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Rajoy vende optimismo económico para 2014, el año "de la recuperación"
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ELUDE EL PROBLEMA DE LA CORRUPCIÓN

Rajoy vende optimismo económico para 2014, el año "de la recuperación"

Optimismo económico, esperanza en la creación de empleo y firmeza frente al desafío separatista de Mas han sido los mensajes elegidos para cerrar el año

Foto: Mariano Rajoy hace balance político y económico de 2013. (EFE)
Mariano Rajoy hace balance político y económico de 2013. (EFE)

Optimismo económico, esperanza en la creación de empleo y firmeza frente al desafío separatista de Artur Mas han sido los mensajes elegidos por Mariano Rajoy para cerrar el año y anunciar que 2014 será “el de la recuperación”. El presidente del Gobierno ha eludido el problema de la corrupción y el debate sobre la reforma del aborto para centrarse en la crisis que, según asegura, toca a su fin. Ha empezado por agradecer a los españoles su “comprensión” durante el bienio que ahora se cierra y ha terminado por anunciar que el próximo año habrá más cotizantes a la Seguridad Social.

Con una intervención previa escrita y sin que las preguntas concretas sobre cuestiones ajenas a la política económica le sacaran después del discurso que llevaba preparado, Rajoy ha hecho su segundo balance anual desde el Palacio de la Moncloa centrado en lo que es su obsesión desde que llegó al poder: sacar a España de la crisis económica que colocó al país al borde de la quiebra entre 2011 y 2012. Evitar la intervención y no pedir el rescate de la UE es el principal logro que el jefe del Ejecutivo se atribuye en esta etapa y sobre ese punto volvió a hacer pivotar su rendición de cuentas.

El presidente del Gobierno ha recordado que ya dijo hace un año que 2013 iba a ser “muy duro”, pero que ahora puede sostener que 2014 “será el de la recuperación” porque los ajustes del primer ejercicio de la legislatura y las reformas del segundo van a permitir más actividad y crecimiento económico. "Estamos en condiciones de afirmar que hemos asistido a un claro cambio de la situación", ha proclamado después de citar como éxitos previos el control de las cuentas públicas de todas las administraciones y las reformas aprobadas o a punto de aplicarse: mercado laboral, administración local, unidad de mercado o la de la energía que volverá a ser retocada.

Rajoy ha reconocido que la mejora de las cifras macroeconómicas "aún no llegan en su plenitud a la vida diaria de los españoles", pero también ha apuntado que “es de esperar” que cuando acabe 2013 "el número de parados registrados en los Servicios Públicos de Empleo será inferior al del año pasado", algo que no ha ocurrido desde 2006. Ese es un dato seguro".

El jefe del Ejecutivo no ha querido poner fechas ni cifras a esa esperanza en el crecimiento del empleo, salvo para puntualizar que en el caso de la afiliación a la Seguridad Social, el número de cotizantes será un poco menor al cierre de este año respecto a 2012, pero que su evolución en 2014 será "mucho mejor". "Los datos de afiliación a la Seguridad Social permiten avanzar que en pocos meses el número de cotizantes volverá a crecer de forma consistente", remachó.

Rajoy ha destacado una vez más los esfuerzos para sostener las administraciones públicas y los servicios a los ciudadanos con medidas con medidas con el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y el plan de pago a proveedores, dos mecanismos diseñados para ayudar a las Autonomías y a las entidades locales que han movilizado más de 105.000 millones de euros y han evitado, según el Gobierno, la pérdida de 400.000 empleos y la caída de tres puntos en PIB en 2013, además de la quiebra de muchas instituciones como la Generalitat catalana o la valenciana.

El jefe del Ejecutivo ha presumido del crecimiento de las exportaciones y de la corrección de los grandes desequilibrios de la economía que han permitido reducir la prima de riesgo (con un ahorro de 8.700 millones) y la mejora de la calificación de la deuda española en los mercados. También ha admitido que le cuesta tomar medidas dolorosas como subir impuestos, quitar una paga a los funcionarios o congelar el salario mínimo profesional, decisión tomada en el Consejo de Ministros que acababa de presidir.

Para concluir con su balance económico, Rajoy se ha comprometido a perseverar en las reformas (“queda mucho por hacer”), ha asegurado que a él no le faltará el ánimo y ha expresado su confianza en que a los españoles tampoco.

Todo el empeño en hacer ese balance de optimismo económico y en dejar claro que no quiere ni puede ceder a la pretensión de Mas y Junqueras de celebrar una consulta de autodeterminación en Cataluña porque va contra la Constitución y la soberanía de todos los españoles, Rajoy lo ha puesto después en eludir otras cuestiones. Sobre todo la reforma de la legislación del aborto. Después de recordar que viene a recuperar en líneas generales la ley de 1985 que socialistas y populares no tocaron en tiempos de Felipe González y José María Aznar, se ha limitado a insistir en que el texto va camino del Parlamento y que cualquier cambio sobre el mismo queda en manos de las Cortes.

Optimismo económico, esperanza en la creación de empleo y firmeza frente al desafío separatista de Artur Mas han sido los mensajes elegidos por Mariano Rajoy para cerrar el año y anunciar que 2014 será “el de la recuperación”. El presidente del Gobierno ha eludido el problema de la corrupción y el debate sobre la reforma del aborto para centrarse en la crisis que, según asegura, toca a su fin. Ha empezado por agradecer a los españoles su “comprensión” durante el bienio que ahora se cierra y ha terminado por anunciar que el próximo año habrá más cotizantes a la Seguridad Social.

Mariano Rajoy Aborto PIB
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