Wert se siente con fuerzas para seguir: “Yo solo tiro la toalla al salir de la ducha”

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, puede presumir de sentirse respaldado políticamente a pesar de ser el farolillo rojo de las encuestas y el ministro más contestado en la calle a cuenta de los recortes en su sector y de su recién aprobada reforma educativa. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y dos compañeros de gabinete, el titular de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, y la de Trabajo, Fátima Báñez, entre otros, le han arropado este miércoles en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum y en el que Wert ha despejado cualquier duda sobre su futuro más inmediato. “Yo solo tiro la toalla, generalmente con cierto desorden, al salir de la ducha. Es el único sitio donde yo tiro la toalla”, ha contestado Wert, entre risas, a una de las preguntas formuladas por los periodistas.

Báñez ha sido la encargada de presentarle y de glosar sus méritos y de destacar, entre otras cosas, que se caracteriza por decir lo que piensa y pensar lo que dice. Wert ha agradecido los elogios, sobre todo, “teniendo en cuenta la fama que me precede”, en clara alusión a las críticas constantes que recibe desde casi todos los sectores políticos y educativos. No ha sido, sin embargo, el único lamento que ha entonado a lo largo de toda su intervención. En referencia a la LOMCE, el ministro se ha quejado de que el debate se haya centrado en aspectos que poco tienen que ver con el contenido real de la misma. “Ha prevalecido una imagen social del contenido de la ley que tiene muy poco que ver con la ley, ha prevalecido una caricatura de lo que es la ley”, ha explicado.

Más inversión no equivale a mejor calidad

Wert ha centrado su intervención en la relación que existe entre la mejora de la calidad educativa y el empleo, y se ha referido a la radiografía que ha dibujado el último informe PISA, de cuyos resultados el ministro ha querido marcar distancia señalando que la prueba se llevó a cabo en abril de 2012, cuatro meses después de su llegada al cargo y antes, por tanto, de que se pusieran en marcha los primeros recortes en el presupuesto del Ministerio.

Por ello, el ministro ha vuelto a incidir en que la mejora de la calidad de la educación y el avance de los alumnos en destrezas básicas como lectura, matemáticas y ciencias no tiene que ver con la inversión económica por alumno y sí en un cambio en la arquitectura del sistema que imite las reformas puestas en marcha con buen éxito en otros países como Polonia. Wert ha recordado que, entre 2003 y 2012, fecha del actual informe PISA, la inversión en educación experimentó un crecimiento en nuestro país del 38% que no ha ido acompañada de una mejora en los resultados de esta prueba educativa. De hecho, ha explicado que la inversión por alumno es similar a la de Francia o Canadá, países con unos resultados en PISA muy por encima de los de España. “Nuestros resultados están muy por debajo de la República Checa o Polonia, países con unos niveles de gasto muy inferiores a los nuestros”.

El ministro ha citado Polonia como un país que, tras llevar a cabo una importante reforma educativa, ha logrado un cualificado avance en las pruebas de PISA. Las claves, según Wert, están en que su reforma ha introducido, al igual que la LOMCE, el concepto de la rendición de cuentas mediante “una evolución externa muy rigurosa y robusta y una autonomía de los centros muy superior a la que disfrutaban”.

Se identifica al 110% con el PP

Preguntado por si se siente un outsider del PP por la cantidad de enmiendas recibidas a la LOMCE desde su propio partido, Wert se ha ratificado en que, aunque no milita en el partido, “se identifica al 110%” con el ideario del PP. En este sentido, ha explicado también que si no se ha llevado a la práctica el Bachillerato de tres años propuesto en el programa electoral es porque las propias comunidades autónomas no lo veían factible en un momento de “tensiones económicas” como el actual. Ha insistido, sin embargo, en que los objetivos que se proponían con esa reforma se han conseguido igualmente al orientar el curso de 4º de la ESO en dos alternativas: una dirigida hacia la formación profesional y otra encaminada hacia el Bachillerato.

En relación a los colegios que segregan por sexos, Wert se ha ratificado en que “no hay ninguna razón para excluirles de la financiación pública”. Hay que recordar que una enmienda de UPN aceptada por el PP en el Senado ha flexibilizado por completo los requisitos que debían cumplir estos centros para acceder al concierto económico en contra de lo que había aconsejado el propio dictamen del Consejo de Estado.