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El PSC se desmarca del PSOE para no rechazar “la falacia del derecho a decidir”
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El PSC se desmarca del PSOE para no rechazar “la falacia del derecho a decidir”

El Congreso rechazó “la falacia del derecho a decidir” y registró la división de los socialistas: el PSC rompió la disciplina de voto que había marcado el PSOE

Foto: Pere Navarro, Artur Mas y Alfredo Pérez Rubalcaba. (EFE)
Pere Navarro, Artur Mas y Alfredo Pérez Rubalcaba. (EFE)

El Congreso rechazó por abrumadora mayoría “la falacia del derecho a decidir” que esgrimen los nacionalistas catalanes en su desafío independentista. En una votación forzada por Rosa Díez, la Cámara reafirmó la vigencia de la unidad nacional fijada en la Constitución, pero a costa de la ruptura del Grupo Socialista. Los diputados del PSC se saltaron la disciplina de voto y se abstuvieron para respetar la línea que su organización sigue en Cataluña a favor del derecho de autodeterminación y la convocatoria de una consulta sobre la secesión.

La portavoz de UPyD, con gran disgusto de populares y socialistas, logró el protagonismo que buscaba con una moción presentada ante el pleno del Congreso en contra de la autodeterminación y en defensa del principio de que sólo “el conjunto de los españoles tienen el derecho a decidir sobre el futuro del país”. Díez advirtió de que “es la hora de la claridad” en un asunto fundamental como la vigencia de la Constitución y la soberanía nacional y no admitió componendas ni adornos de ningún tipo para su iniciativa. De un lado quedaron los partidos “constitucionalistas” (PP, PSOE y UPyD) y al otro los nacionalistas y la extrema izquierda partidarios de la ruptura de España y del marco legal fijado en la Constitución.

El Grupo Popular quiso agregar a la moción el contenido completo de los dos primeros artículos de la Constitución y el Socialista su plan (más viene enunciado) para la reforma de la ley de leyes “en sentido federal”. Díez se mostró inflexible y dejó especialmente descolocados a los socialistas, que estuvieron toda la tarde cambiando de postura y sin saber qué hacer. Primero se decantaron por la abstención para no hacerle el juego a UPyD y con el argumento de que ellos no tenían que demostrar fidelidad alguna a la Constitución porque la tenían acreditada. Se ahorraban además el espectáculo de que los diputados del PSC se desmarcaran del grupo.

placeholder Pleno del congreso de los diputados

Entrada la noche, cuando la dirección del grupo socialista supo que el PP iba a apoyar la moción de Rosa Díez (también a regañadientes) y que entre sus filas tampoco eran partidarios de quedarse de perfil, se resignó a votar con UPyD y los populares. Los diputados del PSC se reunieron por su cuenta para acordar su particular abstención: ni con los constitucionalistas, ni con los nacionalistas. Incluso los parlamentarios más fieles a Carme Chacón siguieron la disciplina de voto, pero la emanada desde Barcelona.

A la hora de la votación, el 85 por ciento de la Cámara se pronunció a en contra de “la falacia del derecho a decir” (era el título de la moción) como resultado de la suma de los votos del PP, el PSOE, UPyD, UPN y Foro Asturias. A favor de la autodeterminación se decantaron CiU, PNV, IU, los diferentes partidos de la extrema izquierda nacionalista como ERC y los sucesores de Batasuna. 265 diputados constitucionalistas frente a 39 del bloque de independentistas. De los 13 parlamentarios del PSC presente, los trece se abstuvieron. Hubo 33 ausencias.

Rosa Díez destrozó con su maniobra parlamentaria todos los equilibrios que Alfredo Pérez Rubalcaba lleva meses practicando para aparentar un mínimo de entendimiento con el PSC, partido que en Cataluña se muestra partidario de la consulta independentista, aunque sostenga que se debe celebrar previo acuerdo con el Gobierno y se vaya a pronunciar en contra de la secesión llegado el caso.

El Congreso rechazó por abrumadora mayoría “la falacia del derecho a decidir” que esgrimen los nacionalistas catalanes en su desafío independentista. En una votación forzada por Rosa Díez, la Cámara reafirmó la vigencia de la unidad nacional fijada en la Constitución, pero a costa de la ruptura del Grupo Socialista. Los diputados del PSC se saltaron la disciplina de voto y se abstuvieron para respetar la línea que su organización sigue en Cataluña a favor del derecho de autodeterminación y la convocatoria de una consulta sobre la secesión.

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