'Guerra' fratricida en el PP vasco: "No toleraremos más ataques de María San Gil"

La dirección del PP vasco ha decidido “poner pie en pared” para frenar en seco los ataques que, desde el ala derecha del partido y desde el entorno de la antigua expresidenta María San Gil, se han prodigado en los últimos días contra el equipo de Arantza Quiroga por su posible connivencia con ETA y su supuesta traición a las víctimas. Las últimas declaraciones de San Gil, en las que acusaba al PP de “consentir la pesadilla que vive el País Vasco en relación con el entramado etarra”, han sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la dirección regional del partido, que anuncia que, a partir de ahora, será inflexible para reprender cualquier afirmación que vaya en este sentido.

“Nos ha obligado a poner pies en pared y a decir se acabó”, explica a este diario uno de los principales dirigentes del PP vasco, indignado con la última embestida de San Gil, que abandonó la dirección del partido en 2008 por desconfianza hacia el nuevo rumbo que imponía Mariano Rajoy en el Congreso de Valencia, en el que revalidó su liderazgo. Desde entonces, recuerdan en el PP, San Gil se ha caracterizado en todas sus intervenciones públicas por “dar hostias al partido, criticar siempre y sembrar sospechas sobre el compromiso contra ETA del PP”. Sus últimos ataques, además, se producen en un escenario previo al Congreso que, en marzo, deberá ratificar a Arantza Quiroga como líder del partido y como gestora de una nueva era que ya se comenzó a fraguar bajo la presidencia de Antonio Basagoiti. “El gran cambio es que ahora en el PP hemos entendido que se ha acabado. Ya no va a haber más contemplaciones en referencia a estos comentarios. Hemos dado un golpe en la mesa y ya no vamos a tolerar más afirmaciones de este tipo”.

Las réplicas ayer fueron inmediatas y tajantes. La primera en plantar cara fue la propia Quiroga, quien, en los desayunos de TVE, afirmó que hay “una especie de campaña para poner en solfa la política antiterrorista de Rajoy” por parte de quienes están anclados en el “todo sigue igual”. El presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Semper, calificó, por su parte, de “indignas” las palabras de San Gil. Y en la misma línea, tampoco se pasa por alto un mensaje en Twitter de Iñaki Oyarzabal en el que marcaba distancias con el ala derecha del partido que coquetea con VOX, la nueva formación que encabeza Santiago Abascal y Alejo Vidal-Quadras y a la que se ha adherido una víctima tan emblemática como José Antonio Ortega Lara. “Viendo que Blas Piñar (nieto) se identifica con VOX y muchos que nos insultan ensalzan las ideas de su abuelo… creo que el PP está donde debe”, decía Oyarzabal en su cuenta.

“Yo creo que lo que falta es un poco de sentido común, tranquilidad y mesura, porque se están mezclando cosas muy distintas en una misma batidora”, explican estas mismas fuentes del PP vasco que alardean ahora de no arrugarse frente a los duros. “Todas estas personas que ahora salen a la palestra –San Gil, Esperanza Aguirre, Jaime Mayor, Aznar– son las mismas voces que en 2008 quisieron que Rajoy no fuera elegido en el Congreso de Valencia. Son los mismos y se aprovechan de una actitud en la que les vale proyectar esa sensación de que en el PP hay una cierta connivencia con ETA”, añaden.

"Las circunstancias han cambiado"

Alegan, además, que es preocupante que se haga una distinción entre las víctimas de ETA para otorgar mayor credibilidad a unas, como Consuelo Ordóñez, con respecto a otras como Mari Mar Blanco. También, que en un momento en que ETA por fin ha dejado de matar y que el PP es acusado, en el País Vasco, por Bildu de torpedear el proceso de paz, sean voces relevantes del partido las que acusan al PP de “consentir la pesadilla del País Vasco”. “Decir que ahora estamos peor es acojonante”, añaden. “Nosotros no creemos que la política esté para alentar mentiras. Las circunstancias han cambiado porque ETA ha dejado de matar y eso nos obliga a recolocarnos. Nuestro discurso no puede ser el mismo que el de 1995. O evolucionamos con la sociedad o nos morimos. O nos adaptamos y lideramos un escenario post-ETA o ganarán los que siempre justificaron a ETA”.

La respuesta contundente al sector de San Gil, Abascal y compañía será también con gestos y no sólo con palabras. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visitará el País Vasco en al menos tres ocasiones durante los próximos meses. Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, participa este jueves en Bilbao en un acto junto a la presidenta del PP en el País Vasco, Arantza Quiroga.