El retraso del S-80 obliga a invertir 43 M€ para mantener un submarino con 29 años
Defensa ha tenido que invertir 42,9 millones en revisarel menos viejo de sus sumergibles S-70, el Tramontana, aunque lleva 29 años en servicio
El retraso en la modernización de la flotilla de submarinos de la Armada ha obligado al Ministerio de Defensa a invertir 42,9 millones de euros en la revisión completa (gran carena) del menos viejo de sus sumergibles S-70, el Tramontana, aunque lleva 29 años en servicio. Es otra factura que pasa el accidentado desarrollo de los nuevos S-80 encargados a Navantia en 2005 y que prolongan su periodo de rediseño después del problema de exceso de peso detectado el pasado año. Como desveló en enero El Confidencial, el primero no estará listo hasta 2018.
El Ministerio de Defensa ha tenido que aprobar un presupuesto extraordinario para prolongar la vida útil del Tramontana otros 5 años y garantizar así que la Armada pueda contar con al menos dos submarinos hasta que llegue el primer S-80, el Isaac Peral. Es el mínimo de unidades para que la Marina pueda cumplir con sus obligaciones en la defensa nacional y los compromisos con la OTAN para la vigilancia en el Mediterráneo.
Ahora mismo sólo están operativos dos sumergibles de la serie S-70, el Mistral y el Galerna (que le quedan menos de dos años de vida útil), mientras que el Tramontana ya estaba amarrado a la espera de poder entrar en su cuarta gran carena (desmontaje y montaje completo) que costará los citados 42,9 millones de euros. El cuarto de la serie, el Siroco, causó baja en la lista de la Armada en 2012.
Defensa ha paliado el problema de la Armada en la dotación de submarinos al mismo tiempo que recuperaba los planes de modernización de los patrulleros de altura con el encargo a Navantia de dos nuevos buques de acción marítima (BAM). En el caso del Mistral, los beneficios en carga de trabajo para Navantia son para los astilleros de Cartagena, donde sigue en marcha el proyecto de los S-80.
Aunque en principio se esperaba que la revisión del submarino costara unos 30 millones de euros, el acuerdo del Consejo de Ministros estipula que se invertirán los 42 millones en cuatro anualidades para, además de la carena, “efectuar los recorridos y las pruebas en taller de los distintos equipos antes de proceder a su montaje a bordo, para realizar las pruebas en puerto con el buque a flote y las pruebas finales en el mar”.
Será pues una revisión completa para mantener el Tramontana en perfectas condiciones operativas y de seguridad durante otros 5 años y garantizar así el relevo con los S-80 que tendrían que haber entrado en servicio a partir de 2013 según los planes originales del proyecto.
El “balance de pesos” mal calculado en el Isaac Peral de momento ha costado a Defensa 14 millones para que una empresa estadounidense especializada, Electric Boat, diagnostique el problema y la solución (alargar entre 7 y 10 metros el casco). En el Ministerio insisten en que no pagarán “sobrecostes” por el proyecto, que mantienen el techo de gasto establecido (2.136 millones de euros) y que Navantia tendrá que redefinir la construcción de los 4 sumergibles previstos sin superar esa cifra y aunque suponga hacer uno menos.
Veterano de la operación de Perejil y la guerra de Libia
Como consecuencia de los retrasos en los S-80, el Tramontana cumplirá pues los 34 años de servicio después de participar, entre otras misiones, en la operación para recuperar el islote Perejil en 2002 o en el dispositivo de vigilancia establecido por los países occidentales en 2011 para seguir los movimientos de las fuerzas de Gadafi en la guerra civil de Libia.
El retraso en la modernización de la flotilla de submarinos de la Armada ha obligado al Ministerio de Defensa a invertir 42,9 millones de euros en la revisión completa (gran carena) del menos viejo de sus sumergibles S-70, el Tramontana, aunque lleva 29 años en servicio. Es otra factura que pasa el accidentado desarrollo de los nuevos S-80 encargados a Navantia en 2005 y que prolongan su periodo de rediseño después del problema de exceso de peso detectado el pasado año. Como desveló en enero El Confidencial, el primero no estará listo hasta 2018.