Rajoy quita a Cospedal la relación Gobierno-PP y asume el timón

Mariano Rajoy empieza a moverse. Descarta hacer cambios en el Gobierno y en la dirección del PP este otoño, pero vuelve a tomar el control directo de las relaciones entre el Ejecutivo y el partido, función que tenía delegada en María Dolores de Cospedal desde que llegó a La Moncloa en diciembre de 2011. Ahora recupera los maitines, las reuniones con el comité de dirección del PP para tratar e informar en persona de las grandes líneas del curso político que empieza. Tras dos años de experiencia, apuntan en fuentes populares, la experiencia no ha ido bien.

La cita de esos maitines en el Palacio de la Moncloa a primera hora del lunes con los principales dirigentes del partido, como hacía José María Aznar cuando era presidente del Gobierno, es un primer paso para cambiar las tareas de coordinación que tiene que ejercer Rajoy como jefe del Ejecutivo y presidente del PP. “Ha sido la primera y no será la única”, apuntan en fuentes populares.

En la sede de Génova también cunde la impresión de que su jefe asume ya que el partido no ha funcionado bien ante los últimos retos. Son casos como la respuesta al caso Bárcenas o los debates que abrían algunos ministros, con proyectos como los del aborto o determinados aspectos de la reforma de la educación, sin que el partido estuviera informado previamente ni, por lo tanto, preparado para defender las posiciones del Ejecutivo.

Según los citados medios del PP, Rajoy, como máximo responsable de la organización, empieza a rectificar su decisión de dejar casi todo en manos de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que también es presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Además, el jefe del Ejecutivo asimismo acaba con la práctica de limitar sus relaciones con la dirección del partido a las reuniones mensuales del comité ejecutivo, órgano compuesto por cerca de 80 miembros.

Hasta la campaña electoral de las generales de noviembre de 2011, Mariano Rajoy celebraba sus maitines cada lunes en la sede de la calle Génova con el núcleo de la dirección del partido más los portavoces parlamentarios: María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Ana Mato, Esteban González Pons, Alberto Ruiz-Gallardón, Soraya Sáenz de Santamaría, Pío García Escudero y Jaime Mayor Oreja. Con la victoria en los comicios, el equipo se desperdigó entre el Gobierno y las demás instituciones. El presidente del Ejecutivo dejó la gestión del día a día de la formación en manos de la secretaria general.

María Dolores de Cospedal ha presidido desde diciembre de 2011 las reuniones del comité de dirección del PP, que está compuesto por los tres vicesecretarios (Carlos Floriano, Arenas y González Pons) más los portavoces en el Congreso, el Senado y el Parlamento Europeo: Alfonso Alonso, José Manuel Barreiro y Mayor Oreja. Todos fueron citados en La Moncloa la semana pasada por primera vez en la legislatura. Arenas, Mayor Oreja y el propio Rajoy eran repetidores de maitines: ya asistieron cuando los convocaba Aznar.

Después de la reunión, Carlos Floriano, en calidad de portavoz del partido, insistió en que se trataba de una cita con motivo del arranque del curso y que sólo se había tratado del desafío independentista en Cataluña y los planes del Ejecutivo para los próximos meses, como la reforma del sistema de pensiones o los Presupuestos Generales del Estado; pero nada de los problemas internos del partido.

En fuentes de la dirección del PP reconocieron después que los reunidos sacaron la conclusión de que los lunes de maitines en La Moncloa se iban a repetir aunque Rajoy, muy en su estilo, no lo dijera así de claro. Otra cosa es que sean semanales como con Aznar. “Se harán cuando el presidente lo estime oportuno”, comentó Floriano empapado ya de la doctrina de su jefe después de casi dos horas y media de recibir doctrina marianista. “Diálogo dentro de la ley, nada fuera de la ley” y “sobre Bárcenas está todo dicho”, repetía sin salirse un milímetro de las consignas recibidas.