El arquitecto del PP contrató tres cajas de seguridad en pleno caso Bárcenas

Una de las partes que queda por dilucidar en el caso conocido como 'papeles de Bárcenas' es si el arquitecto que se encargó de las obras de la sede del PP, Gonzalo Urquijo, cobró parte de su trabajo con dinero negro y si ese dinero salió de la caja B del partido. La información remitida por La Caixa, a requerimiento del juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, certifica que Urquijo contrató tres cajas fuertes entre mayo y junio del pasado año, en pleno escándalo de una supuesta financiación irregular del PP.

Precisamente, el nombre de Urquijo aparece en los papeles que elaboró el extesorero de la formación como receptor de 888.000 euros de la caja B. El arquitecto, responsable de la mercantil Unifica, fue imputado el 30 de septiembre del pasado año por delitos contra la hacienda pública, falsedad documental y falsedad contable “con vista a clarificar la existencia o no de una cierta corriente financiera de cobros y pagos continua en el tiempo, al margen de la contabilidad remitida por el PP al tribunal de cuentas”, según recogía Ruz en su auto.

Durante su interrogatorio, Urquijo negó haber cobrado dinero fuera del circuito legal, pero el instructor ha seguido haciendo diligencias ante sus sospechas de lo contrario. Así, requirió tanto a La Caixa como a Banca March que le detallara si este, su socia, María Belén García, o la empresa tenían cajas de seguridad en su entidades y, de ser así, los detalles de las mismas. Precisamente, en La Caixa firmó el contrato para el uso de dos cajas el 29 de mayo de 2013 y otra el 19 de junio de ese mismo año. En dos de ellas consta como arrendatario el propio Urquijo, mientras que en la tercera aparece su socia.

Pocos días antes de acudir al banco, la Policía había remitido al juez un informe en el que confirmaba que los donantes fueron adjudicatarios de contratos, dando así veracidad a los 'papeles de Bárcenas', que se conocieron en enero de 2013, después de que Suiza remitida una comisión rogatoria a Ruz en la que destapaba que Bárcenas había acumulado 22 millones de euros en el Dresdner Bank de Ginebra.

Las condiciones para tener la caja fuerte de La Caixa son 390 euros en concepto de arrendamiento al año, 350 euros de fianza y 6,05 euros por cada una de las visitas. Sin embargo, de la información remitida por la entidad, y a la que ha tenido acceso El Confidencial, se puede destacar que Urquijo sólo acude dos días a sus cajas fuertes. Eso sí, el día 19 de junio visita una de ellas tres veces en menos de una hora. Ocho días después, Ruz encarcela a Bárcenas tras conocer que acumulaba otros 25 millones de euros en otro banco suizo, el Lombard Odier, y por las sospechas de Hacienda de que tenía más cuentas en EEUU, Bahamas y Uruguay. La otra visita a la caja fuerte fue el 26 de julio, diez días después de que Bárcenas entregara a Ruz una veintena de archivos y afirmar que entre 2009 y 2010 pagó 45.000 euros al presidente del PP y del Gobierno, Mariano Rajoy, y otros 45.000 a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en concepto de sobresueldos en B.

Posible delito fiscal

Estos datos se remitirán a la Agencia Tributaria y a la Intervención General del Estado, que están ultimando sus informes sobre la posible comisión de un delito fiscal por parte de Urquijo y del PP. El magistrado ya ordenó a la Policía cruzar los datos obtenidos de los registros llevados a cabo tanto en la sede de Unifica como en la de la formación. Con toda esa documentación, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) concluyó que el PP pagó parte de la reforma de su sede de la madrileña calle Génova con fondos procedentes de la supuesta contabilidad paralela que llevaba Bárcenas.

Su informe indica que “existía una dualidad en la forma de pago de las obras” por parte del PP, generándose dos certificaciones: unas de menor importe y otras de mayor cuantía. Las certificaciones de mayor importe eran, para la Policía, las verdaderas y recogían los trabajos realmente ejecutados. La diferencia entre ambos costes se abonaba, en parte, “con fondos ajenos al circuito económico financiero”, correspondientes con las anotaciones procedentes de la contabilidad B.

Esta tesis todavía tiene que ser ratificada por los inspectores de Hacienda. Fuentes de la investigación reconocen que lo concluido por la Policía no es definitivo porque, aunque es cierto que tanto la contabilidad del PP como de Unifica son un “caos” y hay puntos poco entendibles, como la anulación de facturas, todavía queda por demostrar que Urquijo cobró el dinero en negro.