Los siete días de Margallo en la sanidad pública: una hernia... y muchos rumores

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, abandonó ayer el Hospital Gregorio Marañón tras pasar una semana ingresado por una operación de hernia. García-Margallo fue intervenido el pasado viernes y debía haber recibido el alta el lunes. Sin embargo, el ministro sufrió complicaciones en su proceso de recuperación que le obligaron a prolongar su estancia en el centro hospitalario hasta ayer mismo.

Fuentes de Exteriores aseguran que aún se está recuperando de la operación. No obstante, según las mismas fuentes, el objetivo de García-Margallo es retomar su agenda la próxima semana y espera poder asistir al Consejo de Ministros del próximo viernes, aunque dependerá de cómo evolucione en los próximos días. Añaden quela intervención del ministro, de 69 años, estaba programada desde hace más de un año, y que en las últimas semanas se había sometido a una dieta de adelgazamiento para pasar por el quirófano en condiciones óptimas.

Fuentes cercanas a García-Margallo aseguran que dispone de un seguro privado por su condición de exdiputado del Parlamento Europeo, al que perteneció durante 17 años. Sin embargo, afirman que el ministro prefirió ser operado de la hernia abdominal que sufría en un centro de la red pública de hospitales de la Comunidad de Madrid. El responsable de la cartera de Exteriores se sometió a la operación el pasado viernes, justo después de participar en la sesión semanal del Consejo de Ministros y su intención era aprovechar el fin de semana para recuperarse. Pero finalmente, el postoperatorio se prolongó más de lo que esperaba.

Denuncias de una plataforma de 'hackers'

Una plataforma anónima de hackers ha denunciado a través de las redes sociales en los últimos días que, en realidad, el ministro ha sido sometido a una operación de cirugía estética, en concreto, una abdominoplastia, que consiste en la eliminación de grasa de la zona abdominal, una intervención que a juicio de este colectivo está fuera del catálogo de servicios cubiertos por la sanidad pública madrileña, y que cuando ingresó se ocultó su verdadera identidad para que no trascendiera esta intervención. Además, aseguran que se contrató personal médico extra para poder atenderle y que se bloquearon tres habitaciones de dos camas para aislarlo del resto de pacientes ingresados: su propia habitación, la anterior y la posterior.

Pero fuentes de la Comunidad de Madrid, del Ministerio de Asuntos Exteriores y del propio Hospital Gregorio Marañón han negado que García-Margallo haya sido sometido a una operación de cirugía estética. Facultativos consultados por este diario han precisado que en las intervenciones de hernia suele ser necesario también realizar una reducción de la grasa abdominal por razones estrictamente médicas, no estéticas. Esta sería, en todo caso, la intervención que se habría practicado al máximo responsable de la diplomacia española.

Asimismo, las fuentes oficiales consultadas por este diario han negado que se hayan pagado salarios extraordinarios a personal médico para atender al responsable de la cartera de Exteriores y subrayan que durante su estancia en el Gregorio Marañón sólo se bloqueó la habitacióndoble que ocupaba, dejando inutilizada únicamente la otra cama de la estanciapor estrictos motivos de seguridad, en contra de lo que asegura la plataforma de activistas en las redes sociales.