El PP espera que el 'dedo divino' de Rajoy señale a Cañete entre el domingo y el lunes

Cerrado el compromiso con Angela Merkel sobre el aumento de cuota de poder en la UE y apagado el incendio en el PP del País Vasco, Mariano Rajoy se ve abocado ya a dar el nombre de su candidato para las elecciones europeas de mayo. En la dirección del partido esperan el parto entre el domingo y el lunes. La semana próxima empieza con una reunión del comité ejecutivo. En el Gobierno sólo hay movimientos (acelerados) en el Ministerio de Agricultura que dirige Miguel Arias Cañete, el hombre que en el PP dan por hecho que es el elegido.

“Lo iremos viendo”, comentó Rajoy al salir del congreso del PPE celebrado en Dublín ante las preguntas obvias sobre cómo y cuándo se iban a conocer los nombramientos y cargos por venir para los dirigentes de su partido según el preacuerdo alcanzado con la canciller alemana. El presidente ha estirado las negociaciones y, una vez más, aplaza los anuncios de relevos y ascensos hasta el límite.

Las buenas nuevas de que los populares españoles ganarán peso en todo el entramado de las instituciones de la UE que se tiene que renovar a partir de los comicios de mayo, abren el baile de los aspirantes a los cargos en juego. Primero están los puestos en el Grupo Popular Europeo y el Parlamento, después en la Comisión y en el Consejo y, por último, en el Eurogrupo, que se puede constituir en una especie de ministerio para el control de toda la política económica de la Unión. Pero esa reforma institucional, que hay que pactar entre todos los gobiernos, no estará lista antes de ocho meses, según fuentes gubernamentales. Luis de Guindos tendrá que esperar.

¿Crisis al final de la legislatura?

Si Arias Cañete es confirmado como cabeza de cartel y después del verano pasa a la Comisión con una cartera de peso económico, el grupo popular necesitará un nuevo portavoz nada más empezar la legislatura, también curtido y con experiencia en la Eurocámara. Es un puesto que parece destinado al actual secretario de Estado para la Unión Europea, Íñigo Méndez de Vigo, según fuentes del mismo grupo, donde apuntan que su excompañero, muy bien relacionado y bien visto por los alemanes, siempre quiso hacer carrera en la Cámara de Bruselas.

En medios del Gobierno lo que apuntan es que Rajoy hará una remodelación mínima en su gabinete para reemplazar a Arias Cañete en Agricultura y que se guarda la baza de hacer una verdadera crisis para el último tramo de la legislatura y sólo si no tiene más remedio, como él mismo diría. O si pierde los comicios europeos, según comentan en el partido.

En los ministerios no se percibe ningún signo de relevo inmediato, ni siquiera en los departamentos con los titulares más quemados en las encuestas, como son los casos de Educación o Sanidad. Ana Mato acaba de cambiar al secretario de Estado saliente, Juan Manuel Moreno, por la diputada Susana Camarero. José Ignacio Wert sigue con el desarrollo y aplicación de la reforma educativa y Cristóbal Montoro, en la práctica vicepresidente económico además de ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, tiene por delante la reforma general del sistema fiscal y la pelea con las comunidades autónomas para aprobar un nuevo sistema de financiación.

En Agricultura los planes y proyectos se han concentrado estas pasadas semanas para encaminarse al Consejo de Ministros. Arias tiene fama de diligente y para este mismo mes casi todos sus grandes proyectos y negociaciones estarán cerradas. Lo que da más pistas es que ha puesto en conserva sus compromisos a medio plazo, según sostienen sus colegas del PP en Bruselas, donde siempre repite que Rajoy no le ha dicho nada pero reconoce que tiene todas las papeletas para ser el cabeza de cartel; entre otras cosas por su interés en entrar en la Comisión Europea.

Para suplir en Agricultura a Arias, en el PP apuntan la posibilidad de que Rajoy aproveche para incorporar a algún veterano barón autonómico o que ascienda a la secretaria general del ministerio, Isabel García Tejerina, opción de continuidad absoluta.

En el PP comentan que ya se dan todas las circunstancias para que los famosos tiempos de Rajoy y su “dedo divino”, como lo llama Esperanza Aguirre, se pongan en marcha. Este sábado despacha en San Sebastián, en el congreso del PP vasco, el cierre del convulso proceso interno para que Arancha Quiroga se haga con el control de la organización. Tiene después el domingo libre para comunicar al interesado la responsabilidad de encabezar la lista europea.

Para lunes ha convocado a toda la dirección nacional, el comité ejecutivo, a una reunión ordinaria. Es una cita donde habrá mucha expectación interna. El comité no nombra al candidato, lo hace el comité electoral que preside Alicia Sánchez Camacho, pero para designar a quien manda el presidente. Así ha sido siempre desde la refundación del PP en 1990, primero con Aznar y ahora con Rajoy. El presidente del Gobierno no tiene más que llamar a Camacho para que reúna al comité electoral y designe a Arias Cañete. Es lo que esperan en la dirección del PP para el lunes, aunque se conozca el nombre el domingo o el lunes antes de la reunión del comité.