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Los recortes dejan bajo mínimos la operatividad de las Fuerzas Armadas
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jemad: “Hay riesgo de que se queden huecas”

Los recortes dejan bajo mínimos la operatividad de las Fuerzas Armadas

Seis ejercicios de recortes en los presupuestos de Defensa dejan a las Fuerzas Armadas con una operatividad limitada a las misiones en el exterior

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Seis ejercicios seguidos de recortes en los presupuestos de Defensa dejan a las Fuerzas Armadas bajo mínimos, con un grado de operatividad suma en el sostenimiento de las misiones en el exterior (con cargo a créditos aparte), pero muy limitada en el resto de sus obligaciones: seguridad nacional y disuasión ante una potencial amenaza exterior. “Hay un riesgo de que haya fuerzas que se conviertan en fuerzas huecas”, ha admitido el jefe de Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Fernando García Sánchez.

Los responsables políticos y mandos militares de las Fuerzas Armadas, más el presidente de la SEPI como portavoz del sector público empresarial dedicado a la Defensa, dibujan en sus comparecencias parlamentarias un panorama negro para el futuro inmediato de los Ejércitos y de la industria nacional del sector. El Ministerio ha perdido un tercio de su presupuesto desde que empezó la crisis y las principales empresas estatales se han quedado sin encargos, ni gubernamentales ni de otros países.

De los 8.494 millones de euros de los presupuestos de 2008 se pasa para el próximo ejercicio a los 5.745. En julio pasado, en Defensa confiaban en salvarse por primera vez desde 2009 de los recortes, o que estos fueran mínimos, pero la decisión del Gobierno de acometer la factura eléctrica acumulada conllevó en septiembre otra reducción de fondos en los ministerios. Al departamento que dirige Pedro Morenés le tocó una reducción del 3,2 por ciento.

Las misiones en el exterior se salvan porque se desarrollan con cargo a presupuestos extraordinarios aparte. Pero para el funcionamiento ordinario, entrenamiento, maniobras, mantenimiento y renovación de material y sistemas de armas sólo quedan los fondos imprescindibles para asegurar a su vez la operatividad de las unidades que entran en el ciclo de relevos para las misiones internacionales.

“Nos hemos convertido en un ejército expedicionario”, repetía el anterior jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Fulgencio Coll. Tres ejercicios después, la situación no es la misma, sino que se agrava en sus penurias presupuestarias: 1.400 millones de euros y casi 4.000 soldados y marineros menos.

El Jemad pide previsión

El actual Jemad, Fernando García Sánchez, ya lanzó el pasado año el mensaje de que las Fuerzas Armadas se quedaban al límite de su capacidad para cumplir con las misiones encomendadas y que, de seguir los recortes, se corría el peligro de perder “capacidades” y de no poder afrontar problemas superiores incluso a la crisis económica: que los ejércitos no estuvieran en condiciones de asegurar la defensa nacional ni cumplir con las obligaciones internacionales asignadas.

placeholder Morenés adelanta que los presupuestos de defensa 2014 serán 'muy estrictos'

Este año, el mando operativo supremo de las FAS ha sido más diplomático, pero al dar cuenta ante el Congreso de los presupuestos de Defensa ha vuelto a la carga con la idea de que es imprescindible “una previsión, un compromiso presupuestario” a largo plazo para poner hacer “un planeamiento de fuerzas”.

“En la reducción presupuestaria hay un riesgo de que haya fuerzas que se queden huecas o bonsáis; precisamente por eso hay un planeamiento de fuerza, para evitar que eso ocurra”, explicó García Sánchez.

El secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, admitió que la caída que la inversión en su departamento hasta el 0,57 por ciento del PIB deja a España a la cola de los gastos en Defensa de entre todos los países de la OTAN (la Alianza Atlántica pide llegar al 2 por ciento). Al mismo tiempo, defendió la continuidad de las inversiones en los programas de modernización (cuando se pueda, no ahora) porque habían permitido a España salir del “ostracismo industrial y del ostracismo en sus Fuerzas Armadas”.

De puertas adentro, los responsables del ministerio son más claros. “Estamos en una situación límite, al borde de perder la capacidad operativa”, reconocen en fuentes de Defensa, departamento consagrado a ponerse al día con los pagos atrasados y renegociar los antiguos contratos con las multinacionales europeas del sector por los compromisos acumulados de compra de cazas, aviones de transporte o helicópteros.

A la espera de que la recuperación económica sea una realidad en 2014, en los citados medios apuntan que si a partir de ese ejercicio no vuelven las inversiones en modernización de las Fuerzas Armadas (un “segundo ciclo” del que arrancó a finales de los años 90), habrá una marcha atrás en las garantías de la defensa nacional, además de en la capacidad industrial y en investigación y desarrollo de las empresas españolas. “Sería como volver treinta años atrás”, sostienen.

Navantia pide más fondos y otro modelo de empresa

En los presupuestos para 2014 no hay encargos para las empresas nacionales. El presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, Ramón Aguirre, ha advertido en el Congreso que la situación de los astilleros de Navantia (principalmente dedicada a construir buques de guerra) abocará al Estado a aportar “ayudas financieras adicionales” e incluso a “cambiar de modelo” a la compañía el próximo año.

El frenado en la modernización de la Armada, sobre todo en la renovación de los viejos patrulleros que empezaban a ser relevados por los modernos BAM (buques de acción marítima), lo ha pagado Navantia. 2013 ha sido un año “de casi nula contratación”, no sólo por la Armada española. Tampoco prosperan los concursos convocados en el exterior.

Seis ejercicios seguidos de recortes en los presupuestos de Defensa dejan a las Fuerzas Armadas bajo mínimos, con un grado de operatividad suma en el sostenimiento de las misiones en el exterior (con cargo a créditos aparte), pero muy limitada en el resto de sus obligaciones: seguridad nacional y disuasión ante una potencial amenaza exterior. “Hay un riesgo de que haya fuerzas que se conviertan en fuerzas huecas”, ha admitido el jefe de Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Fernando García Sánchez.

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