PP y PSOE culminan su pacto y ponen al frente del CGPJ a Carlos Lesmes

Carlos Lesmes ha sido elegido nuevo presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo. Este magistrado era el primero de todas las quinielas y acaba de ser confirmado por 16 votos a favor frente a los cuatro que ha recibido Pilar Teso, la otra candidata elegida por los vocales.

Así se ha votado en un pleno convocado precisamente para elegir nuevo presidente. Ahora Lesmes deberá elegir al vicepresidente, algo que no ocurrirá hasta que no tome posesión de su cargo y transcurran siete días. Será precisamente en el primer pleno que Lesmes presida cuando elija a su segundo.

El nuevo presidente del órgano de los jueces es la persona que había propuesto el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y que obtuvo el apoyo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Aun así, formalmente han sido los vocales del nuevo órgano quienes le han propuesto y le han votado.

Entre sus últimas actuaciones de Lesmes en el Supremo apoyó el indultó aprobado por Gallardón al kamikaze que mató a una persona en la AP-7 y fue ponente en la sentencia que tiró para atrás el indulto aprobado por el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, al número dos de Emilio Botín en el Banco Santander, Alfredo Sáenz, a quien se le negó retirarle los antecedentes penales. Lesmes también llevó la ponencia de la resolución por la que se negó a Sortu inscribirse en el Registro de partidos, decisión que luego fue revocada por el Tribunal Constitucional.

Lesmes, de 55 años nació en Madrid, en el seno de una familia procedente de Extremadura y con tradición más en el mundo de la medicina que en el del Derecho. Inició su carrera como fiscal y llegó a trabajar en el Tribunal Constitucional. Después se pasó a la judicatura, en la que ha tenido destino como la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional y en el Tribunal Supremo, donde ha estado los últimos tres años.

En su carrera tuvo un parón para pasarse a la política con el Gobierno de José María Aznar, para quien trabajó como director general de Relaciones con la Administración de Justicia y de Objeción de Conciencia.

Según fuentes jurídicas, de aquella época cabe destacar la organización de la prestación social sustitutoria, que sólo en 1999 afectó a más de 100.000 jóvenes españoles. Por canalizar esa alternativa al Servicio militar, la Liga Española Pro derechos Humanos le concedió la medalla de oro en 1997.

De otro lado, ha impulsado el Anteproyecto de la Ley Orgánica 19/2003 de Reforma de la Oficina Judicial y del Pacto de Estado de Reforma de la Justicia en 2001. Desde su puesto en la Administración de Justicia llevó a cabo la gestión de personal de 16.000 funcionarios, 2.800 secretarios judiciales y 1700 fiscales lo que le ha convertido en un profundo conocedor de la radiografía del empleo público en la Administración de Justicia.