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Los ‘nuevos’ jueces estrella
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LOS SUSTITUTOS DE GARZÓN

Los ‘nuevos’ jueces estrella

Al juez estrella por excelencia, Garzón, le siguen hoy otros cinco nombres famosos por sus personalidades o la magnitud de los casos que juzgan

Foto: La juez Mercedes Alaya a la salida de los juzgados de Sevilla. (Efe)
La juez Mercedes Alaya a la salida de los juzgados de Sevilla. (Efe)

El ya exjuez Baltasar Garzón ha colgado la toga pero no el apelativo de juez estrella. Sus investigaciones sobre el GAL, ETA y, sobre todo, la orden del dictador Augusto Pinochet o el exmilitar Ricardo Miguel Cavallo le hicieron protagonista de muchos titulares. Las de los crímenes del franquismo y la trama Gürtel -que le acabó trayendo la inhabilitación- no hicieron más que alimentar su figura.

Le siguió en el estrellato el juez Javier Gómez Bermúdez, 'famoso' por presidir la sala de la Audiencia Nacional que juzgó el 11 M. Sus implacables contestaciones a los acusados también le hicieron portada de los telediarios. Hoy el nombre de otros cinco jueces se entrelaza con el de los acusados y el del los casos que los ocupan. La mayoría por llamar a declarar a quien nunca creímos ver en el banquillo, otros por llevar varios casos de gran magnitud y los de más allá por su curiosa personalidad.

José Castro

Pasará a la historia por ser el primer juez que imputa a un miembro de la Casa Real, la Infanta Cristina, dentro del Caso Nóos y esa ha sido la razón -o la losa- que le ha convertido en ‘juez estrella’, tanto que llegó a ser aplaudido por los habitantes de Mallorca en la calle. Siempre llega en bici al trabajo -después de que un accidente de moto le hiciera aparcar las dos ruedas-, se muestra esquivo con la prensa y molesto por la presencia de cámaras. En sus 37 años como juez nunca ha concedido una entrevista y no hace declaraciones.

Este aficionado al fútbol y seguidor del Madrid -aunque no le importa que gane el Barça si juega bien- tiene actualmente 67 años y ha retrasado su edad de jubilación ante la magnitud del caso Nóos.

Estricto en los interrogatorios, sus particulares autos en el caso Palma Arena y la imputación de Iñaki Urdangarin y su mujer también han ayudado a alimentar su figura. Llegó a escribir de Jaume Matas que “se burla de los simples mortales” tras interrogarle durante varias horas. De Doña Cristina, que “un plus de codicia añadido” le impulsó junto a su marido a cometer delitos contra Hacienda.

Mercedes Alaya

50 años, sevillana y capaz de poner patas arriba a los intocables sindicatos en el caso de los ERE de Andalucía. Semblante serio y maleta siempre a cuestas, Alaya nunca ha dicho una palabra a los periodistas en la puerta del juzgado número 6 de Sevilla. Ni siquiera les mira o sonríe. Fue elegida una de las mujeres más influyentes de España en 2013 junto a Ada Colau, impulsora de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas. De ella se ha dicho mucho, y entre esas cosas se la ha catalogado de ‘elegante’, ‘discreta’, ‘mujer de hierro’ o ‘mujer de porcelana’ por su aspecto físico.

Su semblante tímido y esquivo delante de la prensa no se traslada a los interrogatorios, donde, dicen, tiene fama de inquisitiva. Ha imputado a más de 120 personas, entre ellas a José Antonio Griñán y Manuel Chaves, y ha llamado a declarar a expolíticos como Magdalena Álvarez. No es el único caso que investiga. También Mercasevilla -origen del caso de los ERE- y al que fuera presidente del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera.

Su estilo en el vestir ha sido analizado por páginas de moda y cuenta con un club de fans que tiene más de 44.000 seguidores. Despierta simpatías y odios a partes iguales: sufrió protestas en su contra en la puerta del juzgado con insultos incluidos y vio, días más tarde, la respuesta de los ciudadanos que la apoyan. Sólo han conseguido parar sus investigaciones sus fuertes migrañas, que le llevaron a pedir la baja médica y provocaron la paralización del caso de los ERE durante meses.

