Bárcenas no tira de la manta y el PP respira: insiste en la caja B pero no da más nombres

El extesorero Luis Bárcenas finalizósu quinta declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz sin tirar de la manta contra el Gobierno, tal y como había amenazado desde que se conoció que había acumulado 48 millones de euros en cuentas suizas. Desde enero de 2013, ha tenido al que ha sido su partido durante décadas en vilo por el temor de que tuviera información o documentación que hiciera tambalear al Ejecutivo o, por lo menos, a parte de sus dirigentes.

Ruz le había citado a la vista de que está a punto de finalizar la instrucción de Gürtel y para que aclare si de la presunta caja B que se ha manejado en el PP con dinero fuera de la contabilidad oficial ha sacado dinero para sus cuentas en Suiza, algo que ha negado tajantemente. El interrogatorio ha durado cinco horas, pero ha seguido su línea reiterativa hasta el momento. Reconoce la existencia de esa caja B, que existe desde la época de Rosendo Naseiro, pero evitadar datos que le puedan incriminar en algún delito fiscal o contra la Hacienda Pública.

A la vista de que penalmente no ha podido incriminar a ningún excompañero suyo de partido, Bárcenas intentó desgastar políticamente a aquellos que le dejaron de lado y que no evitaron su caída y que acabara en prisión, principalmente el presidente del PP y del Gobierno, Mariano Rajoy, y la secretaria general, María Dolores de Cospedal.

El interrogatorio ha tenido algunos detalles nuevos. No sólo hay una caja B en la sede nacional, sino en las sedes regionales y locales. El dinero de las donaciones se utiliza para pagar las compañas electorales. “Los donantes se desvivían para dar dinero al partido en campaña electoral”, ha dicho durante el interrogatorio, según fuentes presentes.

Ha insistido en que Francisco Álvarez Cascos era conocedor de esa caja paralela cuando era secretario general del partido y, cuando ocupó el cargo Ángel Acebes, fue este quien pidió al anterior tesorero, Álvaro Lapuerta, –también imputado en la pieza separada de ‘papeles de Bárcenas'– que buscara empresarios para invertir en el medio de comunicación Libertad Digital. Y recalca: sabían la existencia de esa caja B todos los secretarios y generales y también lo conocían los presidentes del partido, es decir, José María Aznar y Mariano Rajoy.

Del andaluz Javier Arenas, Rajoy u otros dirigentes sobre quienes se esperaba que arremetiera, no ha habido la ‘bomba atómica’ que se esperaba. Hasta ahora, el extesorero ha lanzado la piedra y ha escondido la mano. Ya dijo su mujer, Rosalía Iglesias, en el juicio al que acudió este miércoles como testigo por el secuestro de un falso sacerdote en su domicilio, que no le dio ningún documento ni ningún pendrive al secuestrador porque todo lo que tenían ya está en poder del juez.

Sea verdad o mentira, esta nueva oportunidad para mantener al PP en tensión la ha desaprovechado. La única opción que le queda es que, de tener información suficientemente relevante penalmente contra algunos otros miembros de la formación, llegue a un acuerdo con la Fiscalía Anticorrupción para intentar salir de la cárcel o por lo menos rebajar la condena que le puede ser impuesta cuando se celebre el juicio en la Audiencia Nacional.

Fuentes del Gobierno explican que cuando estalló el caso Bárcenas y se publicaron todos los apuntes contables de la caja paralela, los miembros del Ejecutivo se reunieron para estudiar qué información relevante podía tener el extesorero y si podía ser lo suficientemente grave para provocar una crisis en el Ejecutivo. Sin embargo, llegaron a la conclusión que eso no iba a ocurrir y de ahí que le dejaran caer y acabara en la madrileña cárcel de Soto del Real.

Algunas fuentes del caso esperaban una declaración con fuegos artificiales, sobre todo después de que el abogado de Bárcenas, Javier Gómez de Liaño, haya sembrado ciertas sospechosas a través de algunos de sus escritos presentados en el juzgado. En uno de ellos, enviados recientemente, sugería a Ruz que investigue las cuentas bancarias de las personas que, según los apuntes contables redactados por su cliente, recibieron dinero de la caja B, entre los que se encuentra Rajoy.

Explicaba que los apuntes de “entradas”, “salidas” y “saldos” que figuran son tan “auténticos” como “veraces”. Para confirmar esa certeza, el letrado propone corroborar las anotaciones de 2004, 2005 y 2006 –años en los que, según Hacienda, la mujer de Bárcenas pudo recibir dinero de la caja del PP– con las cuentas bancarias de algunos de los que aparecen, entre los que habla de Rajoy, Acebes y Federico Trillo.