Silencio e incertidumbre, los trabajadores de Madrid 2020 desconocen su futuro

La web de Madrid 2020, ciudad candidata, ya no existe. No hay ni rastro de su página oficial en Facebook y el último tuit de su cuenta en Twitter -que sí está activa- es del 8 de septiembre. Refleja las palabras del Príncipe de Asturias tras la derrota en las votaciones del COI en Buenos Aires: “Hemos hecho un magnífico trabajo”.

Era el principio del fin del sueño olímpico que ya cerró una puerta el 7 de septiembre en la capital argentina. Madrid 2020 comenzará su disolución el 19 de septiembre, según anunció Ana Botella en el primer encuentro con la prensa tras su famoso discurso en inglés.

La Fundación que tenía por objetivo presentar la candidatura de Madrid 2020 al COI, y que se creó hace dos años, vivirá estos días su proceso de desmantelamiento. Es algo que ya estaba previsto en sus Estatutos, tanto si Madrid ganaba la votación final como si no. En el caso de ser elegida, esa disolución daría paso a la formación del Comité de Organización de los Juegos Olímpicos. Pero, ahora, da paso a la nada.

Fuentes del Ayuntamiento no han querido desvelar ninguna información más allá de la fecha anunciada por Botella. Ni qué pasará con la oficina ubicada en la calle Mayor 69, en un antiguo palacete, ni cuál será el futuro de los 30 trabajadores que se incorporaron al proyecto.Los sindicatos (UGT, CCOO y CGT) no disponen de ningún dato.Los trabajadores tampocoquieren desvelar nada.Entre ellos se ha impuesto el silencio total.

El futuro, en duda

No quieren hablar de su futuroni de su pasadoni de su experiencia en Buenos Aires. A día de hoysiguen activos en la oficina de la calle Mayor terminando informes y comprobando facturas para dar por finiquitado el proyecto.

“Estábamos convencidos de que íbamos a ganar y trabajamos para ello; no pensamos en nuestro futuro”. Habla Olalla Cernuda,Manager de Comunicación, que dejó su trabajo en el periódicoABC para incorporarse a este nuevo reto. Es la única que pronuncia alguna palabra a título personal del ambiente que hay actualmente en la sede olímpica. “Es una cosa muy personal de cada uno y no es agradable hablar del asunto”, zanja Cernuda. El resto evita incluso comentar cuál es su labor de estos últimos días. Bocas cerradas, miradas inquietas.

Ninguno sabe cuándo finalizan sus contratos de obra y servicio; nadie les ha informado de nada y se prevé una reunión con el presidente, Alejandro Blanco, este lunes. La reunión, sin embargo, no tiene orden del día. No saben si será un encuentro para agradecerles el trabajo hecho o si, por fin, alguien les desvelará la fecha del fin.

Muy cualificados

La cualificación de los 30 trabajadores es altísima. Hoy ya es imposible ver sus currículos en la web oficial de Madrid 2020, pero todos pueden presumir de su trayectoria.

Luis Perales, gerente de Documentación, fue director comercial de la Expo 2008 de Zaragoza; Joan Carles, coordinador de RSC, trabajó para el Gabinete del Presidente del Parlamento Europeo y, años más tarde, en el Congreso de los Diputados; Sara Wolff, asistente al CEO de Relaciones Internacionales, desarrolló su carrera durante año y medio en Naciones Unidas, en su sede en Nueva York, concretamente en las oficinas de Deportes para el Desarrollo y la Paz.

Algunos de estos 30 hombres y mujeres ya dedicaron su esfuerzo a sacar adelantelas candidaturas de 2012 y 2016. Ahora ya no hay más oportunidades de perseguir el sueño olímpico para ninguno de ellos, por lo menos a corto plazo. La alcaldesa de Madrid ha dejado claro que la ciudad no se presentará para 2024. Sobradamente cualificados, buscan ahora una nueva oportunidad de empleo.