Elpidio José Silva

No quiere ser un juez estrella pero llevar a la cárcel dos veces, aunque fuera por poco tiempo, al expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, le llevó a ganarse las simpatías del pueblo, más aún cuando fue suspendido por el Consejo General del Poder Judicial y se le apartó del caso. Se diferencia del resto de jueces por sus luces y sombras. Dicen que es una persona inusual, impredecible, impuntual y bastante rebelde, que acaba haciendo caso a sus convicciones sin tener en cuenta el criterio de los demás. Tal es su rebeldía que se negó a pagar el alquier a su arrendadora y fue desahuciado.

Nacido en Granada, fue número uno de su promoción y premio extraordinario de licenciatura. Tiene un blog llamado Cumplimiento Preventivo cuya última entrada es del 11 de enero del año pasado, titulada La prueba incendiaria en el delito de blanqueo de capitales. Muy técnico, Elpidio reserva en el blog un apartado para Cuentos y Literatura, que tiene una única narración.

Algo extravagante y poco discreto Silva también se ha hecho famoso por sus declaraciones a la prensa: “La madre del a corrupción está en el poder judicial”; “el poder judicial en España está secuestrado”; o “se generaría una situación institucional insostenible” (si 'tirase' de la manta y se revelaran los detalles de la investigación a Blesa).

Pablo Ruz

Serio y discreto, no encajaría con el prototipo de juez estrella por su personalidad o declaraciones, pero sí por su contundencia en los grandes casos que ha juzgado. Sustituyó al juez Del Olmo en la investigación del 11M y actualmente ocupa el sillón de Baltasar Garzón en la Audiencia Nacional tras la suspensión de este último. Su puesto real es el Juzgado de Instancia número 5 de Collado Villalba (Madrid).

La magnitud de sus investigaciones le ha llevado a ser muy conocido con sólo 38 años: es el juez del chivatazo a ETA (caso Faisán); el que envió a prisión al asesor urbanístico del Ayuntamiento de Marbella, Juan Antonio Roca; quien instruyó la causa contra la SGAE -llamando a declarar hasta a Ramoncín- y quien está detrás del 'caso de moda’, la contabilidad de Luis Bárcenas. Por su sala han pasado multitud de empresarios, políticos y algún director de periódico. Entre sus últimas decisiones está la de pedir los contratos del jugador del Barcelona, Neymar da Silva, antes de decir si abre una investigación contra el presidente del club, Sandro Rosell.

Santiago Pedraz

Pelo rubio y melena al viento, este salmantino ha sido calificado por muchos como el sucesor de Garzón y hasta el Ken de la carrera judicial por su aspecto físico. Hijo del periodista Santiago Pedraz, subdirector de la Agencia EFE, este juez de la Audiencia Nacional fue conocido por investigar el asesinato del periodista José Couso, pero su fama ha llegado por multitud de decisiones polémicas: consideró que miembros de Jarrai, Segi y Haika no podían ser considerados proetarras; no procesó a De Juanas Chaos por dos artículos en Gara al considerar que no existían ni amenazas terroristas ni un delito de pertenencia a banda armada; y archivó la causa contra los convocantes de la manifestación Rodea el Congreso, lo que llevó al portavoz del PP Rafael Hernando a llamarle “pijo ácrata”.

Su última decisión controvertida ha sido permitir el acto de los expresos de Eta en Durango, lo que le valió las críticas de varios sectores de la sociedad. El secretario general del PP en el País Vasco, Iñaki Oyarzabal, mostraba su discrepancia con la decisión judicial y Pedraz acabó contestándole en Twitter: “Sabe que el Estado de Derecho impide que un juez restrinja un derecho fundamental sin petición de parte?” Para luego añadir: “Sabe que si un juez restringe un derecho fundamental sin petición de parte estaría prevaricando?”

El ya exjuez Baltasar Garzón ha colgado la toga pero no el apelativo de juez estrella. Sus investigaciones sobre el GAL, ETA y, sobre todo, la orden del dictador Augusto Pinochet o el exmilitar Ricardo Miguel Cavallo le hicieron protagonista de muchos titulares. Las de los crímenes del franquismo y la trama Gürtel -que le acabó trayendo la inhabilitación- no hicieron más que alimentar su figura.

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