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Elpidio Silva ataca a una 'Justicia corrupta' para defenderse de su prevaricación
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lanza mensajes "populistas"

Elpidio Silva ataca a una 'Justicia corrupta' para defenderse de su prevaricación

El tiempo se acaba para Elpidio José Silva. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya ha determinado que debe sentarse en el banquillo de los acusados

Foto: El juez Elpidio José Silva (EFE)
El juez Elpidio José Silva (EFE)

El tiempo se acaba para Elpidio José Silva. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya ha determinado que debe sentarse en el banquillo de los acusados por varios delitos, entre ellos el de prevaricación, por reabrir una causa contra el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, sin explicar por qué y por enviarle a prisión en dos ocasiones sin que se cumpliera ninguno de los tres requisitos para acordarla. No le queda mucho tiempo para defender su inocencia, y la mejor estrategia que ha encontrado es atacar a una Justicia que, según él, da impunidad a los corruptos. Si no le sale bien, en unos meses podría ser condenado e inhabilitado como juez.

Con sus mensajes, Silva ha conseguido calar en la opinión pública. Era un juez anónimo que se atrevió a encarcelar a un banquero que representaba la corrupción en las cajas de ahorros. Primero le envió a la cárcel bajo fianza de 2,5 millones de euros, que Blesa tardó 24 horas en pagar, y pocas semanas después volvió a recluirlo en Soto del Real, pero ya sin fianza. Silva consideró que había riesgo de fuga, reiteración delictiva y riesgo de destrucción de pruebas por la investigación sobre la compra por parte de Caja Madrid del Banco de Miami por un precio superior al fijado por el mercado.

El juez vio necesario su encarcelamiento, una decisión que sigue sosteniendo pero que no compartieron ni la Fiscalía ni la Audiencia Provincial de Madrid, que anularon el internamiento de Blesa. Es más, el Ministerio Público vio en sus resoluciones un comportamiento prevaricador, idea compartida por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Tampoco consiguió que el órgano que regula a los jueces, el Consejo General del Poder Judicial, le apoyara y, muy al contrario, rechazó ampararle públicamente, antes de suspenderle cuatro meses por varias actuaciones reprobables en su juzgado. Su intento en el Tribunal Supremo de que se anulara esa suspensión y de querellarse contra el instructor de tal decisión tampoco fue bien recibido en el Alto Tribunal.

No ha encontrado ningún apoyo en la Justicia porque, a su juicio, se trata todo de un “montaje”, un “invento”, “una opereta tenebrosa”, una “campaña de acoso, derribo y desprestigio”, liderada por la Fiscalía y la defensa de Blesa, pero de la que saldrá bien parado porque “todo es mentira”. Él cree que se trata de una escenificación pero finalmente no habrá otro camino que quedar absuelto, o bien por el TSJM o, en última instancia, por el Tribunal Supremo.

placeholder Miguel Blesa cuando abandonó la prisión de Soto del Real. (EFE)

En un momento en que la corrupción es uno de los temas que más preocupa a los españoles y en el que la Justicia está cuestionada por algunas de sus resoluciones, Silva ha encontrado un grupo de seguidores fieles a sus mensajes que algunos califican de ‘populistas’. Su discurso ha calado en una parte de la sociedad hasta tal punto que alguna plataforma ciudadana le ha pedido que lidere su movimiento y se presente como candidato al Parlamento Europeo, una propuesta que el juez todavía no ha decidido. Su mensaje es claro: es un juez perseguido por los poderosos, que le han puesto en el disparadero para apartarle de la carrera.

Una parte de la sociedad española necesita ver en la cárcel a aquellos que han contribuido a que el país se encuentre en una situación económica tan delicada. Sin embargo, distintas fuentes jurídicas recuerdan que una cosa es ir a la cárcel al existir una condena como la última fase de todo un proceso penal y otra muy distinta es la prisión preventiva. Esta última sólo se puede dar en hechos excepcionales y cuando las circunstancias lo requieran.

Otras fuentes de la carrera judicial explican que los indicios que apuntan a Blesa son suficientes para que haya una investigación y, si finalmente se recaban suficientes pruebas, vaya a juicio, en su momento sea condenado e incluso acabe en la cárcel. Es más, el juez que sustituyó a Silva, José Antonio Toro, tiene abierto el proceso por la compra del Banco de Miami y hoy toma declaración en calidad de imputado a Blesa y a varios exmiembros del consejo de administración de la caja de ahorros.

Las actuaciones que llevó Silva durante la instrucción de esta causa han provocado que gran parte de las pruebas recabadas fueran anuladas por la Audiencia Provincial de Madrid, como todas las intervenciones de las comunicaciones, así que Toro cuenta con menos material acusatorio para llar a cabo la investigación.

El tiempo se acaba para Elpidio José Silva. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ya ha determinado que debe sentarse en el banquillo de los acusados por varios delitos, entre ellos el de prevaricación, por reabrir una causa contra el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, sin explicar por qué y por enviarle a prisión en dos ocasiones sin que se cumpliera ninguno de los tres requisitos para acordarla. No le queda mucho tiempo para defender su inocencia, y la mejor estrategia que ha encontrado es atacar a una Justicia que, según él, da impunidad a los corruptos. Si no le sale bien, en unos meses podría ser condenado e inhabilitado como juez.

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