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“No recibí ninguna orden política para detener la operación contra ETA”
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PAmiés, JEFE DE POLICÍA IMPUTADO EN EL FAISÁN

“No recibí ninguna orden política para detener la operación contra ETA”

Pamiés ha negado a preguntas del fiscal ser el responsable de la filtración y ha rechazado por tanto haber recibido indicaciones política

Foto: El ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés (i), y el exinspector José María Ballesteros (d),
El ex jefe superior de Policía del País Vasco Enrique Pamiés (i), y el exinspector José María Ballesteros (d),

El ex jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, uno de los dos policías procesados por el chivatazo a ETA que en 2006 frustró una operación contra el aparato de financiación de la organización terrorista en plena negociación con el Gobierno, ha negado a preguntas del fiscal ser el responsable de la filtración y ha rechazado por tanto haber recibido indicaciones políticas para ejecutar ese soplo.

Pamiés ha negado que el 4 de mayo de 2006 alertara a Joseba Elosúa, propietario del bar Faisán y miembro del aparato de extorsión de ETA, de que ese día iba a desarrollarse una operación policial en colaboración con Francia en contra toda la sección financiera de la banda. También ha rechazado que durante el transcurso de una llamada de 27 minutos de duración que la tarde de antes recibió del entonces director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, éste le pidiera que avisara a Elosúa para que alertara a la cúpula de ETA del operativo policial. A preguntas del Ministerio Público sobre el contenido de esa llamada del cargo de confianza de Partido Socialista, Pamiés ha afirmado: “No, no recibí la orden política de detener la operación. No y tampoco la hubiera admitido”.

Pamiés está acusado de haber comunicado a Elosúa que el dispositivo contra ETA estaba en marcha a través de un teléfono móvil que la mañana del 4 de mayo le habría proporcionado personalmente a la Elosúa, según la Fiscalía, el otro policía acusado en este procedimiento, el inspector José María Ballesteros. Ambos están procesados por los delitos de revelación de secretos y de colaboración con banda armada.

Ninguno de ellos ha reconocido nunca los hechos. Según su versión, Ballesteros estuvo esa mañana en la zona del bar Faisán por orden de Pamiés pero fue para comprobar la presencia policial en la zona, en el marco de los preparativos de la reunión que el entonces jefe Superior de Policía del País Vasco iba a mantener con un confidente policial de ETA de gran valor durante ese mismo 4 de mayo de 2006.

Ballesteros ha asegurado por su parte que "estuve en el bar Faisán, pero no puse un teléfono en la oreja de Elosúa para que hablara con pamiés. Jamás ha hablado por teléfono dentro del Faisán. El que sale en las imágenes soy yo, pero acudí a la zona para comprobar la presencia policial".

Este confidente, conocido con el alias de El Romano, es uno de los más de 100 testigos que están llamados a declarar en la causa. El juicio se prolongará en principio hasta este miércoles, aunque es posible que se extienda hasta el final de la semana por el volumen de las pruebas.

En cuanto a la AVT, en las redes sociales denunciana las estrategias de los dos imputados de no contestar a las acusaciones particulares.

El ex jefe superior de Policía del País Vasco, Enrique Pamiés, uno de los dos policías procesados por el chivatazo a ETA que en 2006 frustró una operación contra el aparato de financiación de la organización terrorista en plena negociación con el Gobierno, ha negado a preguntas del fiscal ser el responsable de la filtración y ha rechazado por tanto haber recibido indicaciones políticas para ejecutar ese soplo.

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