Gallardón defiende su ley, Aguirre ejerce de crítica y Cañete ensaya de precandidato

La Convención Nacional del PP se convirtió en su segunda jornada en un foro con más debate del previsto. Además del coro gubernamental de Mariano Rajoy y sus ministros económicos, que avanzó la bajada de impuestos para 2015 y el homenaje a las víctimas del terrorismo, la asamblea tuvo tres protagonistas: Miguel Arias Cañete, que ensayó su papel de precandidato para las elecciones europeas; Esperanza Aguirre, que volvió a ejercer de crítica; y Alberto Ruiz-Gallardón, que sorprendió a todos con una defensa de su proyecto de reforma del aborto que se salía del guión oficial del acto.

Todos los dirigentes del Partido Popular que habían criticado en público o en el seno del partido la iniciativa del ministro de Justicia, en especial José Antonio Monago, cumplieron con la consigna de Génova de no tocar el asunto ni en declaraciones a los medios. “Yo vengo a hablar de la marca España”, había sentenciado el presidente de la Junta de Extremadura al entrar en el centro Miguel Delibes de Valladolid, donde se celebra la Convención. Le tocaba participar en un debate con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo.

Sin embargo, hoy domingo, después de que Gallardón tocara el tema, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que el gobierno procurará trabajar por el consenso que tiene que existir siempre en materias como la reforma de la ley del aborto. "Las analizaremos con muchísimo interés, como en todas las leyes, y más en asuntos como este que indudablemente tiene una gran sensibilidad social. El procedimiento será como otra leyes y procuraremos trabajar por un consenso que tiene que existir siempre en materias como esta". Así se ha expresado la vicepresidenta en declaraciones a los periodistas a su llegada al Auditorio Miguel Delibes de Valladolid donde el PP clausura hoy su convención nacional.

Por su lado, Alberto Ruiz-Gallardón aprovechó ayer sábado su espacio reservado a explicar la reforma de la Justicia para hacer una defensa cerrada del cumplimiento del compromiso electoral del PP de cambiar la actual ley sobre la interrupción del embarazo. “Lo vamos a hacer, vamos a regular un derecho fundamental para incluir el derecho del más débil, el del no nacido, además del de la mujer a ser madre”, dijo el ministro. No obstante, también se mostró abierto a la negociación interna en el PP sobre el asunto: “Lo vamos a hacer nosotros y entre nosotros, acordándolo como siempre hemos hecho las cosas. No habrá insulto que me haga abdicar”.

Contra el aborto y apoyado en Miguel Delibes

Ruiz-Gallardón aprovechó el nombre del auditorio para recordar que el escritor vallisoletano sostenía que “lo más progresista era siempre defender al más débil”, un principio que, a su juicio, rompió el PSOE con la Ley Aído. Por los aplausos recibidos, no parece que a los 2.000 dirigentes del PP reunidos les arredre el choque con la izquierda por el asunto.

Otro ministro que destacó en los mini-debates fue Miguel Arias Cañete. Se salió de su mero papel de ministro de Agricultura y después despachar los asuntos propios de su negociado citó a Mariano Rajoy y a José María Aznar como sus “buenos maestros” para “ser fuertes en Europa”.

Cañete añadió más referencias personales y elogios a quienes le han precedido en su próxima carrera: Abel Matutes y Loyola de Palacio, que fueron candidatos en las europeas y también comisarios en los tiempos de Aznar. La conclusión que sacaron los presentes, en especial los eurodiputados, es que el ministro de Agricultura tiene todas las papeletas para suceder a Jaime Mayor Oreja al frente de la lista europea del PP y que ayer realizó su primer discurso como precandidato.

De Guindos se luce con Esperanza Aguirre

La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, cumplió con su papel de crítica oficial del partido. Antes de aterrizar en la convención declaró en la cadena COPE que ella no cree que ETA esté derrotada, como sostienen en su partido. Después, se presentó al mano a mano convocado con Luis de Guindos con su propio decálogo de medidas para acabar con la crisis económica, discurso que sirvió a su vez al ministro de Economía para lucirse ante los participantes en la convención.

Aguirre hizo un guión de recetas liberales empezando por la bajada de impuestos. Pero a esa hora ya habían anunciado lo mismo Rajoy y Montoro. También llamó a vencer las resistencias de “las fuerzas conservadoras de la izquierda, de los sindicatos y de nuestro propio partido” ante las reformas y el empeño “en que todo siga igual”.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid se encontró con que De Guindos saludaba las propuestas de alguien “liberal como yo” y aprovechaba la oportunidad para vender sus esfuerzos en el Eurogrupo con el fin de salvar a España del rescate. Y daba la razón a Aguirre: “Tenemos que bajar impuestos y seguir con las reformas”. El ministro se metió en el bolsillo al auditorio con su mensaje de optimismo económico: “Todo ha cambiado, España está de vuelta, señores”.