Valenciano lanza su campaña en un debate 'preventivo' y secreto contra la ley del aborto

El Congreso celebra hoy una de las sesiones más peculiares de su historia al votar una iniciativa del PSOE para exigir al Gobierno que retire “inmediatamente” un proyecto de ley que no ha entrado en la Cámara: el de la reforma del aborto. Además, el debate previo servirá para que Elena Valenciano estrene su título de cabeza de cartel del PSOE para las próximas elecciones europeas.

Los socialistas han medido los tiempos propios, pero no los del Gobierno. La portavoz del grupo parlamentario en el Congreso, Soraya Rodríguez, registró el día 2 de enero una proposición no de ley en contra del anteproyecto sobre la reforma de la interrupción voluntaria del embarazo que “se presentó” el 20 de diciembre en el Consejo de Ministros. El PSOE aprovecha ahora que toca debatirlo en la Cámara, a las 24 horas de que se confirmara la candidatura de Valenciano, y confía su defensa a la propia vicesecretaria general de los socialistas en vez de a la promotora, Rodríguez.

La jugada del lanzamiento preelectoral de la dirigente socialista tiene la pega formal de que el texto de reforma del aborto que vio el Ejecutivo está sometido a consulta de los órganos constitucionales como el Consejo de Estado y hasta de las comunidades autónomas. No ha entrado en la Cámara ni está previsto que lo haga antes de mayo porque faltan los informes y el Gobierno tampoco tendrá ninguna prisa después en incorporarlos.

Al PSOE le da igual. Ha hecho del rechazo parlamentario “preventivo” a la reforma del aborto el eje de su política de oposición y también ha forzado (amparado en el reglamento) que la votación sea secreta: con urna y papeleta para que no se sepa qué vota cada diputado. El objetivo es romper la disciplina de voto del Grupo Popular, dadas las críticas internas que ha provocado en el PP la iniciativa del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

En fuentes del PP dan por hecho que la maniobra socialista, similar a la ensayada en su día para que el Congreso se pronunciara por el “no a la guerra” en los tiempos de la invasión de Irak, servirá para lo mismo que aquella: para que los diputados de la mayoría cierren filas.

La PNL del PSOE “insta a retirar inmediatamente y no continuar la tramitación del anteproyecto de ley orgánica por el que se pretende revisar la legislación vigente en España sobre salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo”. Los diputados del PP no pueden pedir la retirada de un texto que no ha llegado a la Cámara, ni cuestionar la legitimidad del Gobierno para acometer la reforma que es un compromiso electoral ni dejar la vigente la ley Aído como está, incluida la posibilidad de que las menores aborten sin conocimiento de sus padres. En eso están todos de acuerdo. Incluso la veterana diputada del PP Celia Villalobos deja la disidencia para cuando se tramite el proyecto de ley.

La proposición no de ley del PSOE cuenta de entrada con el apoyo en bloque de los grupos de izquierda, pero divide a los nacionalistas. Entre los parlamentarios de CiU, los democristianos de Unió ya han dicho que no tienen nada en contra de que el Gobierno reforme una ley, la de Rodríguez Zapatero, a la que ellos se opusieron en su día.

Los socialistas verán derrotada su iniciativa, que tampoco es vinculante, pero lanzarán a Valenciano como adalid de la causa de “los derechos de las mujeres” frente al “retroceso normativo, social e ideológico” y la “vuelta a la clandestinidad” que, a su juicio, supone un proyecto del Gobierno del que todavía no hay texto. La precampaña para las europeas ha empezado y la oposición, de entrada, quiere basarla en el asunto del aborto para ver si capta el voto más “progresista”.