Madrid planta cara a Rajoy: Botella quiere seguir y Aguirre es más 'aznarista' que nunca

El PP de Madrid sigue siendo el feudo popular que más dolores de cabeza da a Mariano Rajoy. Por un lado está Ana Botella, que ha comenzado a preparar el terreno para las elecciones municipales de 2015 lanzando una batería de medidas, con retirada de tasas incluida. que demuestra que la alcaldesa va a plantar cara y luchará por ser la candidata del PP, aunque evitó postularse públicamente a la espera de lo que decida el presidente del Gobierno "a propuesta del PP de Madrid". Y, por otro, Esperanza Aguirre, la presidenta regional, que se lanza a reivindicar a Aznar con más fuerza que nunca y en pleno "abandono" por parte de Génova de la figura del expresidente.

La alcaldesa de Madrid protagonizó ayer al mediodía una comida-conferencia organizada por Deloitte-ABC en la que se sintió más arropada que nunca con la presencia de su marido, José María Aznar. El expresidente aprovechó las cámaras para afear públicamente que su partido haya prescindido de él en la campaña electoral: “Me hubiera encantado participar en un mitin con Miguel Arias Cañete”, dijo en la recepción sin tapujos. La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, siguió prendiendo la mecha reivindicando el ‘aznarismo’ como un activo para arañar más votos en las elecciones del 25 de mayo: “Yo le organizo un mitin pero rápido”, añadió.

Entre las medidas electoralistas que anunció Botella destaca una: la eliminación de los parquímetros que están fuera de la M-30, los de Carabanchel, Hortaleza y Fuencarral. De su antecesor en el cargo, Alberto Ruiz-Gallardón, Botella aseguró que "le debemos mucho", y algunos lo interpretaron como una crítica a la enorme deuda que dejó en el consistorio. Con él presente en la sala, la alcaldesa no se cortó al asegurar que los parquímetros en esa zona “no eran necesarios como en el centro de la ciudad”, para más tarde deshacerse en elogios hacia él. De la segunda medida anunciada, eliminar la tasa de basuras en 2015, el año en el que se decidirá si ella continúa o no siendo cabeza de lista del PP en las elecciones municipales, reconoció que, “tras pedir un esfuerzo a los ciudadanos, ahora toca hacer un presupuesto ajustado”.

La alcaldesa de Madrid dejó caer que su idea pasa por medir en las urnas su peso en Madrid (accedió al primer puesto cuando Rajoy entregó la cartera de Justicia a Gallardón en noviembre de 2012) delante de las dos firmes candidatas a sucederla: la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, que perdió muchas opciones cuando se dio a la fuga en la céntrica calle de Gran Vía delante de los agentes de movilidad del Ayuntamiento de Madrid. Casi todo el equipo municipal de Botella refrendó las propuestas de la alcaldesa, que también estuvo acompañada por el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, que acudió con parte de su equipo (la consejera de Educación, Lucía Figar, y el presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echevarría). El Ejecutivo de Rajoy estuvo representado por el propio Gallardón y por la ministra de Fomento, Ana Pastor, a quien Botella agradeció públicamente su presencia. Y no faltaron a la cita exministros aznaristas como Javier Arenas, Eduardo Zaplana o Elvira Rodríguez.

Aguirre criticó la escisión del PP

Tras la comida-mitin que ofreció Botella, que estuvo mucho más segura que en otras ocasiones y sólo tuvo un lapsus, confundir el grupo IAG (Iberia) con AEG (electrodomésticos), los populares de Madrid se trasladaron hasta el cuartel general del PP, en la madrileña calle Génova, para participar en el Comité Ejecutivo Regional, en el que Aguirre desgranó las directrices de la campaña electoral. En el acto, la presidenta del PP volvió a resaltar la figura de Aznar, “el único líder capaz de aglutinar debajo de nuestras siglas a todos los políticos del centro-derecha”, y echó en cara a los actuales mandatarios que antiguos compañeros de partido, como Alejo Vidal-Quadras o Santiago Abascal, hayan abandonado el partido por discrepancias con la dirección. “A mí, como a muchos de vosotros, me entristece que compañeros de toda la vida se hayan marchado de nuestro partido”, añadió.

Aguirre se mostró optimista ante sus compañeros de partido y confió en que “las diferencias se resuelvan” para que todos los que comparten los mismos principios, “España y la libertad”, se unan. “Hay que olvidarse de cuestiones personales. Todos tienen que estar a gusto en el PP, y los que estamos dentro tenemos que hacer todo lo posible para que así sea”, pidió.

La baronesa más díscola con las políticas de Rajoy rescató el lema de los populares de Madrid, “hay que coger el pico y la pala”, para animar a los votantes a que el próximo 25 de mayo salgan a votar en unas elecciones en las que la tónica general del electorado es la abstención.