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Mas confirma su espantada preventiva y el Gobierno mantiene la duda sobre Rajoy
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Mas confirma su espantada preventiva y el Gobierno mantiene la duda sobre Rajoy

Artur Mas no acude al Congreso de los Diputados para defender su consulta con un argumento: va a perder y él no quiere ser Juan José Ibarretxe.

Foto: El presidente de la Generalitat, Artur Mas. (Efe)
El presidente de la Generalitat, Artur Mas. (Efe)

Artur Mas ha intentado justificar su ausencia en el Congreso para defender su consulta independentista con un argumento que deja en mal lugar hasta a sus enviados: no acude porque va a perder y él no quiere ser Juan José Ibarretxe. Para el pleno del martes en la Cámara Baja, el Gobierno sigue con la duda de si será la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien intervenga en el debate o al final lo hará Mariano Rajoy, como insinúa María Dolores de Cospedal. En cualquier caso, la espantada preventiva del presidente de la Generalitat deja evidencia de su doble juego: pide diálogo y no da ni la cara.

El presidente del Gobierno ha comunicado al Senado que no podrá acudir al pleno de control de mañana, donde tenía que contestar varias preguntas, porque ha decidido estar a la misma hora, cuatro de la tarde, en el pleno del Congreso. En la Cámara Baja, tres representantes del bloque independentista del Parlamento autonómico catalán (CiU, ERC e ICV) defenderán la petición de que “el Estado” les ceda la competencia para convocar consultas con el fin de celebrar su referéndum para abrir el camino para la secesión.

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dio a entender desde Melilla, en una convención del partido, que Rajoy será quien hable en nombre del Gobierno para explicar a los portavoces nacionalistas que la soberanía nacional no es negociable ni parcelable. Pero posteriormente matizó que había descrito la posición del jefe del Ejecutivo, no que fuera a plantearlo él directamente. En fuentes gubernamentales insisten desde la semana pasada en que el asunto no está decidido, entre otras cosas porque esperan a oír el contenido del debate.

placeholder Mariano Rajoy. (Efe)
Mariano Rajoy. (Efe)

Mas, sin dar mayores explicaciones, siempre había dicho que no acudiría al Congreso porque la propuesta era de la Cámara. Lo sostenían también sus portavoces a pesar de que la celebración de la consulta sea su único proyecto político conocido desde el otoño pasado. La decisión de dejar el asunto en manos de dirigentes de segunda fila (Jordi Turull, portavoz autonómico de CiU), ya era conocida en la Moncloa, donde insisten en que el Gobierno intervendrá como tal: primero con la lectura del escrito oficial de réplica a la pretensión de la Cámara catalana y después cuando lo estime oportuno, por medio de Sáenz de Santamaría o de Rajoy.

La cuestión es si el presidente del Gobierno debe entrar en un debate con Turull. Incluso el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran, conocedor de los planes de Mas, ha maniobrado desde febrero para tener un papel secundario en el asunto al pactar con PP y PSOE en la Cámara que se debata primero la propuesta del Parlamento catalán y se retire la propia del grupo parlamentario en la materia que tendría que haberla defendido él en persona.

Si Rajoy toma la palabra, la espantada de Mas resultará aún más evidente, pero en el Grupo Popular también insisten en que igual no merece la pena ser tan contundentes ahora, con Rajoy al frente contra “un tal Turull” más una diputada de ERC y otro de ICV, visto el empeño de Mas en estirar todo lo que pueda el proceso, hasta después del verano. Con la intervención de la vicepresidenta del Gobierno, dicen, puede quedar claro quién está dispuesto al diálogo dentro de la ley y la Constitución y quién ni siquiera acude a dar la cara.

En fuentes del PP recuerdan que para los nacionalistas la petición de la competencia de convocar consultas sólo es una maniobra más para ganar tiempo y alargar el desafío porque saben que es ilegal e inconstitucional (el fin es acabar con la unidad de España), que va a ser derrotada con los votos del 95% de los diputados del Congreso y que lo que buscan es más argumentos para cultivar el habitual victimismo.

Artur Mas ha intentado justificar su ausencia en el Congreso para defender su consulta independentista con un argumento que deja en mal lugar hasta a sus enviados: no acude porque va a perder y él no quiere ser Juan José Ibarretxe. Para el pleno del martes en la Cámara Baja, el Gobierno sigue con la duda de si será la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien intervenga en el debate o al final lo hará Mariano Rajoy, como insinúa María Dolores de Cospedal. En cualquier caso, la espantada preventiva del presidente de la Generalitat deja evidencia de su doble juego: pide diálogo y no da ni la cara.

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