Rajoy esgrime ante CiU y ERC la consulta de Crimea: "No es lo moderno ni se lleva"

Mariano Rajoy ha encontrado en el conflicto de Ucrania y los planes rusos para anexionarse Crimea otra veta para poner en evidencia el anacronismo del reto independentista de Artur Mas. Primero logró el aval del centroderecha europeo reunido en Dublín al principio de respeto a la integridad de los Estados y a la soberanía nacional dentro de la UE, y ahora lo utiliza en los debates parlamentarios contra CiU. “Es lo moderno, lo que se lleva en el mundo y lo que sirve al progreso de los pueblos”, proclamó en el Senado frente al empeño de los nacionalistas en convocar una consulta para la secesión de Cataluña.

Si la UE, los Estados Unidos y los países occidentales en su conjunto se oponen al referéndum de autodeterminación que las autoridades prorrusas de Crimea plantean para romper Ucrania, el presidente del Gobierno recurre al paralelismo con el desafío de Convergencia y de ERC para denunciar que la consulta en Cataluña va en contra de los tiempos, de las bases democráticas y legislativas del orden internacional y de los intereses de los catalanes porque les conduce a la marginación en el mundo.

Rajoy estrenó el citado argumentario en la Cámara Alta ante la enésima pregunta de un portavoz nacionalista, en este caso el senador Josep Lluís Cleries, para reclamar diálogo al Gobierno, pero con la exigencia previa de que admita la consulta secesionista. El parlamentario de CiU trasladó el enojo de su grupo por el hecho de que el jefe del Ejecutivo hubiera dicho en el debate sobre el estado de la nación que trabaja por los intereses de los catalanes. El presidente del Gobierno replicó que sí, que se preocupa de todos los ciudadanos españoles, sean de donde sean, que es su obligación y que no quiere una Cataluña “fuera del euro, fuera de Europa y fuera de las organizaciones internacionales”.

Sobre la base de la posición común de todos los países de la UE a favor de la unidad de Ucrania y en contra del referéndum separatista en Crimea (para su posterior anexión a Rusia), Rajoy aludió a “la integridad territorial de los Estados” defendida por los países occidentales como “lo moderno” y “lo que se lleva” en el mundo. “Cataluña y el resto de España deben estar en la misma onda de todo Occidente”, remachó.

Cleries protestó por “el paternalismo” con que Rajoy, a su juicio, se refiere a los catalanes y entre los presuntos “agravios” a Cataluña incluyó las subidas de impuestos aplicadas en toda España, la reforma de la Administración local y hasta el Fondo de Liquidez Autonómico “porque es un préstamo que se debe devolver”.

El jefe del Ejecutivo le replicó que gracias al FLA la Generalitat y los demás Gobiernos autonómicos han podido evitar la quiebra y pagar los servicios que prestan a los ciudadanos, incluidas las medicinas. "Lo he hecho porque es mi obligación. Ha sido una buena operación y volveremos a hacerla las veces que hagan falta", remachó Rajoy entre los aplausos de sus senadores.

El presidente del Gobierno recordó al senador nacionalista que fue Mas quién rompió el diálogo que ahora reclama cuando convocó su consulta y anunció las preguntas sobre la misma, pasos de los que el Ejecutivo se tuvo que enterar “por los medios”. Según Rajoy, eso “no es dialogar, es tratar de imponer” y él no permitirá que se imponga la doctrina de una persona “porque por encima de la ley no puede pasar ningún ciudadano”.