Gürtel y las crisis de Ceuta y Melilla retrasan la inminente reforma de la cúpula policial

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, debía haber dado su visto bueno hace tres semanas a la reorganización de la cúpula policial, obligatoria por la jubilación de al menos cuatro jefes superiores de la Policía Nacional, los máximos responsables del cuerpo en las comunidades autónomas. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, envió a Fernández Díaz una propuesta con los nombramientos de los comisarios principales que iban a ocupar sus puestos y con las rotaciones que pretendía realizar aprovechando las vacantes. Sin embargo, el ministro se negó a firmar la remodelación que le planteó Cosidó al considerar que podía afectar negativamente a las investigaciones de los casos Gürtel y Bárcenas y a la gestión de la crisis desatada en Ceuta y Melilla por los asaltos masivos a la valla fronteriza, según aseguran fuentes cercanas a Interior consultadas por este diario.

La paralización de esos nombramientos ha sumido a la Policía Nacional en un estado de confusión generalizada y ha provocado que alguna comunidad autónoma se haya quedado sin jefe policial por la jubilación del comisario que estaba desempeñando esa labor. En esa situación se encuentra la Jefatura Superior de Policía de La Rioja tras la baja el pasado 3 de marzo del comisario principal Manuel Álvarez y, desde ayer, la de Castilla y León por el retiro también de su comisario, Jesús García Ramos.

El problema se extenderá en los próximos días a otras dos comunidades autónomas. En concreto, en menos de 10 días se jubilará el jefe superior de Andalucía Occidental, Miguel Rodríguez Durán, y el próximo mes de mayo, el de Galicia, Jaime Iglesias. En realidad, el jefe de Andalucía ya fue destituido el pasado mes de febrero, sólo unos días antes de que hiciera efectiva su jubilación, aunque Interior aún no ha ejecutado su relevo.

Una cascada de cambios

La Dirección General de la Policía ya había decidido cómo cubrir esas plazas. La vacante en Andalucía Occidental iba a ser suplida por el que hasta ahora ocupaba el segundo puesto en esa demarcación, el comisario Francisco Perea. Por su parte, el actual comisario de Valladolid, José Ángel González Jiménez, debía hacerse cargo de la Jefatura Superior de Melilla, y el jefe de Melilla, Ángel Riesco, iba a poner rumbo a su vez a la Jefatura de La Rioja. Del mismo modo, el actual jefe superior de Cantabria, Manuel Javier Peña Echevarría, se haría cargo de la demarcación de Castilla y León, y el puesto que dejaba iba a ser ocupado por Alfonso María Sánchez Núñez, en la actualidad jefe de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Madrid.

El cambio que entrañaba mayores consecuencias afectaba a la Jefatura Superior de Policía de Galicia. Fuentes policiales aseguran que la propuesta de remodelación que remitió Cosidó a Interior hace tres semanas enviaba a Galicia al actual máximo responsable de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), el comisario principal Manuel Vázquez. Las mismas fuentes afirman que el propio Vázquez estaba de acuerdo con este cambio, que suponía un ascenso, implicaba su regreso al territorio del que es natural y le permitía abandonar las investigaciones de los casos Gürtel y Bárcenas, dos procedimientos que han generado un enorme desgaste a los agentes encargados de las pesquisas por sus innumerables connotaciones políticas.

Fernández Díaz trata de evitar un nuevo escándalo

Sin embargo, finalmente, la salida de Vázquez de la UDEF no se producirá, al menos por ahora. De hecho, el ministro se negó a aprobar la propuesta de Cosidó para evitar precisamente la marcha a Galicia del actual responsable de las investigaciones de los dos principales casos de corrupción vinculados al PP. Fernández Díaz intentó reemplazarlo en noviembre, pero decidió dar marcha atrás, y cree que forzar en estos momentos su relevo, justo cuando la instrucción del caso Gürtel está a punto de terminar y la UDEF ya ha entregado todos los informes que le había solicitado el juez instructor, Pablo Ruz, provocaría un revuelo innecesario que se sumaría a otras polémicas anteriores. En lo que va de legislatura, Interior ya ha cambiado en cuatro ocasiones al comisario general de la Policía Judicial, la sección del cuerpo encargada de investigar la corrupción.

El otro gran motivo que llevó a Fernández Díaz a frenar hace tras semanas la remodelación de la cúpula, revelan fuentes cercanas al ministro, fue la crisis migratoria de Ceuta y Melilla. Los cambios propuestos por el director general de la Policía habrían provocado movimientos en ambas jefaturas en plena oleada de asaltos a la valla. Y, también en este caso, Interior decidió aplazar los nombramientos para evitar que la salida de los actuales responsables policiales de las ciudades autónomas pudiera interpretarse como un castigo por su gestión de las avalanchas de inmigrantes, una cuestión que ya ha provocado la comparecencia en el Congreso de Fernández Díaz y que hará pasar la próxima semana por la Cámara Baja al secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.

Cosidó ya ha enviado su nueva propuesta

Con todo, la remodelación de la cúpula policial puede producirse en cualquier momento. Tras el rechazo de la primera propuesta, la Dirección General de la Policía remitió este miércoles al Ministerio una nueva batería de cambios que sólo necesita para hacerse efectiva la firma del máximo responsable de la cartera y su inmediata publicación en la Orden General (el boletín oficial) de la Policía.

Fuentes policiales aseguran que la nueva propuesta de nombramientos reproduce casi por completo el plan inicial. El único nombre que sale de la lista es el del jefe de la UDEF, que ya no irá a Galicia. El nuevo candidato de Cosidó para esa demarcación sería el comisario provincial de Madrid Eusebio Fraguas, que ha ocupado ese puesto desde 2008.

El otro responsable de la UDEF que estaba pendiente de un posible traslado, el jefe de la Brigada de Blanqueo de Capitales, José Luis Fernández Gudiña, también seguirá por el momento desempeñando esa función. Gudiña es el responsable directo del equipo de investigadores que asumió las pesquisas de la Gürtel desde que el procedimiento comenzó a dar sus primeros pasos en 2008. Su nombre había sonado para dirigir la Brigada de Investigación del Banco de España, pero las fuentes consultadas informan de que ese movimiento también ha sido frenado por los mismos motivos que el de su jefe, Manuel Vázquez.