida con Diego Valderas, actual vicepresidente y excoordinador de IU Andalucía. El portavoz de la coalición en el Parlamento andaluz, José Antonio Castro, ya le ha dejado un mensaje a Díaz. “No es oportuna dicha compatibilidad. La Presidencia de la Junta requiere de una dedicación exclusiva, total”, indicó Castro.

Un partido “destrozado”

“Susana tiene que ser la secretaría general. El partido está destrozado en toda España y sólo se salva en Andalucía. Otra cosa es que no existiera ella, imagínate que tuviéramos a Pepe Griñán y con el partido dividido, ¿quién se va a presentar? Tendríamos que buscarlo o hacerlo de escayola. Si contamos con un liderazgo refrendado por alguien que le saca esa distancia al PP, ¿para qué vamos a hacer experimentos con gaseosa?”, subraya a El Confidencial un ex alto cargo de la Junta de Andalucía.

Sostiene este socialista que mantiene hilo directo con Díaz que el PSOE nacional no se puede “permitir el lujo” de prescindir de alguien como Susana Díaz. “Se puede compatibilizar sin problema. (...) El gran problema sería no aprovechar su tirón, su experiencia en tomar decisiones, en gobernar. Para esto tiene que estar entrenada. Queremos a gente valiente como Susana”, argumenta.

¿Y quién podría suceder a Díaz en la Secretaría General del PSOE andaluz? Verónica Pérez, amiga personal de la presidenta y actual número 1 del PSOE sevillano, cuenta con muchas posibilidades. Resulta fundamental la confianza que tiene con Pérez, al igual que el caso de Mario Jiménez, actual portavoz parlamentario y exvicesecretario general del socialismo andaluz, quien, como publicó ayer este diario, sería su hombre fuerte en el aparato de la próxima Ejecutiva Federal.

La opción María Jesús Montero

“El Gobierno actual es el más mediocre de toda la autonomía andaluza. Susana no cuenta con los mejores [también en su Ejecutiva Regional], y eso se nota en gestión. La única que veo con suficiente empaque es María Jesús Montero”, señalan fuentes socialistas. Montero (Sevilla, 1966) es la consejera de Hacienda y Administración Pública de la Junta. Fue consejera de Salud y siempre ha estado en las quinielas para cargos importantes. Su nombre sonó con insistencia como candidata a la Alcaldía de Sevilla.

La sevillanía profunda de Montero –es de Triana, como Susana Díaz– y el sólido conocimiento del partido y de la Administración autonómica también son puntos a favor de Montero, quien desempeñaría un papel parecido al de Díaz: asumiría el poder sin haber sido candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía. “Si Susana se va a Madrid, podría hacer incluso más por Andalucía desde la Secretaría General del partido y desde Moncloa. Ella no deja ningún cabo suelto”, insiste un ex alto cargo de la Junta de Andalucía. Lo único que dijo ayer Díaz en el Parlamento andaluz fue que el congreso del PSOE “no debe distraer” al partido en Andalucía. Susana espera.