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La factura de las misiones en el exterior vuelve a subir pese al regreso de Afganistán
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Mali hace que el coste llegue a 791 millones

La factura de las misiones en el exterior vuelve a subir pese al regreso de Afganistán

La factura de las operaciones militares en el exterior vuelve a subir pese al repliegue delas tropas españolas en Afganistán y alcanzó los 791 millones

Foto: El ministro de Defensa, Pedro Morenés (i), cede a las autoridades afganas la base de Qala i Naw. (EFE)
El ministro de Defensa, Pedro Morenés (i), cede a las autoridades afganas la base de Qala i Naw. (EFE)

La factura de las operaciones militares en el exterior vuelve a subir pese al repliegue del grueso de las tropas españolas destinadas en Afganistán y alcanzó los 791 millones de euros en 2013. El apoyo a las fuerzas francesas que combaten en Mali el avance de los yihadistas ha costado 39,7 millones desde que empezó la operación en enero pasado. La salida de la provincia afgana de Qala-i-Naw y la gran operación logística para repatriar hasta España las 4.300 toneladas de material acumulado durante 8 años ha dejado el coste anual de la misión en casi las mismas cifras de 2012: otros 434 millones, sólo 8 menos que el ejercicio anterior.

Los casi 800 millones citados son la cifra económica de la contribución española a la lucha de la OTAN, la ONU y la Unión Europea contra el terrorismo islamista en Asia y África, y también contra la piratería en aguas del Índico, una cifra que no había parado de crecer hasta 2011, cuando alcanzó los 861 millones. El coste total descendió por primera vez en 2012 (766 millones) por el fin de la intervención en la guerra civil de Libia y ahora vuelve a repuntar por el avance de las milicias yihadistas en toda la zona del Sahel, según la información aportada por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, al Congreso.

Como decían en el Estado Mayor para explicar en crudo la necesidad y la obligación de las operaciones en el exterior cuando José Luis Rodríguez Zapatero se negaba a reconocer que enviaba a las tropas españolas a la guerra, “es mejor combatir en Afganistán que recoger cadáveres de civiles en los trenes de cercanías de Madrid (por el 11-M)”.

Las Fuerzas Armadas han hecho el sacrifico mayor en la defensa a distancia de la seguridad y los intereses de España (167 muertos en las misiones desde 1989, cien de ellos en Afganistán), los sucesivos gobiernos se enfrentan a una factura económica en la que no pueden ahorrar y que amenaza con subir este mismo ejercicio por los avances del islamismo en África y de la piratería en el Golfo de Guinea.

España se deja en Afganistán 100 vidas y 3.000 millones

Además de las vidas de 100 de sus mejores militares, a finales de 2014 España se habrá dejado en Afganistán unos 3.000 millones de euros. Después de los 12 años que ha durado la misión y pendiente aún de definir qué retenes y grado de colaboración militar mantienen los aliados con el régimen de Hamid Karzai, el contingente español se ha quedado reducido a 375 militares destinados en Herat y Kabul. Llegaron a ser 1.600 en la fase más complicada para poder controlar con posiciones avanzadas la provincia de Qala-i-Naw y formar a las tropas gubernamentales, pero el repliegue efectuado el pasado otoño ha supuesto casi más gasto que ahorro. Será a partir de ahora cuando la factura pueda bajar de verdad después de tres ejercicios con un coste de casi 450 millones de euros en cada uno de ellos.

La guardia civil española patrulla las calles en afganistánDe momento, las cifras del éxito en la mayor operación logística desarrollada por las Fuerzas Armadas en el exterior consisten en la repatriación de 193 vehículos, 37 grúas, 12 de aeronaves, 51 generadores y 232 contenedores que suman 4.300 toneladas de material por un valor aproximado de 330 millones de euros.

El repliegue en Afganistán se ha juntado con la apertura de un nuevo frente para frenar el avance del islamismo mucho más cerca del sur de Europa, en África. El apoyo a las operaciones de la ONU y de las fuerzas francesas en Mali (denominada Serval), básicamente por las misiones de transporte aéreo y de reabastecimiento en vuelo, suma ya un coste de 39,7 millones de euros y ocupa a un total de 110 militares entre mandos, asesores e instructores.

Atalanta, un éxito cada vez más caro

La misión en el exterior que no deja de crecer en coste económico es la Operación Atalanta para la lucha contra la piratería que se desarrolla en el Índico bajo mandato de la Unión Europea. España, con Francia principal impulsor de la iniciativa, mantiene destinados ahora mismo 137 militares distribuidos entre el buque de acción marítima Tornado y un avión CN-235 de vigilancia marítima destinado en Yibuti. La operación es un éxito (desde mayo de 2012 los piratas no han conseguido secuestrar ningún barco), pero la factura asciende a los 142 millones, 48 más que en 2011.

El Ministerio de Defensa aspiraba a reducir drásticamente la participación de las tropas españolas en la misión en El Líbano, pero los intereses diplomáticos en este caso han pesado más que los operativos. Auspiciada por la ONU con el mero objetivo de vigilar de fronteras en un conflicto enquistado, amenaza con prolongarse sine die. Ocupa a 578 militares españoles, el contingente más numeroso ya de todas las misiones, y costó en 2013 151,9 millones de euros, apenas 21 menos que el año anterior.

La factura de las operaciones militares en el exterior vuelve a subir pese al repliegue del grueso de las tropas españolas destinadas en Afganistán y alcanzó los 791 millones de euros en 2013. El apoyo a las fuerzas francesas que combaten en Mali el avance de los yihadistas ha costado 39,7 millones desde que empezó la operación en enero pasado. La salida de la provincia afgana de Qala-i-Naw y la gran operación logística para repatriar hasta España las 4.300 toneladas de material acumulado durante 8 años ha dejado el coste anual de la misión en casi las mismas cifras de 2012: otros 434 millones, sólo 8 menos que el ejercicio anterior.

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