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Rajoy despacha en dos minutos el caso Bárcenas: “Mantengo lo que dije”
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LAS GOTERAS RETRASAN LA SESIÓN

Rajoy despacha en dos minutos el caso Bárcenas: “Mantengo lo que dije”

Mariano Rajoy ha despachado en menos de los dos minutos y medio reglamentarios la pregunta de Alfredo Pérez Rubalcaba sobre el caso Bárcenas

Foto: Foto de la cuenta de Twitter de Odon Elorza en el Congreso esta mañana
Foto de la cuenta de Twitter de Odon Elorza en el Congreso esta mañana

Mariano Rajoy ha despachado en menos de los dos minutos y medio reglamentarios la pregunta de Alfredo Pérez Rubalcaba sobre el caso Bárcenas. E inmediatamente ha abandonado el escaño para irse a cumplir con su trabajo de despacho en La Moncloa entre grandes aplausos de sus diputados. Llegaba dos horas tarde por culpa de las goteras en la Cámara. El presidente del Gobierno se ha aplicado tan al pie de la letra su consigna de dedicar el menor tiempo posible al escándalo del ex tesorero del PP que hasta se ha mostrado sorprendido de que los parlamentarios del Grupo Popular se alargaran en la ovación a sus palabras.

“Mantengo lo que dije el día 1 de agosto” y “No tengo nada que rectificar; nada ni nadie ha desmentido lo que dije”. Son las dos frases que resumen las escuetas respuestas que el jefe del Ejecutivo al jefe de la oposición socialista y al dirigente de IU Cayo Lara en el primer pleno de control al Gobierno celebrado en el Congreso después de las vacaciones.

Rajoy no tenía nada que agregar sobre lo explicado en la Cámara y los diputados de la izquierda repitieron sus exigencias de antes del estío. Rubalcaba da por hecho que Rajoy miente y, por lo tanto, debe dimitir. Lara sostiene que el jefe del Ejecutivo dirige una “trama de corrupción” y tiene que disolver las Cortes para convocar elecciones.

SESIÓN DE CONTROL

El presidente del Gobierno ha reiterado cuando fue elegido jefe del Ejecutivo en diciembre de 2011, Bárcenas "no estaba en el partido, no era el tesorero y no tenía representación política" porque no se presentó a las elecciones. “Pero cobraba, pero cobraba”, han gritado algunos parlamentarios socialistas.

Rajoy ha dejado claro que asume que el PSOE lleve el caso del ex tesorero a la Cámara cuantas veces considere oportuno, pero también se ha comprometido a no entrar en el “y tú más” por muy fácil que resultara dada la situación de los dirigentes socialistas en Andalucía amenazados de imputación con Manuel Chaves y José Antonio Griñán a la cabeza por el caso de los ERE. “Fíjese si tengo oportunidad de hacerlo y más en el día de hoy”, ha comentado entre los aplausos de sus diputados.

Mariano Rajoy no ha dado pie a abrir debate alguno. Ni siquiera ha consumido todo el tiempo a que tenía derecho en su respuesta. Rubalcaba le ha atacado con una frase de Winston Churchill: "Su historia es una patraña envuelta en una mentira que finalmente desemboca en un embuste". La conclusión del secretario general del PSOE es que Rajoy “miente” y lo que debe hacer inmediatamente es “irse".

Goteras en el Congreso

Sin embargo, las goteras, más bien los chorros de agua que entraban en las tribunas, han sido las protagonistas del día, ya que han obligado a retrasar el pleno del Congreso. A la hora en que debía empezar la sesión de control al Gobierno, con Mariano Rajoy y los ministros sentados en sus escaños igual que casi la totalidad de los diputados, la lluvia que caía sobre el centro de Madrid se ha empezado a filtrar por la cubierta en obras del Palacio del Congreso hasta entrar por la tribuna de prensa. Unas obras que han costado 4,5 millones de euros -sólo en la cubierta-, y otros 700.000 euros más han sido invertidos en el resto de la Cámara.

Desalojados los periodistas, los ujieres y el personal de limpieza de la Cámara empezaron a poner papeleras en el suelo y luego pasaron a los cubos de basura ante la cantidad de agua que llegaba al suelo. De la tribuna superior, el agua ha pasado a la inferior, donde se sientan los parlamentarios de Izquierda Unida, y después a las primeras filas de los socialistas.

El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha tenido que aplazar el inicio del pleno dos horas, aproximadamente hasta las 11:00 horas, con la explicación de que, además de que era imposible que los diputados se sentaran bajo las goteras (chorreras) convenía comprobar si el agua afectaba a los equipos de electricidad.

Como en el colegio en día de novedades muy imprevistas, los parlamentarios han seguido divertidos las incidencias y han aprovechado para adelantar conversaciones de corrillos y pasillos mientras el presidente del Gobierno y los ministros se dirigían a las salas reservadas a los miembros del Ejecutivo y los portavoces a sus despachos oficiales.

Posada ha intentado no dar importancia a la anécdota. “Estas cosas pasan con las obras”, ha dicho. Un grupo de invitados japoneses siguió atónito el desarrollo de los acontecimientos provocados por una obras que se prolongan desde hace casi un año. La reparación de las viejas cubiertas del Palacio, de chapas de plomo y con casi dos siglos de antigüedad, no han estado listas, ni tampoco los boquetes tapados a tiempo para estas primeras lluvias de final del verano madrileño.

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Mariano Rajoy ha despachado en menos de los dos minutos y medio reglamentarios la pregunta de Alfredo Pérez Rubalcaba sobre el caso Bárcenas. E inmediatamente ha abandonado el escaño para irse a cumplir con su trabajo de despacho en La Moncloa entre grandes aplausos de sus diputados. Llegaba dos horas tarde por culpa de las goteras en la Cámara. El presidente del Gobierno se ha aplicado tan al pie de la letra su consigna de dedicar el menor tiempo posible al escándalo del ex tesorero del PP que hasta se ha mostrado sorprendido de que los parlamentarios del Grupo Popular se alargaran en la ovación a sus palabras.