Rajoy advierte a los catalanes que Mas les lleva "a la isla de Robinson Crusoe"
Rajoy ha dejado claro que no es posible atender la solicitud del Parlament para que se le otorgue la transferencia para la celebración de una consulta
Mariano Rajoy ha soltado en el Congreso a los representantes del Parlamento catalán su argumentario completo y condensado (histórico, político, económico y sentimental) en contra del desafío independentista de Artur Mas. En 40 minutos, el presidente del Gobierno ha explicado a los enviados del bloque separatista de la cámara autonómica (CiU, ERC e ICV) que no puede ceder a la convocatoria de su consulta porque la Constitución impide delegar esa competencia, porque la soberanía es del conjunto del pueblo español no de una parte y porque el proceso de secesión que pretenden abrir sería un desastre para todos los ciudadanos, incluidos y en especial los catalanes.
El jefe del Ejecutivo ha acusado a los nacionalistas de ocultar todos los inconvenientes de su apuesta por la independencia, de las consecuencias inmediatas de la ruptura de España, la realidad de una Cataluña fuera de Europa, del euro, de la ONU y de los tratados internacionales. “Están ustedes ofreciendo lo más parecido que se pueda imaginar a la isla de Robinson Crusoe”, ha remachado Rajoy.
El presidente del Gobierno, con varias alusiones a “quien no ha querido venir” (por Mas), se ha extendido en todo tipo de argumentos en contra de la propuesta del parlamento catalán y del desafío independentista que desarrolla. “Esta Cámara no puede aceptar que se les ceda una competencia intransferible para convocar un referéndum que tiene como objeto liquidar al régimen constitucional”, les ha recordado.
Una vez más, Rajoy se ha mostrado abierto al diálogo, pero dentro de los límites de la Constitución y sobre las cuestiones que la ley de leyes le permite dialogar con el ausente presidente de la Generalitat. En ese punto ha insistido en que ni él mismo como presidente del Gobierno ni Mas como representante del Estado en Cataluña pueden negociar por encima de la ley, de la soberanía nacional, y de los derechos y libertades de los españoles que garantizan la Constitución.
El jefe del Ejecutivo ha sido muy ilustrativo al describir las consecuencias prácticas para los ciudadanos de la independencia de Cataluña. “¿Han explicado ustedes a los catalanes que perderían todos los derechos que les corresponden en España como ciudadanos españoles, incluido el de la libertad de entrada y circulación en su propia patria y en todo el espacio europeo?”, ha preguntado en genérico, sin referirse directamente a Jordi Turull, el enviado de Mas.
Y Rajoy ha continuado: “¿Les han explicado ustedes a los catalanes que perderían también perderían sus ventajas como europeos, entre otras, los fondos comunitarios, las ayudas agrícolas que se quedarían fuera del mercado único con todo lo que eso significa para una economía tan pujante como la catalana en el mundo global?”.
El presidente del Gobierno ha destacado que nunca en la historia ha tenido Cataluña el nivel de autogobierno del que hoy goza, ni tampoco una etapa de crecimiento económico y de riqueza como el alcanzado durante la etapa constitucional hasta 2007. Rajoy ha proclamado su fe en Cataluña, “uno de los puntales de nuestra patria, que no se entiende España sin ella del mismo modo que resultaría incomprensible Cataluña sin el resto de España”.
Durante su intervención en el debate que sobre la consulta está teniendo lugar en el Pleno del Congreso, Rajoy ha tomado la palabra para explicar que el referéndum es una manifestación de un derecho fundamental, el derecho de participación política y, como tal, por imperativo de la Constitución, ha de ser regulado en Ley Orgánica y al Estado corresponde, "con carácter exclusivo", la regulación de las condiciones de su ejercicio.
Según ha abundado, el Estado puede autorizar o no un referéndum, pero lo que no puede hacer es delegar en otros para que lo autoricen, máxime cuando se trata de una consulta cuyo propósito es "radicalmente contrario a la Constitución". "Una parte no puede decidir sobre el todo", ha dicho
"Lo que pretende ese referéndum, independientemente de los eufemismos con que se camufle, es proclamar una soberanía que no existe porque nuestra Constitución no la reconoce", ha indicado el jefe del Ejecutivo, antes de proclamar una vez más que la soberanía española corresponde "a todos los españoles".
Rubalcaba ofrece una reforma que recoja aspiraciones catalanas
Por otra parte, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha ofrecido a los independentistas catalanes un reforma de la Constitución para seguir viviendo juntos. Previamente había rechazado el derecho de autodeterminación de Cataluña, "que está concebido para irse", así como la independencia de esa comunidad autónoma, subrayando: "queremos seguir viviendo juntos y decidiendo juntos".
Asimismo, el líder del PSOE reconoció que existe un problema de Cataluña con el resto del país, indicando que la pregunta a la que hay que dar contestación es cómo lo resolvemos. Rubalcaba explicó que no puede negar la frustación estatutaria en Cataluña, así como las campañas políticas contra el Estatut, en referencia al PP.
Pero también criticó alguno de los discursos habituales de los independentistas, denunciando tras citar a ERC que se vincule la independencia con una salida más rápida de la crisis económica, subrayando que es un discurso dañino, insolidario e irracional, que además suena a los que en algunos países del Norte de Europa se dice sobre los del Sur. En este sentido, criticó también que uno de los esloganes favoritos de los independentistas catalanes sea repetir que "España nos roba".
Mariano Rajoy ha soltado en el Congreso a los representantes del Parlamento catalán su argumentario completo y condensado (histórico, político, económico y sentimental) en contra del desafío independentista de Artur Mas. En 40 minutos, el presidente del Gobierno ha explicado a los enviados del bloque separatista de la cámara autonómica (CiU, ERC e ICV) que no puede ceder a la convocatoria de su consulta porque la Constitución impide delegar esa competencia, porque la soberanía es del conjunto del pueblo español no de una parte y porque el proceso de secesión que pretenden abrir sería un desastre para todos los ciudadanos, incluidos y en especial los catalanes.
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