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La oposición de catalanes y socialistas a De los Cobos augura el bloqueo del TC
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QUIEREN APARTARLE DE LOS RECURSOS DEL PP

La oposición de catalanes y socialistas a De los Cobos augura el bloqueo del TC

Al Tribunal Constitucional le esperan unos meses complicados. La noticia de que su recién estrenado presidente, Francisco Pérez de los Cobos, había militado en el Partido Popular entre 2008 y 2011

Foto: Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional (EFE)
Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional (EFE)

Al Tribunal Constitucional le esperan unos meses complicados. La noticia de que su recién estrenado presidente, Francisco Pérez de los Cobos, había militado en el Partido Popular entre 2008 y 2011, cuando ya era magistrado del órgano constitucional, va a ser utilizada como arma arrojadiza por la oposición para lograr apartarle del estudio de los recursos en los que de alguna manera se vea implicado el actual Gobierno de Mariano Rajoy.

Cuando el pasado 19 de julio se conoció que durante esos tres años Pérez de los Cobos pagó una cuota al partido que ostenta ahora el poder, saltaron todas las alarmas, tanto dentro como fuera del propio Tribunal Constitucional. Su actual presidente reconoció esta situación, pero defendió su legalidad, respaldado por el resto de sus compañeros. Los doce magistrados apoyaron en bloque que la ley orgánica del Tribunal Constitucional limita la incompatibilidad de la condición de magistrado con el desempeño de funciones directivas en partidos políticos o sindicatos. No es igual para miembros de la carrera judicial, que sí tiene prohibido cualquier afiliación.

Este tribunal tiene entre sus manos, entre otros muchos asuntos, los recursos interpuestos contra prácticamente la totalidad de las reformas aprobadas por el actual Ejecutivo, así como recursos interpuestos por el propio Gobierno contra decisiones autonómicas, como la declaración soberanista de Artur Mas.

Fuentes jurídicas señalan que la exmilitancia de Pérez de los Cobos se ha convertido en una herramienta para desacreditar al tribunal, muy tocado tras la etapa de María Emilia Casas. Después de un paréntesis con Pascual Sala, el sector político va a convertir de nuevo al órgano defensor de la Carta Magna en el epicentro de sus confrontaciones. El presidente de la Generalitat ya ha anunciado que va a recusar a Pérez de los Cobos en los 24 asuntos en los que el Parlament está implicado y el PSOE está estudiando hacer lo propio en todos los recursos que ha interpuesto.

El Tribunal de Casas como antecedente

Con estas recusaciones se corre el peligro de bloquear el tribunal y que se le impida avanzar en las resoluciones, tal y como ocurrió en la etapa de Casas. Concretamente, esa lucha de recusaciones entre PP y PSOE provocó que hubiera hasta cinco magistrados recusados para el estudio de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. Lo mismo ocurrió con el recurso al Estatuto de Cataluña, cuyo bloqueo duró cuatro años hasta que el TC consiguió dar luz verde a la sentencia, hace ya tres años.En esos momentos se pudo ver la guerra sin cuartel entre los partidos, que tenían que evitar a toda costa que el tribunal quedara con magistrados mayoritariamente proclives a otras sensibilidades.

En el caso de la recusación de Casas, planteada por el PP y rechazada por el tribunal, el argumento era que su esposo, Jesús Leguina Villa, elaboró por encargo de la Generalitat un dictamen que sirvió de base para redactar el Estatut. En el caso del magistrado Jorge Rodríguez Zapata, recusado por la Generalitat y también rechazado por el tribunal, se reclamaba esa recusación por haber elaborado un estudio sobre temas relacionados con el Estatut, encargado por una fundación privada antes del inicio del proceso de reforma.

En el caso de Pérez de los Cobos, los otros once magistrados deberán decidir próximamente si aceptan la recusación por la declaración soberanista catalana aprobada el pasado 23 de enero, en la que se proclama al pueblo catalán como “sujeto político y jurídico soberano”; también se reclama la celebración de una consulta para decidir su futuro político, que está a punto de abordarse en el TC. Al existir tal recusación, la reunión del pleno para debatir el asunto queda obligatoriamente retrasada hasta que se celebre otro sin el presidente para decidir sobre ella. Ante este escenario, el PP podría tomar cartas en el asunto y recusar a alguno de los magistrados más proclives a defender esa declaración y así equilibrar las fuerzas de poder dentro del tribunal.

Otro de los asuntos que más ampollas ha levantado es la participación de Pérez de los Cobos en parte del texto de la última reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy. Concretamente, el actual presidente del órgano constitucional publicó un artículo titulado "La reforma de la negociación colectiva" en la revista Relaciones Laborales, del que se podrían haber sustraído extractos literales para la reforma laboral.

Una recusación por este asunto versa sobre los que plantea, por ejemplo, la Generalitat pues uno se refiere a su postura ideológica y la otra por la participación directa en un asunto. Por ahora, el Pleno no se ha sentado a debatir ninguna de las recusaciones, pero todo apunta que una vez que se resuelva la primera por su condición de exmilitante, el resto irán abocadas al mismo resultado.

Al Tribunal Constitucional le esperan unos meses complicados. La noticia de que su recién estrenado presidente, Francisco Pérez de los Cobos, había militado en el Partido Popular entre 2008 y 2011, cuando ya era magistrado del órgano constitucional, va a ser utilizada como arma arrojadiza por la oposición para lograr apartarle del estudio de los recursos en los que de alguna manera se vea implicado el actual Gobierno de Mariano Rajoy.

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