La nueva Cristina Cifuentes, dos meses después del accidente de moto

Apareció un rato y desapareció. Cristina Cifuentes eligió la toma de de posesión de su hasta ahora número dos, Manuel Quintanar, reconvertido en director de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, para reaparecer en público dos meses después de sufrir un accidente de moto que le causó un traumatismo torácico grave. Visiblemente recuperada y mucho más delgada, la delegada del Gobierno no ha querido dar fechas concretas sobre su vuelta al terreno activo. La agenda de la política, de momento, la dictan los médicos.

Cifuentes fue arrollada en el madrileño paseo de la Castellana por un vehículo mientras viajaba en su moto el 20 de agosto. Desde ese día, la delegada permaneció ingresada en el Hospital La Paz hasta el 23 de septiembre. Este jueves, en su primera aparición pública, Cifuentes reconoció ante una nube de periodistas, fotógrafos y cámaras que la vida "se ve de otra manera” después de un siniestro, y reconoció que el accidente le ha servido para reflexionar y poner en su sitio las cosas que son importantes. Sin las cámaras delante, la delegada del Gobierno se está enfrentando a un duro proceso de rehabilitación que compagina con una vuelta al trabajo paulatina.

La vida de la delegada del Gobierno ha dado un giro de 180 grados en estos dos meses. Tras permanecer un mes hospitalizada, la rutina de Cristina Cifuentes pasa ahora por acudir a diario a sus clases de rehabilitación y soportar los fuertes dolores que sufre a diario. La próxima semana, la delegada volverá a pasar un rutinario chequeo para ver cómo evolucionan las cicatrices de su aparatoso accidente, que le produjo la rotura de siete costillas y tuvo una acumulación de aire y sangre en los pulmones.

Tras el siniestro, los médicos auguraban que la recuperación de la delegada sería muchísimo más lenta de lo que finalmente ha sido. En un principio, se calculaba que debería estar ingresada unos cuatro meses. Hoy, cuando se cumplen dos meses del accidente, Cifuentes ya despacha a diario con sus colaboradores más cercanos, recibe informes periódicos, está permanentemente al día de todas las cuestiones relacionadas con sus competencias y acude todos los días “un ratito” por la sede de la Delegación del Gobierno, pese a que los médicos se resisten a darle de alta.

La delegada del Gobierno recibió la noticia de que la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte fichaba a su mano derecha pocas semanas después del trágico 20 de agosto. Manuel Quintanar suplía a la delegada mientras estaba ausente por el golpe, y se comprometió con Cifuentes a no abandonar la delegación hasta que ella no tuviera el alta hospitalaria.

¿Alcaldesa de Madrid?

Por su parte, la delegada se apresuró en buscar un sustituto a Quintanar, y esta semana ha nombrado como su mano derecha a María del Mar Angulo, que hasta ahora desempeñaba el puesto de directora de la Oficina de la Presidencia del Pleno del Ayuntamiento de Madrid. Mucho se ha hablado de la posible intención, o deseo, de Cifuentes de instalarse en el consistorio madrileño para suceder en el cargo a la actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella. Ella siempre lo ha negado, pero también ha reconocido que siempre estará en el sitio donde Mariano Rajoy le diga. Y es ahí donde se entiende que el presidente del Gobierno podría barajar el nombre de la delegada del Gobierno para sostener la sangría de votos que el Partido Popular pierde en Madrid.

Cristina Cifuentes siempre se ha sentido libre para llevar la contraria a sus jefes. De hecho, muchas de las actuaciones de Cristina Cifuentes al frente de la delegación de Gobierno han sido muy criticadas, en especial en torno a la violencia policial empleada durante algunas de las manifestaciones que han tenido lugar en Madrid. La polémica también llegó tras su accidente, ya que muchas personas manifestaron públicamente “alegrarse” de que la delegada permaneciese en la UCI e incluso llegaron a corear a las puertas del hospital público madrileño donde estaba ingresada que la trasladasen a un centro privado.

Al frente de la delegación del Gobierno de Madrid desde principios de 2012, se ha posicionado abiertamente sobre gran parte de los temas que preocupan a los madrileños y a los españoles en general. Republicana convencida y a favor del matrimonio homosexual, Cifuentes ha arremetido duramente desde el movimiento 15-M, cuando se llegó a plantear modular el derecho a la manifestación para acotar asentamientos como aquel; hasta los desahucios. De hecho, la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), Ada Colau, la denunció por injurias una vez que la delegada del Gobierno afirmase en una entrevista que “la señora Colau y otras personas de la plataforma han manifestado su apoyo a Bildu y Sortu, y estos grupos tienen mucho que ver con ETA”.

Aún de baja por un tiempo indeterminado, Cifuentes ya ha advertido de que, cuando vuelva, lo hará "al 500%". Así que queda Cristina Cifuentes para rato.