Rajoy no quiere decidir las listas europeas hasta que se enfríen los efectos de la Parot

Ramón Luis Valcárcel, decano de todos los presidentes autonómicos y también de los barones del PP, se adelanta a los tiempos de Mariano Rajoy al anunciar que dejará su cargo en abril, sea incluido o no en la candidatura del Partido Popular a los comicios europeos de mayo. El jefe del Ejecutivo conocía la decisión del presidente de la Comunidad de Murcia desde el pasado 28 de agosto, pero esperará hasta última hora (enero o incluso febrero) para decidir la lista para las elecciones a la Eurocámara.

Rajoy no dejó a Valcárcel retirarse hace seis años, en la primera travesía del desierto del PP en la oposición, pero ahora no le ha puesto reparos. El próximo día 14 el presidente del Gobierno acudirá a una convención del partido en Murcia que servirá para hacer balance de la gestión de los populares en la región y, al tiempo, de homenaje de despedida al barón autonómico, a punto de cumplir dos décadas en el puesto.

La constitución en la sede de Génova del comité de campaña para las elecciones europeas y el hecho de que Valcárcel confirmara en Madrid su decisión de dejar la presidencia de su comunidad (no la del partido) y sus aspiraciones a ser eurodiputado (“sí, lo hemos hablado”) dejan evidencia de que el PP se prepara para afrontar los comicios dando por descontado que no tendrá hasta el final un dato fundamental: el candidato. Formalmente, las listas no se tienen que presentar hasta primeros de abril.

En fuentes del PP consultadas por El Confidencial apuntan que ese hecho no significa que Rajoy desprecie el reto de los comicios, sino todo lo contrario. De hecho, en el Grupo Parlamentario Popular del Parlamento Europeo ya hay dos veteranos eurodiputados de la máxima confianza de Rajoy que, por encargo directo, preparan las líneas fundamentales del programa electoral y los informes sobre el funcionamiento de los parlamentarios.

En el PP saben que los comicios europeos suelen ser los apropiados para que el partido de turno en el poder sufra el “voto de castigo” del electorado. Al margen de las decisiones impopulares que puedan haber tomado en medio de la legislatura (como los recortes o las subidas de impuestos), está el factor de que las agrupaciones políticas no pueden apelar ante sus partidarios al miedo a la victoria del adversario porque las elecciones no tienen ningún efecto sobre el Gobierno y su estabilidad. Los populares confían en el mal momento del PSOE, incapaz de recoger el descontento con el PP según las encuestas, pero temen a la abstención y a los pequeños partidos que les disputan a su propio electorado, como es el caso de UPyD.

Como el Partido Popular tiene que apelar a sus votantes más fieles para ganar las elecciones, Rajoy necesita apurar al máximo para decidir primero si mantiene o no a Jaime Mayor Oreja, el exministro del Interior que simboliza en el PP la firmeza en la lucha antiterrorista y el apoyo a las víctimas. Este mes, con el episodio de la aplicación de la doctrina Parot, no es el momento más oportuno para dar ningún paso, según fuentes del partido. Y si el presidente del Gobierno se inclina al final por relevarlo, tiene que plantearse la candidatura de una figura de peso en la organización, cuando casi todas están en su gabinete.

Las especulaciones y comentarios internos en el PP amenazan con ir para largo. Hay dirigentes que apuestan a que no habrá candidato hasta los prolegómenos de la Convención Nacional prevista para febrero. Valcárcel, al margen de esos movimientos, insinúa que Rajoy le ha ofrecido la salida de irse a Bruselas en mayo para seguir su carrera política, pero al mismo tiempo asegura que no lo tiene decidido del todo por cuestiones familiares y que también está dispuesto a volver a sus orígenes como profesor de Historia.

El presidente de la Comunidad de Murcia ha puesto en marcha el proceso para elegir sucesor y han surgido tres candidatos: el vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda, Juan Bernal, el consejero de Educación, Universidades y Empleo, Pedro Antonio Sánchez, y el portavoz en la Asamblea de Murcia, Juan Carlos Ruiz. Falta que el aparato de Génova dé su opinión, pero Rajoy tiene todavía pendientes dos nombramientos: el cabeza de lista de las europeas y el futuro presidente del PP andaluz.