ETA ya tiene todo su arsenal inventariado y almacenado en tres únicos zulos en Francia
ETA aún no ha decidido cuando va a iniciar su desarme pero ya lo tiene todo listo para cuando llegue ese momento. La banda ya tiene inventario
ETA aún no ha decidido cuándo va a iniciar su desarme, pero ya lo tiene todo listo para cuando llegue ese momento. Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario aseguran que la banda ha realizado un exhaustivo inventario del arsenal que sigue en sus manos y lo ha reubicado en tres únicos escondites para facilitar su vigilancia. Los tres zulos que guardan todas sus reservas de armas y explosivos se encuentran en territorio francés y, al menos, uno de ellos se localiza en las proximidades de la frontera con el País Vasco.
Las Fuerzas de Seguridad calculan que ETA aún tiene en su poder más de 250 pistolas de las 400 que robó uno de sus comandos en octubre de 2006 en una armería de la localidad gala de Vauvert, en el sureste del país vecino. Además, la banda contaría con más de 10 toneladas de sustancias químicas para la fabricación de amonal y amosal y una cantidad indeterminada de cordón detonante, metralletas y fusiles de francotirador. La policía francesa cree que ETA también dispone de 28.000 placas de matrícula y numerosas herramientas para poder falsificarlas.
No es la primera vez que se generan expectativas sobre un hipotético desarme de ETA. Primero se especuló que tendría lugar a principios de 2013. Después, tras el pasado verano. Y finalmente, que empezaría en las últimas Navidades
Según fuentes de la lucha antiterrorista, ETA ha decidido reunir todo el material que aún no había sido localizado por las Fuerzas de Seguridad en tres únicos zulos situados en territorio galo. Con esta medida, la banda intenta garantizar la supervisión sobre el material que aún conserva. La reducción del número de escondites hace más sencillo que los apenas 15 terroristas que integran en la actualidad ETA puedan vigilarlos. A la dirección de la banda no sólo le preocupa que su arsenal sea incautado por la policía, perdiendo así cualquier posibilidad de presión sobre el Gobierno de Mariano Rajoy. También le inquieta que pueda caer en manos del sector crítico de la organización que se opuso desde el principio al cese definitivo de la violencia.
Sin fecha para la entrega
La fecha en la que iniciará la entrega de sus armas sigue siendo una incógnita. El último comunicado de la banda, lanzado el sábado 8 de enero, en el que aseguró que haría “aportaciones significativas” al proceso “sin tardar”, se ha interpretado como el anuncio del desmantelamiento inminente de su arsenal. Abona esta tesis la próxima llegada al País Vasco de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), encabezada por Ram Manikkalingam, y del Grupo Internacional de Contacto (CIG), dirigido por Brian Currin, las dos plataformas creadas por la izquierda abertzale para tratar de internacionalizar la disolución de ETA, engrasar el proceso con la organización de foros y conferencias por la paz y forzar al Gobierno de Mariano Rajoy a sentarse con la banda para pactar su final.
Sin embargo, no es la primera vez que se generan expectativas sobre un hipotético desarme de ETA. Primero se especuló que tendría lugar a principios de 2013. Después, los rumores experimentaron un nuevo pico tras el pasado verano. Y finalmente se anunció que el desmantelamiento de su arsenal empezaría en las últimas Navidades. Incluso se fijó como fecha más probable la semana previa a la manifestación anual de la izquierda abertzale en apoyo a los presos de la banda que tuvo lugar el pasado 11 de enero en Bilbao. Sin embargo, la operación de la Guardia Civil contra el aparato de abogados de ETA de unos días antes alteró todo el calendario.
No obstante, fuentes de la lucha antiterrorista coinciden en restar importancia a ese previsible movimiento y sólo le atribuyen un valor propagandístico. En este sentido, consideran que la organización aplazará la entrega hasta que tenga la certeza de que obtendrá algo a cambio. Pero, en opinión de estos expertos, no hay ninguna prisa en que se produzca ese paso: el aparato militar de ETA está prácticamente desmantelado y no está en condiciones de utilizar sus arsenales. Además, cuestionan el estado en el que se encuentran las pistolas y los explosivos que almacena la banda.
Coordenadas GPS
En contra de lo que ocurre con la fecha, los expertos tienen menos dudas sobre el sistema que utilizará ETA para dar ese paso. Los servicios de información de las Fuerzas de Seguridad sostienen que la banda sólo hará en primer lugar una entrega parcial de sus armas e intentará condicionar la eliminación del resto a la obtención de concesiones del Ejecutivo. Las mismas fuentes apuntan que ETA formalizará previsiblemente la primera fase del desmantelamiento de su arsenal, que se realizará mediante la difusión a través de un comunicado de su inventario y de las coordenadas geográficas en las que se encuentra uno de sus tres escondites.
En estos momentos integran el aparato de dirección de ETA o Zuba José Antonio Urrutikoetxea, alias Josu Ternera, Iratxe Sorzabal, alias Ezpela, David Pla, alias Minzo, y Joseba Iñaki Reta de Frutos, alias Zukaitz. Hasta hace unos meses también formaba parte de la dirección el histórico etarra José Luis Eziolaza, alias Dienteputo, pero habría acabado abandonando esa responsabilidad.
ETA aún no ha decidido cuándo va a iniciar su desarme, pero ya lo tiene todo listo para cuando llegue ese momento. Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario aseguran que la banda ha realizado un exhaustivo inventario del arsenal que sigue en sus manos y lo ha reubicado en tres únicos escondites para facilitar su vigilancia. Los tres zulos que guardan todas sus reservas de armas y explosivos se encuentran en territorio francés y, al menos, uno de ellos se localiza en las proximidades de la frontera con el País Vasco.