ETA opta por alargar su agonía por tiempo indefinido con una irrisoria entrega de armas
Las expectativas que la banda había generado en las últimas semanas no se correspondieron con la escasa importancia del arsenal que ha inutilizado
ETA sólo ha logrado parcialmente el efecto que esperaba con suentrega de armasde este viernes. La medida planificación de la puesta en escena, con la intervención primero de los miembros de la Comisión Internacional de Verificación (CIV) y la difusión inmediatamente después del vídeo con la eliminación de parte de su pistolas y explosivos, centró por unas horas la atención en sus planes para disolverse. Pero las expectativas que la propia banda había generado en las últimas semanas chocaban con la 'importancia' del arsenal que ha inutilizado. Más que un avance en el camino que inició en 2011 para extinguirse de forma definitiva, el paso que dio ayer se ha interpretado como un nuevo chantaje a toda la sociedad con tintes de ópera bufa.
La organización terrorista necesitaba dar ese paso para tratar de elevar la presión política y social contra el Gobierno de Mariano Rajoy, que aplicando el mismo estilo de liderazgo que emplea en otras materiasse ha negado a abordar con la dirección de ETA un final pactado a cinco décadas de terrorismo. En realidad, Moncloa no tiene ningún motivo para entrar en ese juego. Las encuestas del Centro de Investigaciones Socilógicas (CIS) y el Euskobarómetro demuestran que los ciudadanos hanamortizadola disolución de ETA antes de que se produzca formalmente. Si el Partido Popular se sentara a negociar con la banda, traicionaría sus compromisos electorales y sufriría el castigo de sus fieles. Y si obvia los pasos que supuestamente está dando la organización terrorista, como ha hecho hasta ahora, no ocurrirá nada.
Un gesto orientado sólo a la propaganda
En estas circunstancias, a ETA sólo le quedaba acudir al campo de lo simbólico: un comunicado previo hace dos semanas anunciando “aportaciones significativas sin tardar”, la implicación en el proceso de los verificadores con su desplazamiento a España, un discurso de su líder en un céntrico hotel de lujo de Bilbao ante decenas de periodistas, la posterior difusión de un vídeo a través de la BBC, la ejecución de una primera entrega de sus arsenales en un lugar secreto y hasta una reproducción del Guernica de Pablo Picasso en el fondo de la estancia.
Pero deshaciéndose únicamente de una parte de sus armas, ETA va a prolongar su agonía.La banda concitó la atención que buscaba con la puesta en marcha ese ambicioso ejercicio de márketing, a pesar de que no ofreció fechas ni detalles concretos para la eliminación del resto de su arsenal ni tampoco aclaró qué va a pasar con las armas que ha entregado a la CIV. Con todo, el Gobierno vasco del PNV y el resto de partidos comparecieron automáticamente para reaccionar a su movimiento. Consiguió el impacto mediático que buscaba.
Sin embargo, los mensajes no fueron exactamente cómo había planeado, ni en los medios de comunicación ni en las redes sociales. El único comunicado que la sociedad esperaba ayerera el delanuncio de su disolución inmediata sin concesiones, pero la dirección de la banda optó por deshacerse de una ridícula proporción del material que aún esconde en tres zulos de Franciay venderlo como un paso sin precedentes de dimensiones planetarias.Y ello a pesar de que en la mesa que aparece en el vídeo de la BBC -en el que se llama a ETA “grupo separatista”- sólo hay tres pistolas de las más de 250 que según los expertos en la lucha antiterrorista tiene almacenadas y menos de20 kilos de sustancias explosivas cuando aún podría tener escondidas más de 10 toneladas.
Un paso claramente insuficiente
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, afirmó que “todo lo que sea avanzar en el camino de desaparición de ETA es positivo, pero eso no es incompatible con el hecho de que se trate de una escenificación”, opinó tras la rueda de prensa del Consejo de Ministros. El jefe del Ejecutivo vasco, Iñigo Urkullu, que era uno de los dirigentes que más esperanzas había depositado en la jornada de este viernes, aseguró que es “un pequeño paso, no suficiente”. Por su parte, el Gobierno de Navarra calificó el desarme parcial de “farsa y numerito”. El PP vasco lo tildó de “tomadura de pelo” y “un engaño más”, el PSE-EE consideró que es un gesto “pequeño e insuficiente” e IU denunció que ETA haya optado por una “entrega por fascículos”.
Sólo Sortu consideró que las imágenes de la BBC son un “hito” y justificó que no se haya producido un “desarme efectivo” de la banda en que el “Gobierno no quiere que se produzca”. “La pelota está definitivamente en manos del Gobierno español”, declaró Pernando Barrena, uno de los principales dirigentes de la izquierda abertzale, desempeñando así el papel que ha asignado la banda terrorista a su brazo político en esta fase del proceso.
"La pelota está en el Gobierno"
La pelota a la que se refiere Sortu es una lista de reivindicaciones que empieza con el acercamiento a cárceles del País Vasco de los más de 500 reclusos de ETA y con la revisión individualizada de los regímenes penitenciarios de todos ellos. Pero la izquierda abertzale también presiona a Moncloa con la ayuda del Gobierno de Urkullu para lograr otras cesiones. La petición que ha generado más consenso en el nacionalismo vasco es la retirada de la Guardia Civil y la Policía Nacional del País Vasco, una reclamación que para el ideario etarra equivaldría a la “desmilitarización” de la comunidad autónoma. La CIV también reclamó ayer en una reunión con varios medios que el Gobierno deje de hacer "detenciones" de miembros de la banda. "Si tienen que ir a recoger armas, necesitan ir sin que los detengan", dijo el líder de la CIV, Ram Manikkalingam.
El mensaje que lanzó ayer ETA fue claro en este sentido. Hasta que Moncloa no acepte debatir sobre estas cuestiones, la banda no completará la destrucción de sus arsenales. El episodio de este viernes es probablemente el inicio de un largo camino que puede prolongarse durante años, y en esa clave ha comenzado ya a interpretarse.
Un proceso interminable, calcado del IRA
En el caso de la disolución del IRA, de la que ETA ha copiado todos los puntos fundamentales de su guión (anuncio del cese definitivo de la violencia, foros sociales, verificadores internacionales, difusión de vídeos en la BBC, inventario de las armas entregadas...), la eliminación de los arsenales se prolongó durante seis años, desde 1999 hasta 2005, e incluso después siguieron quedando dudas de que los terroristas norirlandeses se hubieran desprendido por completo de todo el material que habían acumulado durante más de 30 años de violencia. Al ritmo que ha decidido ETA comenzar a destruir sus arsenales, los trámites podrían prolongarse varias décadas.
Se espera que en los próximos días ETA emita un nuevo comunicado para reivindicar el valor de este gesto y exigir al Ejecutivo que acepte negociar el futuro de sus presos. No será su último comunicado. La banda se resiste a captar la indiferencia que provocan en la sociedad española todas sus intervenciones.
ETA sólo ha logrado parcialmente el efecto que esperaba con suentrega de armasde este viernes. La medida planificación de la puesta en escena, con la intervención primero de los miembros de la Comisión Internacional de Verificación (CIV) y la difusión inmediatamente después del vídeo con la eliminación de parte de su pistolas y explosivos, centró por unas horas la atención en sus planes para disolverse. Pero las expectativas que la propia banda había generado en las últimas semanas chocaban con la 'importancia' del arsenal que ha inutilizado. Más que un avance en el camino que inició en 2011 para extinguirse de forma definitiva, el paso que dio ayer se ha interpretado como un nuevo chantaje a toda la sociedad con tintes de ópera bufa.